La fusión única de conga oriental y jazz llega a Australia de la mano del músico y compositor cubano Elio Villafranca, que presenta Cinque, una historia de esclavitud que es “un homenaje a sus raíces y sus tradiciones”.
“Lo que tiene de especial este CD es que estoy utilizando formas de música que no se usan en el jazz. En el jazz latino se usa más la rumba o el 6 por 8, que también están presentes en mi música, pero la conga, que la uso también, es algo que la gente no lo hace mucho en el jazz”, dijo Villafranca en una entrevista con Efe.
Cinque, un álbum doble que lanzó en mayo pasado, se basa en la historia de Joseph Cinque, un agricultor de Sierra Leona del siglo XIX que fue capturado cuando la trata de esclavos ya había sido abolida para ser trasladado a Cuba, pero que logró su libertad tras una rebelión a bordo del barco en el que viajaba.
“Es una de las pocas historias con final feliz, teniendo en cuenta de que se trataba de algo brutal y sanguinario. La trata de esclavos es uno de los momentos más bajos de la humanidad y esa fue la parte triste (de la historia del esclavo)”, relató Villafranca antes de su primer concierto en la Isla Continente.
El músico también recordó que los africanos, durante los años de esclavitud, “tuvieron que coexistir en ese nuevo mundo, reinventar su historia sin instrumentos y despojados de todo, recrear el tambor. Y tiene sentido porque donde está presente el tambor como en Cuba, Haití o Brasil, la identidad es muy fuerte”.
El jazzista originario de San Luis, en la provincia de Pinar del Río, y quien emigró a Estados Unidos en 1995, comentó que Cinque es el resultado de “un trabajo de toda la vida” y un homenaje a sus raíces y sus tradiciones.
En esta línea, el disco, que le llevó investigar y producir 15 años, tiene cinco movimientos. El último de ellos “cierra con una conga festiva y muy abiertos, que incluyen formas musicales cubanas con conga, trompetas y otras formas de ritmos hasta con sartenes y llantas de carro, muchas cosas cotidianas que usa la población cubanas”.
En otro pasaje de una suite rememora su experiencia como niño en las congas, que a veces podían ser peligrosas porque se armaban reyertas, recuerdo que tradujo en su música.
“El jazz refleja esa pelea, como un pulso en que la gente está interactuando entre sí”, explicó el artista que salió de Cuba con una especialidad de percusión y composición clásica y trabajó en la Isla con figuras como Carlos Varela.
Villafranca, quien ha compartido escenario con reconocidos jazzistas como Wynton Marsalis, Giovanni Hidalgo, Eddie Henderson, Miguel Zenó y Johnny Pacheco, se encuentra actualmente centrado en una nueva creación en la que incorporará el baile y, en concreto, lo más vinculado al zapateo.
Con una obra que incluye discos como La Fuente de en Medio (2007) y Encantamientos/Encantaciones (2003), comentó que es probable que mezcle tres culturas, “definitivamente la afrocubana, y probablemente el flamenco y otra del jazz como el baile del tap”.
El músico cubano y profesor universitario dará tres conciertos en Australia, este viernes en la ciudad de Adelaida, mañana en la isla de Tasmania y cerrará la próxima semana en Sídney, ciudad que visita por segunda vez, tras su gira australiana en abril pasado.