Después de la “fiesta”, siempre llega la cuenta. Y la cuenta de estas elecciones presidenciales en Estados Unidos sobrepasó los 14.000 millones de dólares, más del doble que la de los comicios de 2016.
Los que más recaudaron y gastaron fueron los demócratas, según un estimado del Center for Responsive Politics, una vez consultadas las cifras puestas a disposición por la Comisión Federal de Elecciones (FEC, por sus siglas en inglés).
El Centro estimó previamente que la elección generaría una recaudación de casi 11.000 mil millones de dólares, pero una extraordinaria afluencia de donaciones políticas en los últimos meses, impulsada por una batalla en la Corte Suprema, y las carreras por la Casa Blanca y el Senado, hizo que el gasto total se disparara como nunca antes.
A esto hay que agregar que en medio de la pandemia, las pequeñas contribuciones subieron considerablemente, así como las donaciones millonarias (hasta de 8 cifras). Otros dos factores a tener en cuenta son que las mujeres batieron récords de donaciones y que los estadounidenses donan cada vez más a candidatos que no se postulan para cargos públicos en su estado, lo cual benefició a los demócratas.
“Los donantes invirtieron cantidades récord de dinero en las elecciones intermedias de 2018, y ahora 2020 fue una continuación de esa tendencia, pero magnificada”, dijo Sheila Krumholz, directora ejecutiva del Center for Responsive Politics. “Hace diez años, hubiera sido difícil imaginar un candidato presidencial que recaudara mil millones de dólares”, reveló.
De hecho, cuando se terminen de cerrar las cuentas del cuarto trimestre, los candidatos deben presentar las cuentas de campaña cada tres meses y la elección de este año verá más gastos que los dos ciclos de elecciones presidenciales anteriores combinados.
Las cifras masivas están encabezadas por un gasto sin precedentes en la contienda presidencial, que se espera que obtenga 6.600 millones solo en el gasto total. Eso es más de alrededor de 2.400 millones que en la campaña de 2016.
El candidato Joe Biden es el primer candidato en la historia en recaudar 1.000 millones. La campaña generó, provisionalmente un récord de 938 millones hasta el 14 de octubre, impulsado por el entusiasmo de los demócratas por derrotar a Donald Trump.
Por su lado, el presidente Trump recaudó 596 millones, lo que de por si representa un gran esfuerzo de recaudación si no fuera por el inmenso botín logrado por Biden.
Sobre este último hay que aclarar que gran parte del efectivo de la campaña de Biden llegó tarde, ya que rompió los récords de recaudación de fondos de un solo mes para septiembre y octubre. Lo mismo puede decirse de los candidatos demócratas que se postularon para el Senado en Carolina del Sur, Maine y Arizona, que ahora ocupan los tres primeros lugares para los mejores trimestres de recaudación de fondos de la historia.
Lo interesante es que los gastos de grupos especiales de contribuciones también está aumentando el costo total de las elecciones. Solo en el mes de octubre, el gasto externo de los súper PAC y otros grupos de grandes cantidades de dinero ascendió a casi 1.200 millones. Y la realidad fue que apostaron más por Biden que por Trump, que no puso un solo centavo suyo en su campaña.
“Cuando Citizens United se creó hace más de 10 años, los conservadores fueron muy ágiles en aprovechar la oportunidad de la desregulación de los grupos de contribuciones políticas”, dijo Sarah Bryner, directora de investigación del Center for Responsive Politics. “Ahora, los grupos liberales han compensado con creces la diferencia y están aprovechando todas las oportunidades disponibles para difundir su mensaje”, agregó.
Las lecciones de la actual situación política en Estados Unidos
Los candidatos (al Senado y la Cámara de Representantes, federal y estatales) y los grupos demócratas han gastado 6.900 millones, en comparación con 3.800 millones de los republicanos. Aunque los gastos de los demócratas cae a 5.500 millones cuando se excluyen las contribuciones de dos candidatos presidenciales multimillonarios, Michael Bloomberg y Tom Steyer.
Pero en algo se parecen los dos partidos: recaudaron más que nunca de pequeños donantes. Los demócratas obtuvieron casi 1.700 millones de donantes pequeños, en comparación con 1.000 millones que fueron a las arcas de los republicanos.
En general, los pequeños donantes representan el 22% del dinero recaudado en el ciclo 2020, una marca sin dudas alta. Estos donantes individuales en las elecciones pasadas fueron apenas el 15%.
Mucho dinero se gasta en la política en Estados Unidos y para el ciclo electoral legislativo del 2022 y presidencial del 2024 va a ser mucho más alto porque las campañas han comenzado ya. Tras la llegada de un demócrata a la Casa Blanca y su éxito recaudando fondos, los republicanos seguramente buscarán recuperar el poder desde hoy mismo.