El agua constituye el 71 % de la superficie terrestre, aunque no se sabe a ciencia cierta cómo ni cuándo llegaron cantidades tan importantes. Una de las teorías es que la trajeran los meteoritos, y un nuevo estudio apunta a un tipo concreto de estos cuerpos: los no fundidos o condríticos.
La investigación que publica hoy Nature, dirigida por la Universidad de Maryland (EE.UU), acerca una respuesta a estas preguntas, tras analizar meteoritos fundidos que estuvieron flotando en el espacio desde la formación del sistema solar hace 4500 millones de años.
Según el informe que cita la agencia española Efe, estos meteoritos tenían un contenido de agua extremadamente bajo; de hecho, se encontraban entre los materiales extraterrestres más secos jamás medidos, lo que permitió descartarlos como fuente primaria del agua de la Tierra.
The ocean covers most of Earth's surface, but no one knows how all this water arrived on our planet.
In a new @Nature study led by @umdgeology's Megan Newcombe (@PlanetaryVolc), scientists examined melted meteorites in space for clues. https://t.co/goO7YIvosd pic.twitter.com/7d8JANu11e
— UMD Science (@UMDscience) March 15, 2023
El descubrimiento podría tener importantes implicaciones para la búsqueda de agua -y vida- en otros planetas, además de ayudar a los investigadores a comprender las improbables condiciones que se alinearon para hacer de la Tierra un planeta habitable.
El equipo analizó siete meteoritos fundidos -o acondritas- que se estrellaron contra la Tierra miles de millones de años después de astillarse a partir de al menos cinco planetesimales, objetos que colisionaron para formar los planetas de nuestro sistema solar.
Analizar agua en materiales extremadamente secos es un reto, pues cualquier resto de agua terrestre en la superficie de la muestra o en el interior del instrumento de medición puede detectarse fácilmente falseando los resultados, apunta el reporte.
Algunas de las muestras de meteoritos procedían del sistema solar interior, donde se encuentra la Tierra y donde se supone que las condiciones eran cálidas y secas. Otras muestras, más raras, venían de los confines más fríos y helados de nuestro sistema planetario.
Aunque en general se piensa que el agua llegó a la Tierra desde el sistema solar exterior, aún no se ha determinado qué tipo de objetos pudieron transportarla.
Los investigadores descubrieron que en las muestras de acondrita el agua supone menos de dos millonésimas partes de su masa, frente a los meteoritos más húmedos -un grupo denominado condritas carbonáceas- que tienen hasta un 20 % de agua en peso, es decir, 100 000 veces más que las muestras estudiadas por Newcombe y su equipo.
Esto significa que el calentamiento y la fusión de los planetesimales provocan una pérdida casi total de agua, independientemente de su lugar de origen en el sistema solar y de la cantidad de agua con la que comenzaron.
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Puesto que, al contrario de lo que se creía, no todos los objetos del sistema solar exterior son ricos en agua, los investigadores concluyeron que el agua probablemente llegó a la Tierra a través de meteoritos no fundidos o condríticos.
Estos descubrimientos, según la coordinadora de la investigación, Megan Newcombe de la Universidad de Maryland, tienen aplicaciones que van más allá de la geología, ya que científicos de muchas disciplinas, y especialmente investigadores de exoplanetas, están interesados en la manera en que el agua llegó a la Tierra por sus profundas conexiones con la vida.
Con información de Efe.