Muere la intérprete brasileña Gal Costa

Fue una de las mayores voces de la música popular en Brasil. La información fue confirmada por la oficina de prensa del artista y se desconocía la causa del fallecimiento.

Participó en el disco Tropicália ou Panis et Circencis (Pan y Circo, 1968), piedra clave del movimiento tropicalista, esencial en la historia músical de Brasil. Foto: Folha de São Paulo.

Gal Costa, una de las mayores voces de la música popular en Brasil, murió este miércoles a los 77 años según reportan medios brasileños.

La información ha sido confirmada por la oficina de prensa del artista y se desconoce la causa del fallecimiento. La artista se encontraba en medio de una pausa a sus presentaciones luego de haber sido operada en septiembre para que se le retira un nódulo de una de sus fosas nasales.

Gal Costa, cuyo nombre verdadero es Maria da Graça Costa Penna Burgos, nació en Salvador de Bahía en septiembre de 1945 y fue una de las máximas estrellas de la llamada Música Popular Brasileña (MPB), entre los géneros más importantes del país junto a la bossa nova.

Se le considera parte de una revolución de voces y costumbres en la música desde su irrupción en el escenario nacional en los años sesenta, tal como recuerda el diario Folha de São Paulo en nota donde le junta a grandes como Maria Bethânia, Gilberto Gil y Caetano Veloso, grupo conocido como los Doce Bárbaros.

Participó en el disco Tropicália ou Panis et Circencis (Pan y Circo, 1968), piedra clave del movimiento tropicalista, esencial en la historia músical de Brasil.

En tiempos de dictadura, Costa usó su voz para romper moldes mientras que compañeros como Gil y Veloso estaban en el exilio. Su valentía fue censurada en aquella época oscura a la que consiguió dar luz con presentaciones cargadas de fuerza al son de su guitarra, recuerdan hoy muchos medios de prensa.

Ganadora del Grammy Latino en 2011 por el conjunto de su obra, Costa conversó con distintas corrientes a lo largo de su trayectoria, desde la Bossa Nova hasta el samba, pasando por el rock.

En Cuba se le recuerda en exquisitas versiones, como el “Ámame como soy” de Pablo Milanés, incluído en el disco de 2020 Pablo Querido.

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