El Instituto Sundance tiene un prestigio bien ganado. Desde que fuera fundado por Robert Redford a inicios de los años 80, ha promovido un cine alternativo, independiente de la industria de Hollywood, pero en lo absoluto menor en relevancia y calidad.
Además de organizar el festival del mismo nombre, Sundance se centra en el apoyo a cineastas emergentes de todo el mundo, a través de programas que facilitan el desarrollo de sus proyectos. Nombres célebres hoy como Quentin Tarantino, los hermanos Coen, Guillermo del Toro y Lucrecia Martel, han contado con el respaldo de la institución radicada en Park City, Utah.
Sus contactos con Cuba no son nuevos, en particular a través de proyecciones e intercambios en la Isla o invitaciones a cineastas experimentados, pero ahora Sundance quiere ir más allá. Dos representantes del instituto participan esta semana en la 16ta Muestra Joven ICAIC.
Su intención es clara: descubrir in situ el fermento del nuevo cine que se gesta en el país.
“Sundace siempre ha apoyado a los jóvenes –comenta Paul Federbush, director del programa de ficción del Instituto. Nos interesa mucho el trabajo que hacen, sus ideas y proyectos, porque ellos son el futuro del cine”.
Federbush se reunió el miércoles con un grupo de realizadores participantes en la muestra, junto a Maria Clemen, asistente del programa de documental. Ambos intercambiaron con cineastas cubanos sobre los diferentes programas que lleva adelante su institución y brindaron recomendaciones para que puedan aplicar a los mismos.
Las dificultades de conectividad para acceder al sitio web del Instituto, en particular a las páginas que ofrecen programas de apoyo y convocatorias internacionales, fue una de las preocupaciones recurrentes. Los representantes de Sundance dijeron que conocen la situación de Internet en Cuba y mostraron disposición a colaborar con quienes los contacten directamente vía email.
Paul Federbush, quien ya ha visitado Cuba en siete ocasiones, insistió en la voluntad de su instituto de profundizar su trabajo en la Isla. “El cine cubano ha sido históricamente uno de los más fuertes de América Latina –dijo. Nos gustaría brindar nuestro apoyo para que los jóvenes cineastas puedan continuar su desarrollo”.
Hace dos años iniciaron talleres en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, una experiencia que esperan repetir en 2017. En su primera edición, cineastas reconocidos de Estados Unidos realizaron paneles, impartieron clases magistrales y asesoraron individualmente a un grupo de jóvenes realizadores cubanos.
Esta experiencia les permitió a los cineastas consolidar sus proyectos y varios de ellos fueron presentados ya en el propio Festival de Sundance. Uno de estos realizadores, Armando Capó, fue premiado en el Global Filmmaking Award del festival en 2016 por su filme de ficción Agosto. Mientras, Zoe García y Sheyla Pool mostraron sus documentales Conectifai y Great Muy Bien, en enero de este año en una sección llamada Made in Cuba, donde también participó el colombiano Emanuel Giraldo con un documental filmado en la Isla.
Federbush y Clemen confían en que estos ejemplos no sean los únicos a partir de ahora. En la próxima edición del taller en La Habana esperan reunir a otro prometedor grupo de realizadores para ayudarlos a proyectar su obra internacionalmente.
La selección de los aspirantes corre por su cuenta, por los mismos canales que se utilizan para aplicar a las convocatorias internacionales. Y, aunque por ahora la presencia de Sundance en Cuba se circunscribe a eventos organizados por el ICAIC, sus representantes insisten en que ni esta ni otra institución cubana mediará a la hora de escoger a los participantes y que el único filtro será la calidad de los proyectos presentados.
Hasta entonces, el Instituto Sundance seguirá atento al cine joven cubano. Este domingo, en la clausura de la muestra, entregará por primera vez un premio colateral. Las puertas están abiertas.
Una oportunidad única para intentar colaborar con un evento e institución prestigiosa. Quizás la normalización de las relaciones bilaterales entre los dos países parta necesariamente de iniciativas creativas que apuesten por el arte para luego también hablar de la economía, la ideología y la política.