Migrantes cubanos continúan llegando a Ciudad Juárez, en la frontera de México y Estados Unidos, con la intención de entrar en territorio estadounidense, a más de dos años de la suspensión de los privilegios que les concedía la política de “pies secos/pies mojados”.
Según cálculos de autoridades locales, en los últimos días suman alrededor de mil los llegados a la localidad fronteriza. Enrique Valenzuela, coordinador del Consejo de Atención a Migrantes del Estado de Chihuahua, reportó el arribo de alrededor de 260 cubanos el lunes, otros 252 el martes, 350 el miércoles y 130 el jueves, mientras permanecía “otra cantidad a la espera de ser registrados”.
La mayoría de los migrantes de la Isla “han llegado en familia hasta Ciudad Juárez, donde pasan la noche a la intemperie para no perder su lugar en la fila de registro para el trámite de asilo”, reportó la agencia AFP, citada por el Nuevo Herald.
Mientras, otros 400 cubanos se unieron a una multitudinaria caravana de centroamericanos que avanza por el sureste de México, según fuentes oficiales. Estos migrantes de la Isla habían salido el miércoles de Tapachula, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, rumbo a Ciudad de México, en la caravana denominada “Viacrucis Migrante 2019”.
Los cubanos –unos 800 en total– fueron interceptados por fuerzas de seguridad mexicanas, con la intención de hacerlos regresar a Tapachula, pero aproximadamente la mitad de ellos decidió unirse al contingente multinacional. Hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y guatemaltecos de la caravana los recibieron con aplausos y consignas, de acuerdo con AFP.
Esta caravana es una de las que atraviesan el sur del territorio mexicano con el objetivo de llegar la frontera estadounidense. Actualmente, unos 5,000 migrantes de diversas nacionalidades se encuentran en esa situación, según el Instituto Nacional de Migración de México (INM), aunque otros reportes duplican esta cifra.
Desde hace varios meses, los migrantes han optado por unirse en grandes contingentes, como una manera de enfrentar la amenaza de los grupos criminales y también de sensibilizar a la comunidad internacional.
No obstante, el presidente estadounidense Donald Trump ha calificado las caravanas de “invasión” y “amenaza” para la seguridad nacional de su país, y ha llegado a convocar al ejército para evitar su entrada.
Las autoridades mexicanas tampoco facilitan hoy su desplazamiento y han advertido que aplicarán sanciones a quienes transporten a migrantes. Además, han informado que repartirán “tarjetas de visitante regional” en Chiapas, las que restringirán la movilidad de los migrantes a estados del sur del país e impedirá, al menos en teoría, el que puedan llegar a Estados Unidos.