La exposición “Veo islas”, con obras de cincuenta artistas cubanos, inaugurada ayer en Madrid, quiere acercar el arte de la isla a España y explicar la variedad de creadores y de técnicas que se mezclan en sus propuestas.
Aprovechando la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO), que comienza mañana en la capital española, “Veo islas” juega con la idea de Cuba como isla pero también “con la isla interior que todos tenemos”, según cuenta a EFE Ludmila López Domínguez, artista visual y comisaria de la exposición.
Se trata de la primera edición de esta muestra que pretende “seguir creciendo” en la capital española y que durante toda la semana celebrará también conferencias sobre el arte contemporáneo cubano o proyecciones de documentales sobre esta temática.
“Muestra diferentes puntos de vista desde la visión de cada uno de su isla, de su propia isla, nosotros tenemos una relación muy fuerte con la isla, no nos sentimos aislados porque somos muy cercanos, pero sí dentro de eso que es un pequeño espacio”, explica López Domínguez.
Así, dice que cada artista “ha tratado de transmitir ese sentimiento, con técnicas disímiles, desde las más tradicionales a las más modernas que hay, con artistas de muchas edades”, entre los que se encuentran “ocho premios nacionales”.
La complejidad de tener “un espacio” para los artistas dentro del mercado
La cubana reconoce que elegir cincuenta artistas “ha sido muy complicado”, más aún haciéndolo desde España “porque la mayoría de obras se trajeron desde Cuba”.
“Aquí están las dos visiones, de los que estamos dentro y los que estamos fuera, son puntos de vista diferentes porque lo miramos de diferentes lugares pero todos amamos la isla”.
López Domínguez quería con este proyecto ofrecer a los artistas cubanos “un espacio dentro de las artes en este mes que es de las artes” por la fuerza de ARCO en España.
“Tener un espacio es difícil, los artistas plásticos la tenemos difícil, también porque trabajamos desde la individualidad, unirnos no es fácil pero ayuda a poder aunar personas y trabajar con varios colectivos”, apunta.
La cubana lamenta “que el mercado y el arte estén divorciados”, pero cree que este tipo de iniciativas pueden ser “un buen punto de partida” para que se empiece a conocer toda la diversidad del arte de la isla.
En esa línea también se expresa el artista Max Delgado Corteguera, quien considera que “al final el arte no es poderoso sino que es intangible y está por encima” del mercado y del poder.
“Lo poderoso son los espacios que legitiman un arte u otro cuando realmente la creación está más allá de eso, está abierta”, opina.
A su juicio, el arte cubano “sigue sobreviviendo a la necesidad, a la diáspora, a la separación, a la censura o a la marginalidad”, y pide “borrar las fronteras” que se generan entre los artistas que siguen en la isla y los que se fueron.
“Intentemos borrar eso para que haya cubanos de toda clase, de toda ideología, que realmente es la Cuba que queremos”, zanja.
Efe/OnCuba.