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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunirá este jueves con la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner en su apartamento, donde cumple prisión domiciliaria. El encuentro fue autorizado por la justicia argentina y estuvo rodeado de fuertes restricciones para, según las autoridades, preservar la tranquilidad del barrio.
La visita, confirmada por la Embajada de Brasil y el entorno de la expresidenta, se producirá tras la Cumbre del Mercosur, que reúne este miércoles en Buenos Aires a los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Lula asumirá la presidencia pro tempore del bloque regional hasta fines de 2025.
El permiso judicial, emitido hoy miércoles, establece que la reunión deberá realizarse en el domicilio de Fernández, ubicado en el barrio de Monserrat, y que tanto la exmandataria como su visitante deberán “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.
Un escenario aséptico
No se prevé la presencia de militantes ni de prensa en las inmediaciones del edificio. Tanto la defensa de Fernández como la Embajada de Brasil han coordinado los detalles logísticos para evitar cualquier incidente.
La reunión, de carácter estrictamente privado, será la primera entre ambos líderes desde que Fernández fue privada de su libertad.
El encuentro entre Lula y Fernández, ambos referentes de la izquierda sudamericana y protagonistas de una relación política y personal forjada durante sus respectivos gobiernos, se produce en un momento de alta tensión política en Argentina.
Fernández, de 72 años, fue condenada en 2022 a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta en la llamada “causa Vialidad”, fallo que fue ratificado por la Corte Suprema el mes pasado.
Desde el 17 de junio cumple arresto domiciliario, bajo un régimen que restringe sus visitas a familiares, médicos y abogados, salvo autorización expresa del tribunal.
La autorización para la visita de Lula se produce en un contexto de estricta vigilancia judicial sobre las actividades de Fernández.
De hecho, el tribunal que la condenó ya había limitado sus apariciones públicas, especialmente en el balcón de su apartamento, luego de que las manifestaciones de simpatizantes generaran disturbios en la zona.
La resolución que habilita el encuentro con el mandatario brasileño enfatiza el “estricto cumplimiento” de las reglas de conducta impuestas a la expresidenta, incluyendo la prohibición de generar cualquier tipo de alteración en el orden público.
Relación Lula-Fernández
La relación entre Lula y Fernández trasciende lo institucional. El presidente brasileño fue uno de los primeros líderes en expresar su apoyo a la exmandataria tras la confirmación de la condena.
“Observé con satisfacción la serenidad y determinación con la que Cristina enfrenta esta situación adversa y su determinación de seguir luchando”, escribió Lula en sus redes sociales en junio luego de una conversación telefónica con la líder peronista.
Lula, quien también estuvo preso por una condena por corrupción luego anulada por la Corte Suprema de Brasil, recibió en 2019 la visita del entonces candidato presidencial Alberto Fernández, compañero de fórmula de Cristina, en la sede policial de Curitiba donde cumplía su detención.
El encuentro Lula-Fernández tiene lugar en el marco de una cumbre del Mercosur marcada por la falta de sintonía entre el presidente brasileño y su par argentino, Javier Milei, quienes no tienen previsto mantener una reunión bilateral.
Milei, líder liberal de extrema derecha, y Lula, referente del progresismo regional, se han mantenido distantes desde la asunción del argentino en diciembre de 2023, aunque ello no ha impedido la continuidad de los vínculos institucionales en el bloque regional.
Brasil, pro tempore, al frente del Mercosur
Durante la cumbre, Lula asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur con el objetivo declarado de avanzar en la ratificación del acuerdo comercial con la Unión Europea, negociado durante 25 años y aún pendiente de aprobación por parte de varios países europeos.
“Firmaré el acuerdo Mercosur-Unión Europea durante mi mandato como presidente de Mercosur”, declaró Lula antes de viajar a Buenos Aires, subrayando la importancia estratégica del pacto para la región y para el bloque europeo.
En 2025, la relación entre Mercosur y la Unión Europea (UE) se encuentra en un punto clave, marcado por avances significativos pero aún sin la entrada en vigor del esperado acuerdo de libre comercio.
Tras 25 años de negociaciones, el acuerdo político fue alcanzado en diciembre de 2024 y actualmente está en proceso de revisión legal y traducción a los 24 idiomas oficiales de la UE.
Se espera que pueda firmarse hacia finales de 2025, durante las presidencias de Brasil en Mercosur y de Dinamarca en la UE.
Contra el lawfare
El presidente brasileño ha insistido en la necesidad de fortalecer la integración regional y de defender la democracia frente a lo que considera lawfare o utilización política del sistema judicial.
La visita de Lula a Fernández ha generado debate en el escenario político argentino. Para algunos, se trata de un gesto de reciprocidad y solidaridad política, recordando el apoyo que la expresidenta argentina le brindó a Lula durante su propio proceso judicial.
Para otros, la reunión podría interpretarse como una señal de alineamiento político en un contexto de creciente polarización interna, especialmente ante la proximidad de las elecciones de medio término y la exclusión de Fernández de la contienda por su inhabilitación judicial.
La expresidenta, que gobernó Argentina entre 2007 y 2015 y fue vice entre 2019 y 2023, es la figura más relevante del peronismo opositor. Su situación judicial ha generado una fuerte reacción en su base de apoyo, aunque el tribunal ha endurecido las condiciones de su arresto domiciliario para evitar manifestaciones y disturbios.