Invasión de sargazos en la costa más occidental de Cuba

Los efectos de los sargazos, cuyo aumento se achaca a la elevación de las temperaturas a causa del cambio climático, han provocado daños a los arrecifes coralinos y los pastos marinos, dos de los ecosistemas más importantes para el desarrollo de la vida bajo el agua.

Acumulación de sargazo en la costa de la península de Guanahacabibes. Foto: Belkys Pérez Cruz / Tele Pinar.

Acumulación de sargazo en la costa de la península de Guanahacabibes. Foto: Belkys Pérez Cruz / Tele Pinar.

Una oleada de sargazos sin precedentes invade desde febrero pasado la península de Guanahacabibes, en el extremo más occidental de Cuba, con efectos dañinos en la flora y la fauna marina de esa zona costera de la provincia de Pinar del Río.

El sargazo es un alga generalmente de color pardo propia de las regiones tropicales, que en los últimos tiempos ha disparado las alarmas en buena parte del Caribe, señalan este lunes medios de prensa cubanos.

Desde 2015 hay un “incremento siginificativo” de sargazos en la zona oeste de Cuba y en lo que va de este año, un seguimiento sistemático ha determinado la aparición temprana de grandes volúmenes, así como su “alarmante” presencia en sitios donde no se había reportado antes, dijo el director del Parque Nacional Guanahacabibes, Lázaro Márquez.

Esa situación incide particularmente en el litoral extendido desde La Bajada hasta Cabo Corrientes, precisó el especialista, quien explicó que en algunas playas de la península se han formado bancos de sargazos de hasta 1,4 metros de alto que obstaculizan la llegada de las tortugas para anidar, por lo que ha sido necesario abrir brechas de unos dos metros de ancho a los “muros” del alga invasora para que los animales puedan entrar a depositar sus huevos y volver a salir.

Además, las aguas costeras han perdido por momentos su color azul y se han teñido del marrón de las algas pertenecientes a dos especies de la familia Phaeophyceae.

Los efectos de los sargazos han provocado en dos ocasiones la muerte masiva de peces, así como daños a los arrecifes coralinos y los pastos marinos, dos de los ecosistemas más importantes para el desarrollo de la vida bajo el agua.

El directivo del Parque Nacional Guanahacabibes explicó que en las últimas semanas ha disminuido la llegada del sargazo, aunque advirtió de que se trata de un proceso “anómalo”, con fluctuaciones temporales, por lo cual pudiera volver a incrementarse con “intensidad” en cualquier momento.

Entre las hipótesis sobre las posibles causas de las enormes cantidades del alga en la zona se piensa en la elevación de las temperaturas a causa del cambio climático.

Asimismo, el especialista citó investigaciones que ven una relación de este evento ambiental con alteraciones en el patrón de distribución de las corrientes oceánicas y los vientos predominantes, o con el incremento de los nutrientes que llegan al mar a través de los ríos, incluyendo fertilizantes nitrogenados.

Para enfrentar la situación, Márquez comentó que se ha estructurado un sistema de “alerta temprana” en toda el área para obtener información actualizada, a partir de los reportes de personas que por razones de trabajo recorre cada día la zona litoral, entre ellos los cuerpos de guardabosques y guardaparques.

Los especialistas de esa área protegida ejecutan una inspección sistemática mediante exploraciones a varios sitios de la península, para documentar y valorar la magnitud total, los alcances y consecuencias de este problema ambiental.

En los últimos meses el recale masivo de sargazo ha impactado también a varios países de América Central y la costa sureste del Caribe mexicano, donde el arribo de toneladas del alga provocó una situación crítica.

Trece países centroamericanos y caribeños se reunieron en Cancún este verano para tratar sobre el tema del sargazo y acordaron un programa de cooperación regional para la creación de un “mecanismo de gobernanza” para la protección del medioambiente.

Salir de la versión móvil