El legendario corresponsal de la CNN durante el mandato presidencial de Donald Trump no podía haber descrito mejor la salida del ya expresidente de la Casa Blanca.
En su cuenta Twitter, el cubanoamericano Jim Acosta dejó sentado: “La salida solitaria de Trump”.
Trump's lonely exit – CNNPolitics https://t.co/Crsh5wWgnI
— Jim Acosta (@Acosta) January 20, 2021
A esto, Acosta agregó una nota de viaje, que comienza diciendo: “en el último espectáculo divisivo antes de salir de la Oficina Oval, el presidente Donald J. Trump se convirtió en el primer jefe del ejecutivo en la historia moderna de Estados Unidos en renunciar a la tradición de asistir a la investidura de su sucesor. En cambio, Trump optó por una ceremonia de salida que dejó al “magnate-de-los-negocios-convertido-en-presidente” con una imagen propia donde aparece diminuto y tan solo como siempre”.
La descripción es real, tanto que durante las dos horas de vuelo entre Washington y West Palm Beach, donde se fue a refugiar en su club privado de Mar-a-Lago, en una especie de “exilio”, sin acceso a Twitter ni Facebook, Trump no se apareció en el espacio de la prensa en la retaguardia del Air Force One para despedirse. A la llegada los periodistas le “respondieron”.
A las 12:01 PM, cuando constitucionalmente el señor Trump ya no era presidente, los miembros del pool de prensa apagaron las cámaras, guardaron los cuadernos de notas, desconectaron las grabadoras y lo dejaron solo en el lobby de Mar-a-Lago. Es más, Jim Acosta cambió de responsabilidad. Ya no cubre las actividades de la Casa Blanca; lo suyo ahora son los asuntos nacionales. Él asegura estar de lo más entusiasmado con la nueva tarea.
El último día de Donald Trump en la Casa Blanca comenzó temprano. Según fuentes de la CNN, apenas pegó un ojo y ni siquiera tuvo la curiosidad de dormir con su esposa por primera vez en la residencia presidencial, aunque fuera la última noche. Aparentemente se despertó a las 6:00 de la mañana e hizo saber que quería salir a la 8:00 para ir directo al aeropuerto.
Atrás dejó sus últimas decisiones, firmó 143 perdones y conmutaciones de sentencias (posteriormente se supo que fueron 144), entre ellos el de su ex asesor y director de campaña, Steve Bannon, con quien tuvo un rifirrafe espectacular a punto de decir que su excolaborador estaba “loco”, lo cual causó algún asombro entre sus íntimos.
En el listado de “perdones” hay un cubanoamericano, el banquero Abel Holtz, de 83 años, que a inicio de los años 90 fue condenado por sobornar a un alcalde de Miami-Beach y obtener beneficios para contratos de inversiones con la alcaldía. En 2006, el expresidente George W. Bush le negó el perdón a Holtz, el banquero que, según dijo un día el fallecido Bernardo Benes, “es el tipo más corrupto que conozco. Se creía invencible en esta ciudad”.
El perdón de hoy fue pedido por el también cubanoamericano y congresista federal, Mario Díaz-Balart y, según la justificación esgrimida, “antes de su condena, el Sr. Holtz, quien era el presidente de un banco local, nunca tuvo problemas legales y no ha tenido otros problemas legales desde entonces. El señor Holtz ha dedicado mucho tiempo y recursos a apoyar causas benéficas en el sur de Florida, incluidas donaciones sustanciales a la ciudad de Miami Beach”.
Antes de despegar de Washington, Trump pronunció un corto discurso en el aeropuerto de Andrews, donde aseguró que “volveremos de alguna forma”.
Y rápidamente pasó cuenta a lo que consideró ser sus éxitos. “Nos ocupamos de los veteranos: un índice de aprobación del 91 por ciento que nunca antes habían tenido, los veteranos nos han dado un índice de aprobación como nunca antes. Cuidamos de nuestros hermosos veteranos, fueron muy maltratados antes de que llegáramos”, dijo.
“También obtuvimos recortes de impuestos, el mayor recorte de impuestos y reforma en la historia de nuestro país con diferencia. Espero que (los demócratas) no aumenten sus impuestos. Pero si lo hacen, ¡se los dije!”, agregó.
Y se acabó. Viró la espalda, subió las escaleras y desapareció en el interior del Air Force One.
Se va pero nos deja el exito, nos deja una nacion prospera y unida, que los medios insisten en desunir. Mil gracias y que dios te bendiga.
Si… Sobre todo eso…. Nos deja una Nacion unida… Bien unida en su contra….
¿Éxito, prosperidad, unión? ¿El señor Efrén habla de la misma república bananera en que Trump convirtió a los EE.UU?