Desde que Cuba liberó temporalmente la importación sin carácter comercial de productos de aseo, alimentos y medicinas el pasado julio, entre el 70% y 80% de los viajeros que llegaron al país han transitado por el canal verde, sin límites en valor y cantidades y libres del pago de los aranceles de aduana.
Así lo precisaron autoridades de la Aduana General de la República de Cuba y del Ministerio de Finanzas y Precios, quienes comentaron que esta cifra “evidencia el conocimiento de la población sobre el requisito de que dichos productos estén diferenciados del resto de otra naturaleza, para así hacer el tránsito más expedito”, según refiere el diario oficial Granma.
De acuerdo con los directivos citados, esta medida –extendida hasta el 30 de junio del próximo año– busca “favorecer a la población y a los diferentes actores de la economía nacional”, aun cuando la misma supone un “sacrificio fiscal” ya que “no se están captando recursos por este impuesto aduanero, que deben tributar todas las empresas en ocasión de la importación de mercancías”.
El reporte de prensa señala que, en el caso de las empresas estatales y las entidades que se encargan del servicio de importación, la disposición permite abaratar costos, con el propósito de disminuir los precios de comercialización de buena parte de este tipo de productos, considerando las limitaciones existentes en su oferta en Cuba debido al impacto de la pandemia y las sanciones estadounidenses, entre otras causas.
Los directivos afirmaron que entre los beneficiados por esta medida se encuentran actores económicos del sector no estatal, quienes encuentran “más facilidades para la importación de insumos y materias primas”, con la reducción del pago de los aranceles a través de las entidades autorizadas a prestar el servicio de importación del Comercio Exterior, que actualmente suman más de 40.
El arribo a la Isla de insumos médicos, alimentos y productos de aseo por el canal verde libre de aranceles aduanales siempre que sea con fines no comerciales y con el requisito de que dichos productos estén diferenciados del resto de otra naturaleza, ha sido una de las disposiciones aplicadas por el gobierno cubano ante la crisis económica y sanitaria vivida por el país y acentuada con el reciente rebrote de la COVID-19.
La suspensión o mantenimiento de esta medida, cuyo alcance sigue siendo “temporal”, es una decisión que se tomará a partir de “un monitoreo” de su impacto en el país, de “las opiniones de la población” y de “los indicadores de recuperación” de la economía cubana, “a fin de determinar la factibilidad o no de su extensión”, precisaron los funcionarios.