Daymé Arocena ha presentado su nuevo trabajo discográfico: Alkemi, un disco que desde el nombre subraya la herencia cultural determinante para su trabajo. En él, según EFE, la artista reivindica un espacio en el pop con la fusión de ritmos afrocubanos mediante los que narra “la historia de empoderamiento femenino y transformación personal de una mujer que escapa al prototipo de la belleza normativa”.
Es la primera vez en la que Arocena, de 32 años, navega en un género en el que nunca se ha visto representada: “Las artistas pop latinas con las que yo crecí, como Selena, Christina Aguilera o Shakira no lucían como yo. Estaría lindo que hubiera más ‘jevas’ afrodescendientes haciendo lo que ellas hacen”, contó a la periodista Alicia Sánchez Gómez.
Alkemi significa “alquimia” en yoruba y, como apunta la entrevista, se trata, además, de una disciplina filosófica basada en la capacidad de transformación del ser humano. En cuanto al disco, aunque englobaba la diversidad rítmica, musical y cultural propia del Caribe, terminó por adquirir un significado mucho más personal.
“La alquimia hace referencia a procesos de transformar, mezclar y explorar para llegar a un resultado. Durante la grabación yo empecé a experimentar cambios en mí, pues venía arrastrando traumas y cosas de mi infancia que he curado a través del álbum”, expresa.
De la mano del productor Eduardo José Cabra (“mitad” de Calle 13, con el nombre artístico de Visitante), la cantante reivindica su espacio en el pop, pero sin renunciar a sus raíces caribeñas.
ADN afrocubano
Arocena no olvida la música afrocubana, que tiene su origen en los esclavos que llegaron desde África a la isla: “Imagina que llegas a un lugar en el que no puedes conservar tu nombre, tu idioma ni tu cultura y en el que tú no eres nada, ¿tendrías ganas de cantar? Pues ellos sí. Los africanos nos sanamos con música”, expresa.
Even the LP title has a back story that ties together the threads of Daymé Arocena’s vision. “It’s the Yoruban word for alchemy,” she said. “I wanted to be clear that I am talking about Black alchemy. It’s a cultural term that speaks of transformation.” https://t.co/0sGyQx1JLt
— New York Times Music (@nytimesmusic) February 23, 2024
En La Habana la artista creció rodeada de los ritmos afrocubanos, recibidos sobre todo de su familia: “Nací en una casa con dos cuartos y un baño en la que éramos 14 personas. Mi abuela a veces tenía que alimentarnos con cinco huevos, y a pesar de la situación, se cantaba y se bailaba todos los días”.
En 2019 la cantante se instaló en Canadá. Luego llegó a Puerto Rico para grabar Alkemi y se enamoró “a primera vista” de la isla, por lo que decidió trasladarse allí junto a su marido: “Ahí me siento como en mi país”, asegura.
Empoderamiento femenino
En consonancia con los principios de la alquimia, el álbum es una mezcla de canciones que hablan de relaciones tóxicas y temas más desenfadados que indagan en la sensualidad de la mujer, como es el caso de “A fuego lento”, una colaboración con el dominicano Vicente García.
El empoderamiento que marca tanto la personalidad de Arocena como su música más reciente se ve reflejado también en “Por Ti”, donde la artista baila frente a la cámara.
“Hay mucha violencia contra las mujeres, se nos juzga constantemente por cómo lucimos y cómo es nuestro cuerpo”, dijo Arocena, quien se embarca ahora en su gira por Estados Unidos, que inicia en Nueva York con un concierto en la sala Sultan Room, en el barrio de Bushwick (Brooklyn) y en la que pasará por Texas, Massachussets y Puerto Rico.
La intérprete cuenta con una discografía antecedida por los discos Sonocardiogram (2019), Nueva Era (2015), One Takes (2016) y Cubafonía (2017).
Efe/OnCuba