Profesando desinterés, el presidente Donald Trump dijo el miércoles que estaba “demasiado ocupado” con los intereses de la gente como para ver la primera audiencia pública de su proceso de juicio político.
Pero, aunque trató de sugerir que está por arriba de la refriega, el mandatario de Estados Unidos tuiteó una veintena de veces antes del mediodía descalificando el proceso que se desarrolla en el extremo opuesto de la Avenida Pennsylvania, en Washington.
“This ridiculous Impeachment is a travesty, it’s not an inquiry. Just read the transcript.” @LouDobbs
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 13, 2019
“Es una cacería de brujas, una estafa, estoy demasiado ocuparlo para verlo”, dijo el mandatario a los reporteros en la Oficina Oval de la Casa Blanca mientras estaba acompañado del presidente turco Tayyip Erdogan.
“No hay nada ahí. Veo que están utilizando abogados de televisión… No me sorprende porque Schiff no puede hacer sus propias preguntas”, agregó.
Eso fue en referencia al legislador demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes y quien encabeza las audiencias del proceso de juicio político en el Capitolio.
Las audiencias públicas comenzaron el miércoles con dos diplomáticos de carrera que decidieron dar testimonio y juraron hacer honor a la verdad, no a la presidencia.
Las tres palabras que Trump quería oír del presidente de Ucrania
Se trata de William Taylor, encarcado de asuntos en Ucrania, y George Kent, subasistente del secretario de Estado.
Trump es investigado por presionar al gobierno de Ucrania a investigar a sus rivales políticos.
“NEVER TRUMPERS!”, tuiteó Trump en opinión de los funcionarios que testificarían, poco antes de que iniciaran las audiencias.
Los demócratas tratan de demostrar que el presidente trató de extorsionar a un gobierno extranjero, Ucrania en este caso, para que investigara al exvicepresidente demócrata Joe Biden, su rival político. Pero incluso aunque la cámara baja vote a favor de enjuiciar al mandatario, pocos esperan que el Senado –el órgano responsable de llevar a cabo el juicio– al final destituya a Trump, dado que los republicanos son mayoría.