La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) pronosticó para este domingo una jornada con menos déficit de capacidad de generación respecto a los anteriores días, tras la incorporación de la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Guiteras, la mayor de su tipo en el país.
La planta generadora de Matanzas entró nuevamente al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) luego de varios días de parada por una avería, tiempo en el que se realizaron más de 250 acciones correctivas antes de su arranque.
Para esta mañana estaba previsto un máximo de afectación de 350 MW en el país, mientras que para el horario pico nocturno se espera un déficit de 536 MW, inferior a los 670 MW de la jornada anterior, señala el informe. Con ello, al menos oficialmente, los apagones debe ser menores este domingo a lo largo de la Isla.
Para el horario pico la CTE Guiteras debe completar su funcionamiento con una capacidad de 130 MW, además de la utilización de 188 MW en motores diésel, precisa la información también publicada en los medios nacionales.
Este sábado, de acuerdo con la UNE, también sincronizaron al SEN la unidad No. 2 de la CTE de Santa Cruz con sus 65 MW y la No. 5 de la CTE Rente, de Santiago de Cuba, que debía alcanzar progresivamente los 75 MW.
No obstante, este domingo permanecían fuera de servicio por averías las unidades 5, 6 y 7 de la CTE Mariel, la unidad de la CTE Otto Parellada, la unidad 4 de la CTE Nuevitas y la unidad 2 de la CTE Felton, mientras que la unidad 3 de la CTE Rente sigue en mantenimiento, así como continúan las limitaciones en la generación térmica (457 MW).
Añade el informe que este sábado se afectó el servicio por déficit de capacidad de generación durante las 24 horas y que a las 2:37 a.m quedó restablecido el servicio en todo el SEN por déficit de capacidad, aunque luego se afectó una vez más desde las 6:31 a.m.
Cuba atraviesa desde hace meses una compleja situación electroenergética, signada por las continuas roturas y salidas por mantenimiento de unidades generadoras, así como por problemas con el acceso al combustible.
Estos problemas se traducen en largos apagones, que motivan el descontento social y han convertido el tema en una de las prioridades del gobierno. Las autoridades cubanas se han trazado varias estrategias para su enfrentamiento —la más reciente con vistas a reducir los cortes eléctricos antes de fin de año—, sin que por ahora haya podido paliarse la crisis.