La crisis que atraviesa la masonería cubana desde hace meses tuvo un tenso episodio este domingo, con el enfrentamiento entre dos facciones en pugna por su liderazgo.
El hecho ocurrió en la Gran Logia de Cuba, en La Habana, donde se encararon —e, incluso, llegaron en un momento a los empujones— críticos y partidarios del Gran Maestro Mayker Filema Duarte, de acuerdo con reportes en las redes sociales y medios independientes.
Filema Duarte no es reconocido como líder por buena parte de los masones de la isla. El pasado mayo fue destituido tras una votación de la Cámara Masónica —luego de haber suspendido en marzo las sesiones donde debía elegirse una nueva máxima autoridad— y en su lugar fue electo como Gran Maestro Juan Alberto Kessel Linares.
Sin embargo, Filema Duarte no acepta su destitución, que considera ilegal a los efectos de la institución, pero mantiene el respaldo del Ministerio de Justicia y las autoridades cubanas.
A mediados de junio, cientos de masones se concentraron frente a la sede de la Gran Logia de Cuba para exigir su salida, por considerar que intenta prolongar su mandato más allá del período establecido. Este domingo un grupo volvió al Templo Masónico en rechazo a una convocatoria suya para la celebración de la Alta Cámara con sus partidarios.
Masones cubanos exigen elecciones internas y salida de máxima autoridad de la Gran Logia
Según publicaciones y videos promovidos en las redes, masones opuestos a Filema Duarte intentaron entrar pacíficamente a la Gran Logia, en protesta contra la sesión convocada, pero al ser bloqueados por sus partidarios ingresaron a la fuerza y se mantuvieron hasta horas de la tarde en el lugar.
Dentro del edificio hubo tensiones, empujones y ofensas entre ambas facciones y, finalmente, ante la imposibilidad de celebrar la sesión, Filema Duarte anunció que la misma se pospondría, pero reiteró su intención de no renunciar como Gran Maestro.
Previamente, según reportes no oficiales, había dicho que acusaría ante las autoridades a Kessel Linares y a Víctor Bravo Cabañas, electo como Gran Secretario en la Alta Cámara de mayo. Ambos habían llamado el viernes a sus seguidores a asistir el domingo a la Gran Logia para mostrar su oposición a la sesión convocada por Filema Duarte.
Un día después, Kessel Linares y Bravo Cabañas fueron citados y retenidos por la policía durante varias horas en una estación, de la que salieron con actas de advertencia, según denunciaron sus partidarios y publicaciones independientes.
Filema Duarte asumió el liderazgo de la masonería cubana el año pasado, luego de la salida del anterior Gran Maestro, Mario Alberto Urquía, acusado del robo de 19 000 dólares, lo que desató la actual crisis.
Sin embargo, aun cuando denunció irregularidades financieras de la administración anterior, se ha negado a reconocer su reciente destitución y es visto por quienes se le oponen como una figura cercana al Gobierno, lo que iría contra la independencia de la institución masónica, según sus críticos.
Hasta el momento los medios oficiales cubanos no han hecho mención a lo sucedido.