El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, alertó este sábado en la cumbre del Grupo de los 20 (G20) que el mundo enfrenta una “emergencia climática sin precedentes”, y citó como ejemplo las inundaciones en el sur de su país.
“Las sequías, inundaciones, tempestades e incendios se vuelven más frecuentes y minan la seguridad alimentaria y energética”, agregó.
El mandatario aseguró que si el mundo no toma acciones urgentes, “esos impactos serán irreversibles”. Mencionó al ciclón que azotó el estado de Rio Grande do Sul, que dejó decenas de muertos y casi medio centenar de desaparecidos.
Lula señaló que el cambio climático no afecta a todos por igual, y que “son los más pobres, mujeres, indígenas, ancianos, niños, jóvenes y migrantes los más impactados”.
Según Lula, los países que más contribuyeron históricamente al cambio climático deben hacer frente a costos más altos. “Esta es una deuda acumulada a lo largo de los siglos”, expresó.
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El mandatario brasileño criticó que en las conferencias de la ONU sobre el clima COP, los países ricos se comprometieron a aportar 100 000 millones de dólares anuales en fondos nuevos y adicional para los países en desarrollo, y que esta promesa no se llevó a cabo.
“Esa promesa nunca fue cumplida”, afirmó. “De nada sirve que el mundo rico se vanaglorie de sus reducciones de las emisiones de carbono si las responsabilidades continúan siendo transferidos al Sur Global”.
Aseguró que Brasil ha hecho su parte al reducir en 48 % la deforestación de la Amazonia comparado con un año atrás, y forjó alianzas con los países amazónicos para discutir la protección del bosque húmedo.
Adelantó que como presidente del G20 en 2024, Brasil lanzará un grupo de trabajo de movilización global frente al cambio climático.
“Esperamos contar con el compromiso de todos para que la belleza de la Tierra no sea solo una fotografía vista desde el espacio“, concluyó.