Hoy domingo el gobierno británico elevó el nivel oficial de amenaza de coronavirus del país, advirtiendo que la rápida propagación de la variante Ómicron había empujado al Reino Unido a un territorio de riesgo.
Expertos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte dijeron que la aparición de la nueva cepa altamente transmisible “agrega un riesgo adicional y en rápido aumento para el público y los servicios de atención médica” en un momento en que la COVID-19 ya está muy extendida. Recomendaron elevar el nivel de alerta de 3 a 4 en una escala de 5 puntos. El nivel superior, 5, indica que las autoridades creen que el sistema de atención médica está a punto de verse abrumado.
Los médicos dijeron que la evidencia preliminar muestra que Ómicron se está propagando mucho más rápido que la variante Delta, actualmente dominante. Los funcionarios británicos dicen que es probable que Ómicron reemplace a Delta como la cepa dominante en el Reino Unido en unos días. “Los datos sobre la gravedad serán más claros en las próximas semanas, pero ya se están produciendo hospitalizaciones por Ómicron y es probable que aumenten rápidamente”, dijeron.
Las preocupaciones sobre la nueva variante llevaron al gobierno conservador de Johnson a reintroducir las restricciones que se levantaron hace casi seis meses. Ahora se deben usar nasobucos en la mayoría de los ambientes interiores, se deben mostrar certificados de vacunación para ingresar a los clubes nocturnos y se insta a las personas a trabajar desde casa si es posible.
Sin embargo, muchos científicos dicen que es poco probable que sea suficiente y piden medidas más duras. El gobierno de Johnson está tratando de evitarlas, pero tiene como objetivo ofrecer a todos los mayores de 18 años una vacuna de refuerzo para fines de enero.
Los científicos de Sudáfrica, donde se identificó por primera vez esa variante, dicen que ven signos de que puede causar una enfermedad menos grave que la Delta, pero advierten que es demasiado pronto para estar seguros.
Associated Pres/OnCuba.