El cierre del año suele ser un momento ideal para recordar lo vivido en los últimos doce meses, una oportunidad para revisitar memorias y experiencias o, en el caso de una publicación como OnCuba, para volver la mirada a nuestras publicaciones y lecturas.
Como ya es tradicional en estas fechas, abrimos hoy nuestro archivo más reciente para descubrir los trabajos más leídos en 2022, aquellos que han tenido mayor impacto en nuestros lectores y han sumado la mayor cantidad de visitas hasta la fecha. Con toda lógica, estos trabajos abordan varios de los temas más relevantes del año para los cubanos, se adentran en hechos y figuras, en dificultades y afectos, que palpitan en el día a día de los nacidos en la isla, vivan o no en ella.
Las vicisitudes y deudas de la economía cubana, los avatares de la emigración, sitios y personalidades entrañables de Cuba, y el dolor por los que se fueron, protagonizan esta vez el listado, lo mismo a través de reportajes que de entrevistas, de crónicas que de artículos de opinión.
Estos son, entonces, los trabajos más leídos en OnCuba en 2022. Que su relectura sea otro motivo para seguir acompañándonos en el año que acaba de comenzar.
1. La fábrica de leche en polvo de Camagüey: de la inversión a los resultados
Por Lucía Rojas
Hace ya una década, en los comienzos del 2012, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) respaldó el financiamiento de la única fábrica de leche en polvo que existe en Cuba. Se ubicó en la provincia de Camagüey por ser este el territorio líder en materia de ganadería vacuna en la Isla.
Perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), la fábrica constituyó una de las principales inversiones asumidas por el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL) en su momento, con un costo de inversión que superó los 20 millones en moneda total.
Su diseño se concibió para el logro de una producción de 2.350 toneladas (t) anuales, a partir de los excedentes de leche fluida. A los dos años de su puesta en marcha, la fábrica debía alcanzar su capacidad máxima de procesamiento de 60 mil litros de leche fresca diarios.
La fábrica fue pensada para mantenerse activa hasta nueve meses por año; en lo fundamentalmente durante el período de mayor producción de leche líquida que coincide con la época lluviosa en la Isla.
Con tecnología 95 % china y 5 % italiana, la planta se previó para ahorrar al país cerca de 8 millones 500 mil dólares por concepto de compra en el exterior del alimento. Además, debía permitir la creación de una reserva del producto y contribuir a disminuir de forma gradual el monto de las importaciones anuales.
La fecha inicial fijada para su puesta en funcionamiento fue a mediados de 2013, pero no se logró.
2. Pablo en el afán de regresar
Por Michel Hernández
Hubo un tiempo en que los habaneros esperaban como uno de los mejores momentos del año los conciertos de Pablo Milanés durante el mes de diciembre. El trovador podría estar cumpliendo su atiborrada agenda de conciertos internacionales, encerrado por meses en los estudios para grabar un disco o alejado de los medios de comunicación, pero los cubanos sabían que, a pesar de la ausencia, ahí estaría Pablo en fin de año para cantarles y sentir que en ese momento toda la vida cobraba sentido.
El ritual duró algunos años, hasta que el peso de la realidad y las circunstancias humanas lo fueron disolviendo de la existencia de los habaneros. Lo que no se ha podido fracturar es la memoria. Todavía se escucha con añoranza en las conversaciones cotidianas el recuerdo de aquellos conciertos en los que el trovador se entregaba al público en una estrecha comunión. El tiempo no ha podido hacer polvo esa relación infranqueable existente entre una gran parte de los cubanos y Pablo. Es prácticamente un vínculo familiar. Los cubanos saben que el hombre de las canciones sube al escenario sin dobleces, sin mostrar nada que no sea, sin dejar de traicionar al Pablo que es en su vida cotidiana. Y esa persona es, muchos lo saben, un ser abocado tanto a sus conciertos, a su familia, como a Cuba.
3. Una carta inédita de Celia Cruz
Entre ellos, de manera especial, estaban algunas compositoras, las mujeres que crearon muchas de sus canciones. Entre sus primeras grabaciones ya están dos de ellas: la cubana Carmelina Kessell (Ocanasordi) y la boricua Myrta Silva (Para que sufran los pollos), autoras de los dos únicos temas que Celia grabara con el conjunto Gloria Matancera. Luego, con La Sonora Matancera, y la anuencia de su director Rogelio Martínez, Celia incluyó numerosas guarachas, afros, boleros y sones montunos creados por mujeres compositoras, privilegiando sus obras frente a la aplastante mayoría de compositores, y dando a conocer a varias de ellas.
4. La ruta migratoria centroamericana: testimonio de una migrante cubana (I)
Acaba de llegar a Estados Unidos después de un recorrido de más de 3 000 kilómetros. Como otros cubanos, para lograrlo desde Nicaragua tuvo que atravesar cuatro fronteras e innumerables riesgos en estos tiempos de coronavirus, narcotráfico y cólera.
En Cuba se graduó de ingeniería agrónoma, pero la vida la empujó a varios empleos, uno de ellos fundar una tienda de ropa. Locuaz, desenvuelta y desinhibida, esta mujer de 33 años decidió aceptar nuestra solicitud de rememorar las tres semanas de su recorrido. “Nadie está preparado para una aventura de este tipo”, me dijo, entre otras razones por ignorar los peligros que yacen en un camino donde inseguridad, miedo e incertidumbre son tres palabras claves.
5. La ruta migratoria centroamericana: testimonio de una migrante cubana (II)
Por Alfredo Prieto
Llegando a la otra orilla del río, allí mismo estaban los militares estadounidenses, quienes nos vieron incluso antes de llegar. “Vamos a ponernos aquí, que esta gente ya está cruzando”, fue lo que interpretamos todos viéndolos desde el agua. Nos pillaron en el río y nos clavaron la vista. Pero nunca hicieron ni el menor gesto por delatarnos, nos dimos cuenta de eso. Solo estaban esperando a que llegáramos. “Si llegas, te recibo, si te lleva el río, bueno, pero yo no estoy aquí para delatarte, ese no es mi trabajo”. Así entendimos el mensaje que nos estaban enviando.
Cuando tocamos tierra, se empezaron a acercar a nosotros. “Vamos, vamos, pónganse ropa seca que ya viene Inmigración a recogerlos”. Nos cambiamos ahí mismo, vimos bultos de ropa, zapatos, mochilas que habían dejado quienes habían pasado por ahí antes. Nos cambiamos, pusimos dentro de una bolsa los documentos y el celular. En eso se nos acercó Inmigración. “Están en Estados Unidos, somos de Inmigración. Y van a ser procesados. Por favor, apaguen los celulares. Ya están secos, nos vamos”. Y te guían y te montan en un van. Nada de esposas, ni de grilletes. En ese trance logré tirar una foto y grabar un audio para avisarle a mi familia, tanto en Estados Unidos como en Cuba, que había llegado a Estados Unidos, que estaba a salvo y no me había ahogado en el río.
Terminal de Villanueva. Foto tomada de Facebook.
6. En camión, hasta La Habana
Mil quinientos pesos, me confirma con parsimonia cuando le repito la pregunta en plan desentendido. Ese, me dice, es ahora mismo el precio del pasaje desde Santiago hasta la capital. Al menos en un camión privado como este, en el que ya ocupan sus asientos varios pasajeros a la espera de que otros, como yo, traguen en seco al escuchar la cifra, saquen mentalmente sus cuentas, y suban resignados con sus maletas y su necesidad de llegar lo antes posible al otro extremo de la isla. En mi caso, ya estaba sobre aviso por unos amigos y me había preparado para el golpe, pero igual pregunté, y dos veces, por si ocurría un milagro. Ingenuos que podemos ser los cubanos.
7. Tuve (tuvimos) la fortuna de tenerte, Mario Balmaseda
No paré de llorar durante todo el ensayo general.
Embutido en aquel traje de soldado del Ejército Rojo, pesadísimo, con una “shapka” y un “paltó” que daban un escozor del carajo y sin poder ni rascarme porque tenía que estar en “stop motion”, petrificado como una estaca, el dolor y la vergüenza de haber sido regañado en público por mi actor favorito, el que me conocía desde niño, me jugaron una muy mala pasada.
Un grupo de aspirantes a actores, en su mayoría provenientes de la Escuela Nacional de Arte y unos pocos de la calle —yo, por ejemplo—, fuimos los encargados de darle a “El Carillón del Kremlin” (una obra teatral dirigida inicialmente por Evgueni Radomislenskiy, proveniente del Teatro de Arte de Moscú y luego reestrenada bajo la meticulosa dirección de Mirian Lezcano y Mario Balmaseda) cierto aire de marcialidad y verosimilitud eslavas.
En las escenas en que aparecía Vladimir Ilich Balmaseda Lenin, éramos los guardias del Kremlin: vista al frente, piernas abiertas, largo fusil con bayoneta inclinado hacia delante en la mano derecha. Estatuas. Y además durante toda la obra movíamos los muebles y la utilería con precisión milimétrica. ¡Ay del que cometiera un error!
8. Santiago y Serrat, un secreto a voces
Por Frank Delgado
Era el invierno de 1997 en La Habana —prefiero decir “invierno“ que “finales de enero” en Cubita monoclimática, porque voy a hablar de poetas— y se anunciaban dos conciertos de Joan Manuel Serrat de su gira “A vuelo de pájaro“ en el capitalino teatro Karl Marx. Domingo 26 y lunes 27 de enero.
Estuve cerca del teatro en una noche previa y aluciné con la cola para las entradas, con pase de lista —me recordaba mi infancia y las colas de entonces para comprar juguetes, ahora me recuerda las de hoy, nada poéticas.
Es que el “noi del Poble Sec” hacía 15 años que no visitaba la Isla. Después de sus giras en el 73, 74, 76, 78 y 82 nos había dejado fuera de su bitácora dizque por desavenencias con Cubartista, agencia que se encargaba de la organización de eventos internacionales.
9. Los cubanos, entre la embajada de México y la pared
Por Lucía Rojas
Con la embajada de México en Cuba no se recuerdan tiempos mejores. Entre los miles de residentes de la Isla que cada año precisan de una cita para solicitar visado de cualquier tipo o trámites de legalización, la memoria compartida sobre esta institución se vincula a su inaccesible y macabro sistema de obtención de citas y a las permanentes denuncias sobre ventas ilícitas de estas.
Los usuarios de un grupo que reúne a más de 29 mil nacionales en la red social Facebook lo han descrito de forma concreta: obtener una cita para la embajada en La Habana es prácticamente imposible. Tanto, que según comentan internautas en la cuenta oficial de la propia sede en Twitter, algunos llevan hasta tres años en el intento de obtener un turno para materializar sus trámites.
10. Pablo Milanés en la Ciudad Deportiva: El amor fue más fuerte
Por Michel Hernández
Pablo Milanés ensaya con sus músicos en el coliseo de la Ciudad Deportiva. Miguel Núñez, al piano y la chelista Caridad Varona junto al trovador interpretan los temas del repertorio de la noche como una mera cuestión de trámite. Algunos de los que escuchaban el “entretenimiento” coincidían en que aquello parecía un disco. “Es como si estuviera escuchando en la grabadora de mis padres”, dice una muchacha del equipo.
Pocas horas después Pablo volvió demostrar que lo único que ha pasado es el tiempo, el país y las distintas épocas que él ha narrado con precisión quirúrgica. Han pasado décadas, sí, pero esa voz en la que descansa un país no ha sufrido fracturas ni se ha desgastado a pesar de la increíble agenda de concierto que celebra el trovador sobre todo en Europa.
Pablo a lo lejos trata a sus seguidores con el mismo cariño de siempre. Le dice a los cubanos que son su mejor público y comienza a repasar esas canciones que tienen en su mayoría una larga data, que llevan muchos años en la garganta del trovador pero que ya ha quedado demostrado que nacieron para ser proféticas. Pablo cantó y derribó las turbulencias, el insomnio, las criticas simplistas, los discursos monocordes, las publicaciones que llegaron a enjuiciar la decisión de darle un espacio en su país para que se reencontrara con su legión de seguidores. Y lo hizo sobre todo con una andanada de amor que se impuso como se impone el sentido común en la noche del Coliseo.
11. Yadir Drake y lo que no nos contaron de los profesionales
Por Aliet Arzola
Yadir Drake (Pueblo Nuevo, 1990) es un pelotero profesional, de la gorra a los spikes, como dicen los seguidores del béisbol de la vieja escuela. El matancero emigró de Cuba hace más de una década, firmó con los Dodgers, luchó por llegar a Grandes Ligas y, aunque no lo logró, siguió batallando en los diamantes de Venezuela, Japón y México para ganarse la vida en lo que mejor sabe hacer: jugar pelota.
Drake ha sido uno de los nombres propios del béisbol cubano en los últimos tiempos. Su decisión de regresar a jugar en la Serie Nacional con la escuadra de los Cocodrilos y su posterior llamado a la selección cubana que participó en el Preolímpico de las Américas, despertó una tremenda expectación durante el 2021, en gran medida por el cartel de estrella que el yumurino había adquirido en su paso por los distintos circuitos profesionales, mayormente en México.
12. La Habana, un día después del anuncio de cambios en la política de la Administración Biden hacia Cuba
Por Eric Caraballoso
La mañana de este martes parecía la de un día cualquiera en La Habana. Un día más en La Habana más reciente, sacudida aún por la tragedia del hotel Saratoga y golpeada por otros dolores más silenciosos y cotidianos, por el peso fatal de crisis y carencias que todos intentan capear con más o menos suerte, con más o menos dignidad.
La gente se arremolina por las calles, a paso lento o apresurado, con el nasobuco mejor o peor puesto ―salvo no pocos turistas, impunes e impúdicos ante las medidas sanitarias todavía vigentes en la Isla por la pandemia―, en colas y proyectos de colas, en guaguas y paradas de guaguas, en el trasiego laboral y “la lucha” de todos los días, en apariencia al margen, o al menos desentendidos en ese instante, de las nuevas leyes aprobadas por la Asamblea Nacional y también de los cambios en la política de Estados Unidos hacia Cuba informados este lunes por la Administración Biden.
“¿Qué los americanos hicieron qué?”, me pregunta un hombre al que inquiero sobre este último tema en una atestada parada de ómnibus en el parque El Curita, ajeno todavía a la anunciada reanudación del programa de Reunificación Familiar, la eliminación del límite de las remesas y la autorización a los vuelos fuera de La Habana desde aeropuertos estadounidenses, entre otras medidas comunicadas por el Departamento de Estado “para aumentar el apoyo al pueblo cubano” en línea con sus conocidos “intereses de seguridad nacional”.
“Ah, sí, algo de eso oí ayer ―me dice otro, al que abordo cerca del primero―, pero la verdad es que no le presté mucha atención al noticiero. Estaba enredado con otras cosas, usted sabe… Pero por lo que escuché, parece algo bueno, ¿no?”
13. Diez retratos de sábado por la noche
Por Isabel Cristina y Jorge Ricardo
El Malecón los sábados por la noche es un hervidero de pasiones. Un sitio para encontrar bullicio y complicidad. Pasear por el muro después de las 8 es un regalo para los sentidos, una aventura para el alma. Aquí, diez hallazgos:
14. La escultura ecuestre más singular y desconocida de La Habana
Por Kaloian
En la esquina de un parquecito habanero, exactamente donde confluyen la Calzada de Ayestarán y la Avenida 20 de Mayo se alza una de los más singulares y, a su vez, desconocidos conjuntos escultóricos instalados en Cuba. “Los portadores de la antorcha” se llama esta obra ecuestre de la artista Anna Vaughn Hyatt Huntington (1876- 1973), una de las más famosas y reconocidas escultoras estadounidenses.
Por allí circulan cientos de personas en su ajetreo diario. Del mismo modo, a unas pocas cuadras está la Plaza de la Revolución hasta donde llegan casi todos los turistas que pisan la capital cubana. Sin embargo, la escultura pasa desapercibida y casi imperceptible para todos, a pesar de su magnificencia y hermosura.
15. Abel Tablada: “Sin cambios radicales, La Habana no se salvará”
Por Alex Fleites
Abel Tablada de la Torre se graduó de arquitecto en el Instituto Superior Politécnico —hoy Universidad Tecnológica de La Habana— J.A. Echeverría (Cujae), en La Habana (1995). Entre 1995 y 2011 se desempeñó como arquitecto principal e investigador en la Dirección de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la Oficina del Historiador de La Habana. A él se deben algunos proyectos ejecutados de notables renovaciones y restauraciones de inmuebles en el casco histórico de la capital cubana. Como docente ha ejercido en la Cujae y en la Universidad Nacional de Singapur. Posee una maestría (1999) y un doctorado (2006) de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.
16. Pablo
Por Silvio Rodríguez
Silvio Rodríguez, al conocer la noticia del fallecimiento de Pablo Milanés, publicó en su blog personal, Segunda cita, la letra de una canción inédita titulada “Pablo”, dedicada a quien fue, junto a él, fundador del Movimiento de la Nueva Trova y una de sus figuras más descollantes.
La canción, que aparece en su Cancionero (2008), no ha sido grabada nunca en estudio, aunque puede escucharse una versión informal en YouTube.
17. Pablo nos canta
Por Alex Fleites
Hace algunos años coincidí en un restaurante habanero con Nancy Pérez Rey, esposa de Pablo Milanés. Por entonces, el trovador se recuperaba con éxito de una compleja intervención quirúrgica. Nancy, en un gesto de amor, le había donado un riñón, y el cuerpo de Pablo lo aceptaba satisfactoriamente. Me acerqué a su mesa y le pregunté cómo seguía el maestro y le agradecí su gesto altruista a nombre de nuestra cultura. Intercambiamos unas pocas palabras. Como despedida le pedí que le trasmitiera a su esposo que de este lado del mar somos legión los que lo queremos, y que siempre estamos esperando verlo aparecer, guitarra en mano, en cualquier escenario de La Habana. Ella quiso saber mi nombre para sumarlo al mensaje. Pero le dije que eso no importaba, que era solo un cubano.
De regreso a mi mesa, mi acompañante y yo rememoramos lo que significaba Pablo Milanés para cada uno de nosotros. Ella había nacido en un país del sur de América, y nunca lo había escuchado en vivo. Aún así, las canciones de Pablo la habían acompañado en sus sueños juveniles, habían sido vehículo de mensajes amorosos, le habían servido para sentirse parte de un ámbito que sobrepasaba las arbitrarias líneas de las fronteras: era más latinoamericana gracias a Pablo Milanés.
18. La Habana no es una granja: vagabundeo en la ciudad
Por Odette Casamayor
Todos mis caminos en la ciudad conducen al malecón. Mas, a pesar del sol pegando fuerte, lo he tomado ahora no como destino sino como camino mismo. Sin mucha convicción me dejo entonces arrastrar por una invisible pero inevitable corriente de vapor, rumbo a La Habana Vieja.
De ir por dentro y no pegada al mar, en las calles de La Habana del centro habría encontrado siempre la acera de la sombra; pero en el malecón de las diez de la mañana, por estos días de junio no hay manera de escapar a la sensación de sentirse aplastada, ya derretida casi alcanzando el destino, si se tiene destino. De hecho, no soy de las que ahora mismo en esta ciudad conocen su destino: lo he perdido en el momento mismo en que decidí hacer del malecón mi camino. Camino de vagabunda.
19. La ZED Mariel de Cuba: cuando lo prometido es deuda
Por Lucía Rojas
La Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), creada en 2013, fue la primera y única de su tipo en el país. Proyectada para convertirse en la locomotora de la inversión extranjera y la economía nacional, a nueve años de su surgimiento está muy lejos de lo que pudo esperarse y, peor aún, de lo que se necesita.
Si bien es cierto que desde su creación, Cuba ha captado más inversión extranjera que en momentos anteriores, las cifras dadas a conocer tras el recorrido de la máxima dirección del país en julio de 2022 por el área no alcanzan para la complacencia.
El flujo anual de la inversión extranjera que se ha estimado necesario para que esta impulse el crecimiento del PIB de la Isla se halla entre los 2 mil y 2 500 millones de dólares.
Como consecuencia, Cuba necesitaba que en sus nueve años de existencia la ZEDM fuera capaz de captar cerca de 20 mil millones en inversión. Lo logrado, sin embargo, es solo la ejecución de mil millones de dólares, de una inversión comprometida de algo más de 3 mil millones.
20. Turismo: mucho más que edificios-hoteles
Por Juan Triana Cordoví
Cuando usted toma la carretera desde la rotonda, cerca de la Universidad, hasta Guardalavaca, en Holguín, se admira de ver unos quioscos llenos de diferentes variedades de frutas tropicales, en algunos conté más de diez (guayabas, piñas, mameyes, mangos en sus diferentes variedades, plátanos frutas al menos dos variedades, papayas, melones) además de otros vegetales —unos tomates de exposición o de televisión, que es casi lo mismo.
Luego se sorprende cuando no ve esa variedad de frutas en las mesas bufets de los hoteles del lugar, varios de ellos cuatro y cinco estrellas. Pero no hay ningún misterio, ocurre que los campesinos ¡no quieren venderles a los hoteles! Y ocurre que los hoteles ¡no pueden comprarles a los campesinos! Y lo que es todavía más sorprendente, al contrario de lo que ocurría hace unos años atrás, unos y otros tienen “permitido” hacerlo.
21. Me niego a echarle más leña al fuego
Por Carlos Lazo
Me niego a echarle más leña al fuego. La gente se cansa del odio. El odio grita alto y el amor susurra. Pero el amor prevalece.
Todos los días me acuerdo: “¡Te cogí Panchito, te cogí!” y nosotros, niños, jugando “escondidos” o “pegaos”. Todos “a la rueda rueda, de pan y canela”. Y si alguien se caía (o se cansaba) se le daba un chance, se invocaba “pio tai”. Nada de abusar de los indefensos. Sí, me acuerdo.
No puedo sentir odio o menosprecio por la vecina del poquito de sal, sus hijos o sus nietos. Ni por aquella, la del café, que quitaba el pestillo y abría mi puerta sin pedir permiso. “¿Se puede?” (y ya estaba dentro) “¿Ya colaron en esta casa?”
Ninguna promesa de “libertad” me hará olvidar mi esencia. Ninguna geografía podrá hacerme odiar o desearle mal a aquellos a los que dije “¡Entra!”, “¡Choca esos cinco!”. Esa “libertad” sería una prisión amarga si lo único que consigo, en su nombre, es maquinar intrigas para arruinarles la vida a ellos.
Vengo de un lugar donde se decía “¡Abierto!” y se partía en dos el masarreal. ¡Punto! ¡Esa era la ley!
22. Aceite cubano: la escasez, millones de dólares después
Por Lucía Rojas
La carencia de aceite en Cuba no es nueva. Pero aunque la prensa lleva reportando sus sistemáticos altibajos de disponibilidad al menos desde 2019, no hay forma de que aquellos “vientos” se comparen con la “tempestad” actual.
Durante la mayor parte de 2021 y en lo que va de 2022, la comercialización de aceite —más allá de los 250 ml que por persona garantiza la canasta básica mensual— ha sido sensiblemente menor a la demanda. A la escasez no han escapado siquiera las tiendas en moneda libremente convertible (MLC).
23. Murakami y El Tosco
Por Leandro Estupiñán
Cuando pregunté al escritor y cineasta Ryu Murakami (Nagasaki, 1952) a través de su página personal sobre la muerte del siempre controversial, pero increíble músico, José Luis Cortés lo hice sin ninguna esperanza de que pudiera interesarlo con mi comunicación. Sin embargo, a las pocas horas tuve un e-mail con una respuesta.
La notificación había llegado a través de su representante. Me explicaba ella que había pasado mis preguntas a Murakami y que este había escrito un mensaje para mí. Gracias a su gentileza pude saber qué quería decir aquel sólido bloque de ideogramas japoneses que tenía delante llenando mi pantalla como una blonda enigmática: “No tengo palabras, solo eso”.
24. Varela no canta canciones de Pimpinela
Por Michel Hernández
No recuerdo el año de mi primer concierto de Carlos Varela. Creo que fue en algún tramo del parteaguas que fue la década de los 90, esos años que fueron un aldabonazo en el letargo nacional grabado con la dureza de un cincel en la memoria.
La fecha está cercada por la penumbra pero el corazón tiene su memoria y no olvida la sensación electrizante de libertad que vivimos durante una noche que no fue un concierto. O fue eso y mucho más. Varela cantaba y nosotros gritamos nuestra inconformidad, nuestra rebeldía, la turbulencia de nuestra angustia adolescente. La mayoría en esa tierna y convulsa edad posiblemente no sabía lo que clamaba la voz, desconocía a fondo el sentido del grito, y el déficit nacional que proveía del reclamo, pero sabía que con la irredenta vocación de manifestarse estaba siendo parte de una generación que buscaba cambiar lo que veían sus ojos poco acostumbrados a las ausencias que ya se iban sentando a la mesa para empezar con una fuerza metódica el desasimiento de la vida que conocíamos hasta el momento.
25. Remesas: cuando el dólar regresa a la economía
Las remesas son reconocidas como la segunda fuente de divisas fuertes más importante del país. Las remesas juegan un rol vital en la economía cubana y en los ingresos familiares, sobre todo en el actual contexto de crisis económica y ampliación sostenida de la dolarización parcial de la economía.
El proceso de dolarización parcial comenzó en Cuba en octubre de 2019. Ante la mirada escéptica de unos y crítica de otros, se dispuso la venta de equipos electrodomésticos, ferretería y mobiliario, en un número reducido de tiendas de la red minorista.
La finalidad declarada fue captar los “dólares que escapaban del país” en manos de quienes viajaban a otros países para comprar mercancías y luego revenderlas en el mercado informal. Se definió también como una medida “transitoria” en respuesta a la escasez de divisas para la adquisición de insumos, bienes y servicios.
26. Cimafunk y Paul McCartney
Por Michel Hernández
Paul McCartney no lo pensó dos veces. Ron Delsener, un viejo amigo y promotor de Los Beatles durante años, lo invitó a un concierto de Cimafunk en Nueva York con una notable carta de presentación. “Tiene uno de las mejores shows en vivo que he visto”, le dijo Ron a Paul para mostrarle la obra del cubano.
El concierto ocurrió en legendario club Sthepen Talkhouse, en The Hamptons, Nueva York, por donde ha desfilado una galería de estrellas de la música. Paul llegó acompañado de su hija Stella McCartney, una sobresaliente diseñadora de modas. Se sentó discretamente al frente del escenario y comenzó a disfrutar hasta el final el concierto donde escuchó los temas Funk Aspirin, La papa, Relajao, Paciente y la versión de Cimafunk sobre el himno Sex Machine, de James Brown, uno de los héroes musicales del cubano.
27. Ladrillos
Por Alejandro Ernesto
Como buen cubano siempre soñé con tener un Lada, que era también el sueño de mi padre y el de todos sus amigos, que era también el de todos los cubanos, aunque pocos lo alcanzaban y muchos tenían que conformarse con un Moskvitch o un diminuto Fiat Polsky, en el mejor de los casos.
En mi infancia el Lada era El Carro, así con mayúsculas, más popular y utilizado en Cuba. Era el carro de los “pinchos”, en especial aquel modelo 1600 color azul ministro. En un país con eternos problemas de transporte, tener un auto —y más un Lada—, era símbolo de jerarquía, aunque los Ladas también llegaron a los obreros y campesinos más humildes.
28. Algunos antecedentes para entender las protestas en Nuevitas (y otros municipios)
Mucho antes de llegar a Nuevitas, la chimenea de la termoeléctrica Diez de Octubre le anticipa al viajero la ubicación exacta de la ciudad. En los días claros en que la planta trabaja a plena capacidad, su humo es visible a más de 30 kilómetros de distancia, cual representación del espíritu industrioso que en otros tiempos animó a esa población del noreste de Camagüey.
Una sola de las unidades de la “Diez de Octubre” pudiera cubrir con largueza los 16 megawatts/ hora de electricidad que requiere Nuevitas en sus picos de consumo. Lo saben los cientos de trabajadores de la planta y sus familias, y prácticamente hasta el último de los nueviteros. Sin embargo, desde abril —al comienzo de la actual crisis eléctrica— hasta mediados de julio, Nuevitas y el resto los municipios camagüeyanos tuvieron programados sus apagones entre las 5:00 de la tarde y las 5:00 de la mañana. En el horario contrario los cortes eléctricos correspondían a la ciudad cabecera.
29. Bárbaro Marín: un actor “todoterreno”
Bárbaro Marín lleva más de tres décadas ejerciendo la carrera de actor. Aunque ha pasado por varios de los medios que rodean el mundo de la interpretación, encontró en esta profesión su medio natural.
El actor, que ha interpretado personajes meridianos de la escena nacional, es parte de la hornada de artistas cubanos que han logrado que su arte trascienda y rompa los límites geográficos, afianzándose en la arena internacional a base de esfuerzo, constancia y tesón.
Hay personas que avizoran el talento que uno puede llegar a desarrollar. ¿Quiénes fueron los primeros en apostar por su talento?
Hay muchas personas que han influido en mi carrera, pero no puedo dejar de mencionar a Humberto Rodríguez, que más que un maestro es mi segundo padre, alguien muy cercano a mí. Tenemos una amistad que nació en el 1983 y se ha consolidado durante años como una relación de hermandad.
30. Cuba: Irse, quedarse
Por Eric Caraballoso
“De Cuba hay que irse, aunque sea a nado”, me dice categórico un joven, amigo de un amigo, con quien coincidí semanas atrás en Santiago de Cuba. Estamos en casa de mi amigo, a la que hemos llegado por motivos distintos ―yo, para hacer una visita después de tres años sin ir a aquella ciudad; él, para llevar un “mandado”, que, según supe luego, era un dinero enviado por otro amigo desde “afuera”― y, café mediante, el diálogo toma casi inevitablemente el cauce más común de muchas conversaciones en los últimos tiempos en la Isla: el de los miles de cubanos que están saliendo del país mes tras mes, semana tras semana, para intentar llegar a los Estados Unidos.
“Locura es quedarse”, replica el joven cuando mi amigo, más cauto y reflexivo, comenta que le parece “una locura” que tantas personas se lancen al mar o atraviesen selvas, incluso con niños pequeños, y que arriesguen sus vidas y gasten miles de dólares sin tener ninguna seguridad de que lograrán su propósito. “Es que esto no hay quién lo aguante ni quien lo arregle ―se explica―, y mucha gente no está para seguir pasando trabajo y haciendo colas toda su vida. No sé ustedes, pero yo ya tengo reunido casi todo el dinero, y en cuanto lo tenga todo amarrado arranco de aquí, aunque sea para Groenlandia”. “Mira que este es periodista y te va a sacar en un reportaje”, le advierte mi amigo en tono de broma. “Pues que me saque ―le responde el otro―, y que me avise por WhatsApp, porque con suerte espero estar fuera de Cuba para entonces”.