Liga de Naciones de Voleibol: ¿Cambiaremos en Julio?

Con su victoria contra Bulgaria, Cuba dio un paso importante en sus aspiraciones de conservar la categoría en el principal torneo anual del voleibol a nivel de selecciones

Jesús Herrera fue uno de los salvadores de Cuba en el partido contra Bulgaria en la Liga de Naciones de Voleibol. Foto: Volleyball World.

Otra semana y no se escucha trap, reguetón, hip hop o algo de reparto en el banco de Cuba. Nada. Julio Iglesias como banda sonora de la selección masculina de voleibol en la Liga de Naciones (VNL). Lo mismo que en los cuatro partidos iniciales. O casi. Jesús Herrera sacando aces de adentro del hombro para darle una victoria agónica en 5 sets a la Mayor de las Antillas en el último duelo del grupo en turno en Orleans, Francia. Pero si hace siete días fue contra Brasil, uno de los favoritos del torneo; esta vez fue versus Bulgaria, uno de las selecciones más débiles de la lid, quienes por el accionar de Cuba se han convertido en rivales directos para evitar el sótano.

De nuevo 3 derrotas: 3-0 contra Japón y los locales, y 3-1 frente a Eslovenia. Sí, caímos ante el líder de la VNL, ante el campeón olímpico y ante el subtitular europeo, pero el problema es cómo. Quizá lo único que se modificó de una presentación a otra fue la actuación del opuesto Jesús Herrera, quien cerró una semana entre los máximos anotadores y en los primeros 3 desafíos de esta estuvo ineficiente, perdido en el taraflex. Su regreso ante Bulgaria con 27 unidades fue el regreso de Cuba a los puntos. La escuadra antillana se cuelga a su zurda como el koala al eucalipto.

Y pensando en seres lentos: tenemos que mirar al coach Nicolás Vives. El equipo no funciona y él sigue masticando, trae un manual y no tiene capacidad de cambiarlo sobre la marcha: si un pasador está más infectivo de lo habitual, pone al otro. Y con el que se termina un juego abre el otro, que en un punto del encuentro empezará a (des)acomodar a los atacadores y habrá que traer al otro… En ese trillo de letanía muere Cuba. Llámese Liván Taboada o Christian Thondike, no importan las diferencias, los errores los hermanan. Y Adrián Goide (tercer pasador, único equipo que lleva tres) aun no toca el balón, y eso que hace un año era casi indiscutible.

El pase, donde más daño le hace al conjunto, es en las acciones de contraataque, los famosos K2: menos del 30 % de los balones que los defensores levantan terminan en acción de punto. Y, en buena medida, es por el acomodo deficiente. Unos auxiliares y opuestos (los únicos que no rotan de todos los conjuntos en competencia) cargados de una temporada larga y los balones no les llegan de la forma acostumbrada.

Pero volvamos al manual de Vives. José Miguel Gutiérrez como primer cambio en el servicio, aunque no haya hecho un ace en todo el torneo. Osnier Mergarejo entra solo si Miguel Ángel López o Marlon Yant no pasan un balón por dos sets seguidos (como ocurrió contra Bulgaria y Mergarejo terminó con 12 puntos viniendo de la banca). Lo mismo con el opuesto Miguel David Gutiérrez con Herrera. ¿Debe un equipo con tanta potencia ofensiva depender de un solo jugador?

Los problemas de los pasadores cubanos han sido recurrentes en la presente edición de la Liga de Naciones de Voleibol. Foto: Volleyball World.

Todo esto sumado a fallos continuos en el servicio: Javier Concepción y Marlon Yant graves en ese aspecto. Una net que extraña a Roberlandy Simón con toda su tensión. No por el bloqueo de punto, sino por el que roza y acomoda la defensa, el que comienza un K2. Asimismo, el posicionamiento de la defensa de campo impide recibir más ataques rivales. Mientras los demás equipos modifican sobre la marcha en dependencia a las zonas por donde están siendo más efectivos los remates del contrario, en Cuba ocurre una inmovilidad total (ese detalle táctico hace que los nipones derroten a los cubanos con tanta facilidad).

Fatal la lesión en los isquiotibiales del líbero Yonder García durante el segundo partido de la semana. Esperemos que descanse, como deberían hacer el resto de los titulares, y no viaje a San Salvador para cumplir la misión de engordar el medallero de la delegación nacional los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Si hubiera una misión, sería la de divertirse en el máximo nivel del voleibol y mostrar el potencial de los atletas cubanos.

Jesús Herrera (#12) fue uno de los salvadores de Cuba en el partido contra Bulgaria en la Liga de Naciones de Voleibol. Foto: Volleyball World.

A falta de 4 choques para el cierre de la ronda de todos contra todos, Cuba se encuentra en el lugar 12 de la tabla de la VNL. Recuérdese que clasifican a cuartos de finales los 8 primeros lugares y que el último de los denominados “Challenger Team” (Bulgaria, Canadá, China, Cuba, Países Bajos y Eslovenia) perderá la categoría. De momento, los búlgaros son quienes ocupan esa posición en la retaguardia.

A partir de del 5 de julio, en Anaheim, Estados Unidos, los antillanos rivalizaran con los locales, Alemania, Irán y Serbia, los tres últimos rivales que están fuera del cuadro de los ocho mejores en la presente edición. Esa es nuestra liga dentro de la Liga de Naciones. Los jugadores por debajo de su nivel. Nicolás Vives superado y todo el sistema de dirección del equipo cubano. Esperemos que Julio Iglesias ya no suene en Los Ángeles.

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