“¡Buenas tardes, gente buena y del comercio!”, dice efusivo un recién llegado a la jornada final de La Semana del Emprendimiento (16-23 de abril), auspiciada por la Embajada británica en La Habana, OnCuba News y su división OnCuba Business.
La frase, en boca de un joven que debe cifrar la treintena, suena demodé. No es para menos. “Gente buena y del comercio” hunde su origen en la neblina del ayer republicano. Puro siglo XX, capitalismo periférico cubano y una empleomanía que merecía ser llamada así por su esmerada cultura de servicio.
Una hora después de lanzado el saludo, el mismo individuo estará hablando en modo siglo XXI.
Su discurso, en medio de otros similares, pone voz a un grupo de jóvenes que, tumbados sobre el césped, discuten cómo llevar a la realidad sus iniciativas empresariales.
Se pronunciarán o escucharán términos como networking, capital semilla, estrategia de marketing, retorno de inversión, incubadora de negocios, targets, escalabilidad.
Ausente hace tan solo una década, esta es una jerga salpicada de anglicismos que señala la transición de un país hacia un modelo de economía más híbrido, menos tieso y centralizado, y con más participación ciudadana.
En el training del grupo se discute sobre la pertinencia de crear una plataforma que brinde servicios de logística, comunicación y marketing a otras mipymes; en particular a un productor de cosméticos naturales y a otro que se dedica a artículos artesanales.
Otros le responden que concebir una mipyme para tercerizar esas funciones de un negocio resulta difícil, porque no hay criterios consensuados sobre esas actividades ni los pagos correspondientes.
“Nadie se pone de acuerdo, sobre todo en el tema financiero”, alega otra de las foristas sentada en cruz sobre la grama verde de la residencia de Sir George Hollingbery, embajador británico en Cuba.
“Bájense de esa nube, caballero. La mayoría de la gente no tiene dinero para cremas naturales, ni cosa que se le parezca. La gente prioriza la comida”, contraargumenta otra chica.
Atenta al movimiento de opiniones, la coach que dirige el simulacro de incubación inculca que todo negocio debe ser rentable y sostenible en el tiempo y tiene que avenirse a una necesidad real del mercado.
“No vamos a especular”, advierte al grupo.
Todo aquí resulta excitante y parece soslayar el hecho de que esas eventuales iniciativas de negocio sufrirán un golpe de realidad cuando se engasten en un modelo que retiene aún mucho lastre inmovilista.
Aún más. El sector no estatal cubano existe en un escenario atrapado en una pugna de mentalidades e intereses que bascula las inseguridades y las breves audacias políticas de la burocracia decisora.
Katia, un hada madrina
Mirando de lejos la escena, Katia Sánchez parece meditar, pero es solo un instante. Si pretendemos un símil para esta chica, un reguilete le haría los honores. Su energía parece no tener fin, como poseída del siempre buscado y nunca conseguido movimiento perpetúo. Sin embargo, su mirada la denuncia. Hay cansancio luego de una semana agitada.
Su plataforma de eventos y comunicación, La Penúltima Casa, ha sido, de nuevo, la responsable de montar un andamiaje cosido con mil y un detalles. Si falla alguno, puede venirse abajo toda la estructura.
La experiencia conseguida hace poco en El Pitch Festival, igualmente para conectar y asesorar emprendimientos en toda la isla mediante el networking, le valió de exitoso balón de ensayo para enfrentar La Semana del Emprendimiento.
“Lo que hicimos fue crear todo un diseño, online y presencial, para fortalecer las capacidades de los negocios en Cuba: dígase TCP, PDL, mipymes, cooperativas”.
¿Qué tal las estadísticas de participación?
Fueron estupendas. Tuvimos profesores dando conferencias sobre los temas más preocupantes para el sector privado en Cuba. Registramos más de 600 inscriptos y tuvimos una media por encima de los 100 participantes simultáneos online.
¿Y eso hace la diferencia?
Es un hito. No creo que se haya hecho un evento online en Cuba que haya tenido esa masa de participantes en red.
¿Cómo lo hicieron?
Por Google Meet.
CONFERENCIAS
16 de abril | 10:00 am | “La persona: clave para el éxito emprendedor” (Presentación PPT) | Raúl Gil. MSc. en Psiquiatría Social y MBA.
17 de abril | 10:00 am | “Dimensiones de la responsabilidad social. Una estrategia para impactos positivos del emprendimiento” (Presentación PPT) | William Bello. Asesor de Marketing y coordinador del Programa Oasis.
18 de abril | 10:00 am | “Experiencias en la aplicación a fondos” (Presentación PPT) | Greta Tilán. Fundadora y CEO de Tilán.
19 de abril | 10:00 am | “¿Cómo elaborar un plan financiero anual?” (Presentación PPT) | Lisandra Tejera. Lic. Economía. Asesora en Contabilidad y finazas.
20 de abril | 10:00 am | “Conocimiento legal es poder: contratación y emprendimiento” (Presentación PPT) | Alexander Torres Ulloa. Asesor temas legales.
22 de abril | 10:00 am | “Posicionamiento de marca en los entornos digitales” (Presentación PPT) | Katia Sánchez. Fundadora y CEO de La Penúltima Casa.
Katia Sánchez, egresada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y con entrenamiento de marketing de negocios “en la mata”, Estados Unidos, posee una visión de conjunto de las tendencias de los negocios privados en la isla.
Hay esferas que están siendo generalmente pretendidas (la venta de alimentos marcha a la cabeza) y otras que están siendo rezagadas o simplemente menospreciadas por los emprendedores. Al fin y al cabo, el mercado lo está decidiendo casi todo ahora.
Lo que la experta persigue, más allá de lidiar con la maleza de problemas que aquejan a la economía y la sociedad cubanas, es el derrame benéfico y conectivo de las iniciativas de la gente.
“Queremos que el desarrollo de los emprendimientos vaya aparejado con mayores oportunidades, más acceso, más valor en la sociedad, y es por eso que estamos trabajando dinámicas de objetivos de desarrollo sostenible y cómo los emprendimientos pueden incidir directamente en los ODS para garantizar que la sociedad saque provecho de la acción de emprendimiento”.
Adoptados en 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, suman 17, y están enfilados a poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para 2030 todas los ciudadanos disfruten de paz, equidad social y de género, y prosperidad.
Cuando faltan apenas seis años para el cierre de la década, la meta, en un planeta atormentado por guerras, estrés climático y desigualdades obscenas, se ha convertido en un horizonte a todas luces escurridizo, casi que correr detrás del viento.
“Si te fijas, muchos emprendedores cubanos están trabajando sobre la base de estos objetivos. Sin embargo, muchos lo hacen sin saberlo”, afirma Sánchez en unos minutos de reposo en el área de la piscina de la residencia diplomática, donde el silencio cede su reino al sonido terapéutico de un surtidor.
¿Cómo están contribuyendo con la “logística” de la comunicación entre los emprendedores, las instituciones y el mercado…?
No hay redes formales, por así decirlo. Lo que hay son articulaciones, que carecen de una organización que las respalde. Lo importante es que iniciativas como la de esta semana van a tener un impacto. Cada uno de los emprendedores que están aquí tiene un impacto sobre círculos comunitarios, instituciones, barrios, así que la acción social de ellos va a parar a una serie de públicos, que no solo son sus clientes, sus consumidores finales; sino que va a una serie de públicos que, a su vez, con otras propuestas, con otros emprendimientos, forman una serie de burbujas interconectadas. El emprendimiento es eso, un agente de cambio social que mueve a otras muchas personas.
Al igual que en El Pitch Festival, se propusieron superar la desventaja de vivir fuera de La Habana…
Claro, ¿por qué hacemos un evento online y no conferencias presenciales? Porque no nos queremos quedar en La Habana. Incluso desde la Embajada nos dicen: “Vamos a trabajar con emprendedores que estén fuera de La Habana”. Obviamente, no es el mismo nivel de acceso y oportunidades el que puede tener un emprendedor en La Habana con otro con las mismas capacidades, igual talento y mismos recursos en Las Tunas, por ejemplo. ¡Cuántas cosas no se pierde ese emprendedor en Las Tunas! Por eso estamos tratando de favorecer y de ampliar esas cuotas de acceso a diferentes espacios.
¿En La Semana… hubo contactos con cubanos en el extranjero interesados en intervenir en negocios en Cuba?
El evento se enfocó más en los emprendedores que están trabajando en el país. De hecho, el Premio al Mejor Emprendedor del Año, que otorga OnCuba, es para emprendedores en la isla, para líderes de mipymes, PDL, cooperativas; en fin, hicimos un énfasis en los que están aquí. Pero definitivamente en las conferencias online vimos a emprendedores que están en la Isla de la Juventud, en Guantánamo, en Santiago de Cuba… y en Miami y en Madrid.
El mapa es vasto…
Están en todas partes y siguen soñando dondequiera que estén. Eso para nosotros es maravilloso.
Un emprendimiento para otros emprendimientos
Hace poco más de un año, en enero de 2023, nació el Fondo de Arte Joven. Fue una iniciativa de la COSUDE, el acrónimo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
El Fondo se articula con la cooperación de varios socios y donantes, como el Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos, Fundación Los Carbonell, ONG CIERIC (Centro de Intercambio y Referencia para Iniciativas Comunitarias) y la Asociación Cultural Habana Clásica.
Todo ese aparato aceita sus mecanismos para la promoción del arte cubano emergente y el apoyo a emprendimientos culturales que realizan sus proyectos creativos desde Cuba, con énfasis en las artes visuales y la música.
El Fondo ofrece una vía de gestión estratégica para articular la cooperación de múltiples donantes y socios de forma que logren sortear las dificultades para colaborar directamente con el arte joven de la Isla.
En un aparte, OnCuba conversó con su coordinadora general, la historiadora Neida Peñalver.
¿Cómo funciona el Fondo?
Funcionamos bajo un esquema de convocatoria y premio. Tenemos un formulario en línea, en el cual los interesados deben describir las características del proyecto, los objetivos y la idea central. Luego la solicitud se evalúa con criterios de selección para determinar la pertinencia de la propuesta, la sostenibilidad y el impacto que pueda tener y otra serie de indicadores. A partir de ahí financiamos estas ideas.
¿Cien por ciento?
Sí, la totalidad, aunque muchos de estos proyectos tienen otros donantes, es decir, vienen cofinanciados y nosotros aportamos el complemento para poder hacer efectiva la idea.
¿Y los propios emprendedores ponen algún dinero?
Muchos proyectos tienen aporte propio de los solicitantes y, por supuesto, en el caso de los emprendimientos casi siempre apoyamos aquellos que previamente tengan una base de gestión y que demuestren una idea o perfil de sostenibilidad.
Entonces, las apuestas del Fondo nunca son para no nacidos o recién nacidos, sino para proyectos que ya caminan solos…
Depende del proyecto. Si tiene que ver con la autogestión, en el caso de artistas visuales, de exposiciones, nace en el momento en que el proyecto es pensado. En el caso de los emprendedores, por lo general apoyamos proyectos asentados.
Entiendo que los fondos no son reembolsables, aunque tampoco son filantrópicos…
No, no tienen devolución; es capital sin retorno. Recuerda que el Fondo para el Arte Joven es sin fines de lucro. Apoyamos para crear oportunidades, en el caso de los artistas, de aprendizaje y conocimiento sobre la vía de la autogestión que les permitan crear un producto cultural que para ellos sea valioso como artistas, y que contribuya a la idea de seguir trabajando y creando en Cuba. Lo mismo ocurre para el emprendimiento.
¿Activan algún modo de fiscalización de lo que dan?
Sí, existe un procedimiento de fiscalización sobre la marcha de los compromisos contraídos con el Fondo. Tienen que dar cuenta de todos los gastos con facturas y comprobantes. Nosotros no damos dinero a los artistas ni a los emprendimientos. Eso está establecido en nuestros términos de referencia, sino que producimos o sufragamos los servicios que estos artistas y emprendedores necesitan para desarrollar un proyecto.
Muchos apoyos a emprendimientos han sido a través del equipamiento técnico que necesitan para funcionar de una manera óptima. Ha resultado muy bien como estrategia de colaboración.
Más allá de la música y las artes visuales, ¿están contemplando otros campos de acción?
Hemos trabajado en torno a una comunidad del arte joven y hemos incursionado en otros perfiles, como la literatura, el teatro, la danza; aunque no sean los ejes fundamentales del trabajo del Fondo. En realidad, no queremos diversificar mucho nuestros objetivos, al menos por el momento. Estamos en nuestro primer año y buscamos impacto y respaldo en un sector específico que pueda crear valor añadido. En eso hemos estado enfocados en esta primera fase.
¿A qué te refieres con valor añadido?
A crear un impacto en determinado dominio del arte. En este caso, en el perfil de artes visuales.
¿Es mensurable, a efectos tan ambiguos como los del arte?
Quizá no a los efectos cualitativos del arte, pero para nosotros sí a los efectos cuantitativos de proyectos apoyados, de espacios de arte creados, de espacios de promoción, nacional e internacional. En un año hemos tenido muchos beneficiarios, entre artistas visuales, músicos y emprendedores, y el desarrollo nos permitirá expandirnos hacia otras formas de creación que es importante apoyar.
¿Cómo podrían ustedes a mediano plazo articularse con el mercado del arte en Cuba, que todavía está gateando, por decirlo de alguna manera?
Al ser una plataforma sin fines de lucro, hasta ahora no estamos manejando ese discurso, aunque conocemos por supuesto los caminos del mercado del arte en Cuba. Ahora mismo, esas no son preocupaciones del Fondo de Arte Joven. Más bien es un camino que recorren los artistas a partir de nuestro acompañamiento. Para ello les proporcionamos las herramientas para construir un producto cultural.
¿Dónde detectan el mayor aporte del Fondo?
En lograr que los intereses e incluso el discurso de la cooperación se articule con el discurso cultural; es decir, esta plataforma ha logrado por vez primera viabilizar formas de gestión que unen a la cooperación y sus agencias con otros actores sociales en función de la cultura.
¿Tienes algún temor de dirigir los esfuerzos del Fondo hacia proyectos que resulten fallidos o de escaso valor respecto a lo invertido?
Yo soy historiadora de formación y dicen los historiadores que escribir la Historia contemporánea es un despropósito, pensando que tal ejercicio exige que pase el tiempo para obtener una distancia analítica. Es muy difícil, aunque tengamos una idea sublimada de lo que estamos construyendo como plataforma, saber de antemano la validez del proyecto que apoyamos.
Sería puramente especulativo definir lo que significa o puede significar el Fondo de Arte Joven a nivel de momento creativo, de generación, de productos que marquen la historia del arte de un país.
Lo puedo decir es que la experiencia de ver los resultados, de ver a los artistas hacer realidad sueños y crear con sinceridad, es una experiencia por la que estamos apostando, más allá de que en el futuro sean esos productos culturales los que marquen un hito en la historia del arte en Cuba.
¿Has tenido roces o problemas con la censura?
No hemos tenido ningún tipo de censura. Creo que estamos trabajando de una manera auténtica y los artistas han hecho lo que han querido. Eso es lo que nos interesa seguir apoyando.
Diplomacia en el jardín
“Ya saben que me gustan mucho los negocios; vengo de ese mundo. Y estoy muy interesado en ayudar a la pequeña empresa, la comunidad de mipymes en Cuba”, dice con soltura el embajador de Reino Unido en La Habana, Sir George Hollingbery, en un video promocional colgado en redes días previos a La Semana del Emprendimiento.
Es un esfuerzo que la delegación británica se toma muy en serio y aparece en su agenda de prioridades en la isla.
El 20 de mayo, el día en que Cuba nació a la vida republicana, se celebrarán los 122 años de las relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre ambas naciones.
Antes de ser reyes, los entonces Príncipe de Gales y Duquesa de Cornualles hicieron historia en marzo de 2019 al convertirse en los primeros miembros de la familia real británica en visitar la Cuba socialista de manera oficial.
Ahora La Semana del Emprendimiento es otro ejemplo de esa voluntad de cooperación, acompañada de un frugal catering que incluye un exquisito jugo de guayaba refrescante en medio de un verano “primaveral”.
Claire Caruth, segunda secretaria de Economía, de Proyectos y Asuntos Políticos, confirma a OnCuba que “estamos apoyando al sector privado aquí como un sector clave para desarrollar la economía y para desarrollar el país en el futuro, porque los emprendedores están haciendo mucho para la economía cubana y para nosotros es la mejor manera de apoyar a Cuba como país.”
Por su parte, Cristina Escobar, oficial de Diplomacia Pública y Comunicaciones de la Embajada explica que “los emprendimientos ofrecen empleo y la posibilidad de modelos económicos que resuelvan problemas que están pendientes en la sociedad. Y ahí hay oportunidades. También a partir de la red que hemos construido alrededor de la Embajada, con el liderazgo del embajador, ha sido interesante conocer la cantidad de cubanos líderes, entusiastas, con muchas ganas de hacer y de quedarse en Cuba para emprender. Hoy mismo el embajador decía en un video que Cuba es un país difícil para empezar, porque los sistemas de apoyo a los negocios pequeños son muy endebles o no suficientes. Sin duda sigue siendo un contexto en el que emprender supone dificultades. Tiene que ver también con la falta de información o de educación en emprendimiento. Ese es uno de los propósitos de esta iniciativa. Nuestro intercambio con los emprendedores es básicamente comprender lo que ellos necesitan. Hemos ofrecido seis conferencias sobre finanzas, temas legales, entre otros, y se han unido centenas de personas. Evidentemente hay una necesidad de conocimiento; es uno de los obstáculos que enfrentan los emprendedores. Lo hemos identificado desde el rol que tenemos y desde el cumplimiento y el respeto de las leyes locales y de la soberanía del país. Y lo hacemos con un aliado como OnCuba, que tiene una experiencia y otro rol dentro de la sociedad cubana, pero al igual que nosotros, contribuye a atender esa necesidad que hemos identificado”.
La Sra. Caruth, al preguntarle, se refirió a las diferencias entre la larga tradición empresarial privada en Reino Unido y estos pasos emergentes en Cuba: “En Reino Unido tenemos infinidad de empresas privadas con experiencia de muchos años y estamos intentando crear vínculos entre empresas de ambos países para compartir nuestra experiencia de cómo construir una empresa en cualquier contexto, a partir de temas como el financiamiento, el marketing… Es cierto que hay diferencias en los contextos cubano y británico, pero hay muchos aspectos y tareas similares en términos empresariales que los emprendedores están obligados a hacer en cada contexto”.