Mi nombre es Jesús Ramón Rodríguez Burgo, soy relojero de la Oficina del Historiador, pertenezco al Gabinete de Restauración y Conservación. Mi función es restaurar los mecanismos de los relojes. Mis primeros pasos como relojero los di con mi padre. Él era relojero y fue quien me metió el bichito del oficio. Luego pasé la Escuela de Relojería, que me dio la base para dedicarme a los relojes antiguos.
A los dieciocho años, más o menos, arreglé mi primer reloj, un despertador ruso que eran los que había en esa época. Una vez me sucedió algo muy curioso y simpático. Trabajaba yo en un consolidado cuando me trajeron un reloj despertador de fabricación suiza. Era un reloj con una máquina muy chiquita, casi del calibre de uno de pulsera. Recuerdo que lo desarmé, lo limpié y lo hice funcionar. Lo entregué listo. Pero al otro día el cliente vino a reclamarme. Imagínate tú, yo había hecho todo bien, y no entendía qué podría haber pasado. Entonces lo abrí y descubrí que se había metido una hormiguita en el mecanismo y había trabado el reloj. Era una cosa inaudita, pero simpática.
El reloj más antiguo que he reparado está en una de las vitrinas del Palacio de los Capitanes Generales. Es un reloj del siglo XVIII que tiene incorporado sonería, o sea, da un toque o campanada parecida a la de los relojes de pared. No llegó a mis manos destruido, pero llevaba más de cien años sin funcionar. Lo desarmé completo. El mecanismo era bastante complejo, pero lo limpié, lo engrasé, ajusté y eché a andar. También tuve el honor de reparar el reloj que perteneció a Félix Varela.
Los relojes monumentales, como los del Palacio de los Capitanes Generales, la Lonja del Comercio y la Estación de Trenes, son un poco complejos de trabajar por el tamaño. No te puedes sentar a una mesa con ellos. Las herramientas que se usan en ellos son muy grandes y a veces hay que trabajarlos entre dos personas. Personalmente los relojes que prefiero reparar son los tipo grandfather o de pie, sobre todo si tienen sistema de fases de luna y sonería sobre tubos. Esos son los que más me gustan porque los veo más bonitos, más curiosos y con más complicación. Para uso personal, ahora tengo un Seiko, pero si me dieran a escoger me gustaría tener un Cuervo y Sobrinos de los modernos.
Mi nombre es Eliel E. Nodal fui restaurador y consevador de metales preciosos por varios anos de tan prestigiosa institucion como lo es el gabinete de restauracion . tuve el gran honor de compartir taller con Don Jesus mi gran amigo y maestro relojero. Mis saludos y respeto a la directora del museo de la plata , al ilustrisimo Eusebio Leal , y a todo el gabinete de restauracion .