Fumarse un puro es todo un ritual. Son muchos los factores que influyen en esta degustación de aura mística y sensual. Uno de los más importantes es el estuche donde el tabaco reposó y conservó su inconfundible aroma. Cuba posee los mejores puros del mundo y, también, la tradición de fabricar los más exclusivos y elegantes humidores. Estos sui generis muebles concebidos para almacenar y evitar la desintegración o desecación de los puros, conjugan arte y sentido utilitario.
Los espléndidos contenedores son concebidos por nuestros artistas, quienes aprovechan las bondades de las maderas preciosas cubanas, en especial el cedro, para resguardar los habanos de los avatares de la naturaleza. Son muchos los artistas vinculados a la creación de humidores. OnCuba visitó los talleres de tres prestigiosos artífices cuyas obras han participado en las subastas que, desde varios años, acompañan el Festival del Habano. Ellos precisan que los humidores no solo protegen nuestros puros, sino que también conservan y resguardan una tradición que es parte de la historia y de la cultura cubanas.
Raúl Valladares es uno de los más prestigiosos escultores y orfebres cubanos contemporáneos. Este artista solo hace estos muebles para ocasiones muy especiales, porque le apasiona el mundo del Habano. Es el autor del Premio Hombre Habano, el codiciado “Oscar” de este ámbito que cada año se entrega en el Festival.
Estas esculturas, de más de treinta centímetros en plata, son confeccionadas a mano sin molde alguno, son únicas y conformadas con técnicas milenarias de orfebrería. Creador de los humidores Cohíba, emblemática marca que mucho se aviene con su etilo futurista y arriesgado, los templos para los puros que ha realizado escapan de lo común: son exóticos, elegantes imaginativos y transgresores.
De gran escala y atrevidos diseños, los sensuales tacones femeninos se han convertido en motivo de inspiración para los humidificadores de Valladares, para él simbolizan la sofisticación y elegancia del cautivador universo del tabaco. Su paradisíaco arsenal de fantasiosas e inusitadas maravillas de metal, se funden entonces al cedro como muestra del mejor refugio y arte para el habano.
El artista José Ernesto Aguilera, a la cabeza de Humidores Habana expresa en cada pieza su pasión por el metal, la madera y el orgullo por el tabaco nacional. El cofre Punch le abrió las puertas a la subasta del Festival y, desde hace varios años, se presenta exitosamente en este evento. Fieles a la estética que los identifica, con un estilo minucioso y preciosista manufactura, Humidores Habana, imbrica en una misma pieza disímiles y ancestrales técnicas como la marquetería, la orfebrería y la ebanistería.
Desde los más experimentales hasta los más tradicionales, presumen de diseño y de riesgo creativo en cada uno de sus muebles. Tanto los humidores seriados en edición limitada y los más artísticos, como las réplicas exactas de emblemáticas edificaciones como Bacardí, resultan complejos y excepcionales. Desde el año 2006 han cumplido los contratos Réplicas Antiguas para Habanos y han obtenido una treintena de reconocimientos, tanto en Cuba como en el extranjero. Sus exclusivos humidores han sido adquiridos por significativas personalidades del universo del tabaco. Desde el 2005, de forma consecutiva, han representado en la subasta a la emblemática marca Cohíba.
Para el 2016, les cabe el honor de representar una vez más esta marca en su cincuenta aniversario. Más que un contenedor de puros, cada uno de estos humidores cuenta la historia de su creador perseverando y persiguiendo sueños.
Moisés González es un artista autodidacta que se mueve con igual destreza en la creación pictórica, en la escultura y en la manufactura de humidores. Lleva quince años subastando sus obras en los Festivales de Habanos. Su mayor objetivo: crear una gran obra que discurse tanto con los amantes de las llamadas bellas artes, como con los coleccionistas de habanos, pues ambos públicos poseen puntos de contacto. Líneas curvas, movimiento y ruptura de la rigidez del cajón cuadrado, caracterizan su propuesta. Propone humidores instalativos, complejos y exclusivos donde fusiona el ensamblaje de piezas, la taracea, las incrustaciones, el relieve y la talla con la carpintería tradicional. Utilizando en ello la amplia gama cromática de las maderas y combinando diseños, tanto tradicionales, como de influencia surrealista. Su pasión consiste en romper esquemas y barreras a la creatividad.