ES / EN
- julio 12, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cultura Literatura

Tinta añeja: Gustavo Urrutia y los ideales de una raza

Hizo de esa categoría engañosa pero persistente llamada “raza”, y de sus repercusiones sociales, económicas, políticas y culturales en Cuba, el motivo central de su escritura.

por
  • Eric Caraballoso
    Eric Caraballoso
junio 14, 2020
en Literatura, Tinta añeja
0
"Comparsa" de Oscar García Rivera (1940). Foto: Cubaposible

"Comparsa" de Oscar García Rivera (1940). Foto: Cubaposible

Arquitecto de carrera y periodista por vocación y voluntad, Gustavo Urrutia hizo de esa categoría engañosa pero persistente llamada “raza”, y de sus repercusiones sociales, económicas, políticas y culturales en Cuba, el motivo central de su escritura. Fue, a no dudarlo, uno de los grandes defensores de la causa de los negros y mestizos en Cuba en la primera mitad de siglo XX, y a ello se entregó en cuerpo y alma, no con la intención de promover guetos y rencores, sino de fomentar una integración armoniosa en el proyecto de nación.

Nació en una familia de negros libres en 1881, en La Habana, por lo que conoció bien de cerca las problemáticas que abordaría desde el periodismo. Antes de dedicarse a esta profesión, a la que se entregó por más de 30 años, realizó trabajos como los de contador en la tienda El Encanto y arquitecto, lo que descubre su estatus socioeconómico dentro de la comunidad afrodescendiente cubana. También lo revela su vínculo con el Diario de la Marina, una de las publicaciones más importantes y conservadoras de la época, en la que fundó la conocida sección “Ideales de una raza”.

Ello, sin embargo, aunque se reflejaría sin dudas en sus puntos de vista, no demerita su activismo ni su esfuerzo constante para condenar el racismo y los prejuicios asociados, alentar la superación de los negros y mulatos ―no solo social sino también económica―, e impulsar un diálogo que sirviera como plataforma para la revalorización e integración de estos en la sociedad cubana.

“Ideales de una raza”, que se iniciaría como columna en 1928 y que, gracias a su rápido impacto en los lectores, sería una página independiente de la edición dominical del Diario de la Marina desde fines de ese año y hasta su cierre en 1931, serviría para estos propósitos y mostraría sin ambages el ideal al que Urrutia ―como otros relevantes intelectuales negros de su tiempo― aspiraba. En esta sección escribiría el 8 de julio de 1928:   

“Ahora, ya logrado nuestro progreso cultural y dotados de todas las condiciones requeridas para vivir dignamente en nuestro país, venimos en el ritmo pacífico de la República a pedir cordialmente un papel activo en las funciones edificantes de la vida cívica cubana (no es un atisbo mezquino a las nóminas del Estado) para trabajar con ellos en pro de Cuba de idéntico modo que conspiramos y guerreamos por la independencia todos juntos y a la vez.”

Frente a la práctica segregacionista imperante en otras naciones, y en particular el modelo de la sociedad estadounidense bajo las leyes de Jim Crow, Urrutia abogó por lo que llamó “la solución cubana”: “la que nos va uniendo. La que junta a todos los cubanos en las aulas públicas, en el ejército, la marina, en cada servicio y función de la República, y promueve todas las posibles fusiones humanas”.

El racismo no es un vestigio

Tal era su idea, su credo: el de la unión y cooperación entre negros y blancos, sin que ello significara subordinación de los primeros a los segundos, ni vergüenza o abandono por los de su color de piel de la herencia de sus ancestros ni de sus aportes al entramado sociocultural cubano.

Así, en momentos en que la vanguardia cubana, nucleada alrededor de publicaciones como la Revista de Avance, revalorizaba estos aportes y abría sus puertas a la emergente élite intelectual negra y mestiza, Urrutia llegó a reunir en “Ideales de una raza” no solo a prominentes figuras “de color” como Juan Gualberto Gómez, Regino Pedroso, Regino Boti, Lino Dou y el joven Nicolás Guillén, sino que también convocó a intelectuales blancos del prestigio de Fernando Ortiz, Jorge Mañach, Juan Marinello, Francisco Ichaso y José Antonio Fernández de Castro. Todos ellos firmaron en esta página sus opiniones sobre el llamado “problema negro” y alimentaron el debate en torno al tema, incluso con polémicas como la sostenida en 1931 entre el propio Urrutia y Mañach sobre la forma en que debía producirse la integración racial.

Tras dejar de publicarse “Ideales de una raza” en el Diario de la Marina, Urrutia mantuvo sus colaboraciones sobre el tema en la columna “Armonía”, que hasta ese momento era precisamente una de las secciones de su página dominical. Además, colabora con otras publicaciones, como Adelante, se vincula a la radio y, aunque no llegaría a reunir sus ideas en un libro, sí escribe folletos como “El problema del negro en Cuba” y “Punto de vista del nuevo negro”.

En la radio en particular ofreció charlas en programas como la Universidad del Aire, de la emisora CMQ, y la Hora Cubana, de la CMCE. En este último espacio reafirmaría su postura sobre la importancia de que, no ya los blancos, sino los propios negros y mulatos conocieran y justipreciaran sus raíces étnicas y culturales. Diría:

“Trabajamos para que la mayoría de los negros recobre su propia estimación. El afrocubano que vive sinceramente avergonzado de una herencia racial africana, que en realidad merece tanta consideración como la española, es más esclavo, más ignorante y más infeliz que sus progenitores africanos… no puede considerarse perfectamente instruido el ciudadano de un país negroide que solo conoce la rama blanca de su pueblo”.

El sobreviviente tiene que intentarlo todo

Fallecido en La Habana en 1958, Urrutia mantuvo a lo largo de su vida la labor a favor de los afrodescendientes, no solo desde la prensa sino también desde organizaciones como la Asociación Nacional Contra las Discriminaciones Raciales, fundada a inicios de los años 40 bajo la égida de Fernando Ortiz y en la que ocupó el cargo de vicetesorero.

Como ejemplo de su periodismo y sus criterios sobre el tema racial, les propongo el artículo “Carta a una señorita”, escrito para su columna “Armonías” de la página “Ideales de una raza” y publicado en el Diario de la Marina el 8 de junio de 1930. En él, a través de su respuesta a una supuesta misiva recibida de una joven negra, Urrutia reafirma ante los lectores sus ideas de superación e integración que promovía para los de su color de piel. Unos ideales que contrapuso a la marginación y discriminación a las que eran sometidos tradicionalmente los negros y mestizos, y cuyo estandarte defendió con firmeza y honestidad.

***

Carta de una señorita

Para hoy estaba yo escribiendo unas “Armonías” en las que trataba de explicar las impresiones de cualquier joven o muchacha de color, con alguna cultura, al visitar nuestros comercios, nuestras industrias o cualquiera oficina de las grandes compañías de servicios públicos, y no ver ni una sola persona de nuestra raza entre la multitud de empleados, que son exclusivamente de raza blanca.

Frente a ese cuadro repetido en todas partes nuestros jóvenes, que no suelen ser pensadores, ni sociólogos ni economistas, sino gente llana como la mayoría de esos empleados, con igual instrucción e idéntica probidad, reaccionan en forma compleja y lamentable. Se sienten diferenciados, decepcionados y rencorosos contra el régimen imperante en materia de empleos particulares. La raza blanca ve, sin duda, esa reacción, mas parece no comprenderla.

Aquí mismo he analizado, en sucesivas oportunidades, los distintos aspectos de esta fase dolorosa de nuestro problema económico, y tras de señalar el egoísmo como base de tales exclusiones, que significan la defensa de la subordinada posición que ocupa el cubano blanco en la vida económica del país como último refugio, he inferido que ni con lamentaciones ni con anatemas se remediará nuestra situación angustiosa. Opino que solamente saldremos de este embudo en que nos asfixiamos, tomando la resolución heroica y colectiva de concertar nuestras actividades en dos empeños capitales: el acrecentamiento de la cultura, estudiando y aprendiendo a todas horas, de día y de noche, en el trabajo y en la cama, siempre con el libro a mano; y, por otra parte —aquí está el heroísmo— trabajar como se pueda, en lo que se encuentre, por humilde que parezca. No importa si un doctor trabaja de obrero, no le hace si un letrado vive de jornalero, o si un arquitecto sirve de peón. Así actuaremos de misioneros sociales entre los nuestros. La propia cultura nos realzará a todos.

Lo indispensable es ganar dinero para aplicarla, y economizar para establecerse como profesional o emprender algún negocio o empresa liberadora en la primera oportunidad, para lo cual hace tanta falta el dinero como esa misma cultura que viene siendo nuestro único afán.

El negro, que es quien peor vive en Cuba, necesita hacer ese sacrificio durante un período de veinte años por lo menos. El blanco cubano nos sigue en la pendiente y nos imitará algún día. Cuando se halle en la posición que ahora ocupamos comprenderá mejor nuestras penas de hoy.

Mientras discurría sobre estas ideas recibí la siguiente carta dolorida, de una muchacha de color:

Sr. Gustavo E. Urrutia.

Habana.

Muy señor mío:

Sin ambages, sin rodeos, mostrando la amargura de mi corazón me permito escribirle, esperando encontrar en usted un paliativo a mis angustias. Voy a formularle una pregunta: ¿por qué en muchas casas de negros pudientes que he visto tienen empleadas personas que no son de su raza, mientras que muchas otras (cual yo, la mayoría) sufren con todo su rigor la crudeza de estos días de crisis económica? ¿Por qué no se aprestan a servir a los suyos? ¡Tan necesitados!

Yo, que quiero trabajar y necesito hacerlo, no puedo. Yo, que quiero aprender y necesito hacerlo, me es imposible realizarlo por faltarme los medios para ello. Créalo, señor, me duele profundamente contemplar día tras día tanto error. Tender la mano al que tiene protección es un absurdo. ¡Se da la mano al caído!

He vuelto mi mirada hacia usted con la esperanza de encontrar un remedio a tanto mal que hace que se marchiten las mejores flores del jardín «Negro». Yo no quiero perder inútilmente mis días mejores de juventud, quiero ayudar a mi raza a dar un paso decisivo y gigantesco en la senda del Progreso. Ahora necesito que me ayude, Sr. Urrutia, si está a su alcance.

Deseo que vea coronada por el mejor éxito su labor desinteresada y llena de obstáculos por el desenvolvimiento seguro, aunque lento, de los nuestros.

De usted etc.

Con la carta viene una nota adicional en que me dice:

Tengo el gusto de enumerarle las ocupaciones que puedo llenar: Llevar cuentas en alguna farmacia. Acompañar a una señora sola, leerle, atenderle, el teléfono. Hacerle compras. Cuidar de una oficina. Llenar planillas. Dictar en una academia, auxiliar en las clases.

He aquí una de las consecuencias funestas del régimen de exclusión racial que nos agobia: fomentar en esta joven y en otras personas de color el sentimiento exclusivista contra los blancos.

No, señorita, el negro no debe imitar al blanco preocupado, porque entonces sería, tan inicuo como éste. Necesitamos elevar nuestra ética social y económica por encima de tanta miseria y mantener de nuestra parte la fuerza moral, cuya virtualidad es incontrastable, aunque muchos no lo comprendan.

El caso suyo es el mismo de muchos millares de jóvenes de color, y de muchos millares más de jóvenes blancos, solo que éstos mantienen cierta esperanza en el color de la piel. Cuando el negro cambie de mentalidad y llegue a tener negocios y oficinas también, nunca le aconsejaré que emplee a los de su raza solamente, por ser esto contrario a mi filosofía social y porque no intento crear una burocracia negra, tan parasitaria como la blanca, sino una clase de pequeños propietarios que se baste a sí misma. Lamento no poder animarla o ayudarla como usted espera, aunque pienso que persistiendo hallará lo que solicita, que es bien poco, pero que no cambiará el problema general que nos ocupa.

Si usted es lectora de esta página como parece, habrá visto que nuestra le está vinculada a un movimiento colectivo de rectificación que debemos iniciar los negros para construir nuestra economía. Esta será una prueba más de capacidad y el único remedio que creo infalible para tanta tristeza y tanta penuria.

De usted con todo mi respeto y simpatía.

Gustavo E. Urrutia.

Etiquetas: CubaPeriodismoPortadaracismo
Noticia anterior

Coronavirus en Cuba: 10 nuevos casos, tercer día sin fallecidos

Siguiente noticia

Los otros hermanos de Fermín Valdés Domínguez (II)

Eric Caraballoso

Eric Caraballoso

Corresponsal acreditado de OnCuba en La Habana.

Artículos Relacionados

Premio literario BRICS
Literatura

Los BRICS lanzan en Moscú un nuevo premio literario

por Redacción OnCuba
julio 1, 2025
0

...

Fernández Retamar
Literatura

Cuba recuerda a Roberto Fernández Retamar en el 95 aniversario de su natalicio

por Redacción OnCuba
junio 9, 2025
0

...

Gastón Baquero (Salamanca, 1993).
Foto: Alfredo Pérez Alencart.
Literatura

Gastón Baquero, memoria de un reencuentro

por Josefina de Diego
junio 2, 2025
0

...

Leonardo Padura
Literatura

Leonardo Padura: “Cuba vive una crisis tremenda en todos los sentidos”

por Redacción OnCuba
mayo 30, 2025
2

...

Dulce María Loynaz_poesía La Habana
Literatura

La Habana celebra edición 31 del Festival Internacional de Poesía

por Redacción OnCuba
mayo 26, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
Monumento a los estudiantes de Medicina. Foto: Radio Cubana.

Los otros hermanos de Fermín Valdés Domínguez (II)

El presidente estadounidense Donald Trump estrecha la mano del presidente ruso Vladimir Putin durante una reunión bilateral al margen de la cumbre G-20 en Osaka, Japón, en junio de 2019. Foto: Susan Walsh / AP / Archivo.

Putin defiende a Trump, pero cree que EEUU vive una profunda crisis

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Polvo en Moa emanado de la la Empresa Comandante Ernesto Che Guevara. Foto: Facebook/Kegnar Pereira Matos.

    Ministerio de Energía y Minas responde a malestar por aumento de polvo en Moa

    454 compartido
    Comparte 182 Tweet 114
  • El MLC sigue en picada y cae a su valor más bajo en el año

    88 compartido
    Comparte 35 Tweet 22
  • Cuba recibe “cifras récord” de motocicletas y la empresa de Correos está a punto de colapsar

    445 compartido
    Comparte 178 Tweet 111
  • El Minsap reconoce que “es muy posible” que nueva subvariante de la COVID ya esté en Cuba

    55 compartido
    Comparte 22 Tweet 14
  • Se desconectan otras dos unidades térmicas, pero la UNE prevé una mejoría en la generación

    1993 compartido
    Comparte 797 Tweet 498

Más comentado

  • El primer ministro cubano Manuel Marrero aborda el programa económico de su Gobierno durante el X Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC). Foto: @MMarreroCruz / X.

    El Gobierno reconoce su “más profunda insatisfacción” con los resultados de su programa económico

    251 compartido
    Comparte 100 Tweet 63
  • Los Palacios, tierra de arroz cubano cosechado por vietnamitas

    533 compartido
    Comparte 213 Tweet 133
  • Se agudiza la crisis en la masonería cubana

    578 compartido
    Comparte 231 Tweet 145
  • Tenemos objetivos generales. ¿Y las metas concretas?

    146 compartido
    Comparte 58 Tweet 37
  • Loma de San Juan: ¿patrimonio en el desván?

    33 compartido
    Comparte 13 Tweet 8

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}