Recuerdo las malas cintas de mi infancia. Algunos cines del Municipio Playa: el Metropolitan, el Ambassador, el Miramar. El cine como pasatiempo. El cine como transgresión. Ir al cine como quien va a un burdel porque, ahora que lo pienso, en la Cuba de los años noventa, el cine era una forma sublimada de tener sexo.
De niño iba al cine los sábados y los domingos, en la noche y la matinée respectivamente: pasaban películas extrañas en el Metropolitan, una programación urdida quizás en la mente de un administrador psicópata. Vi películas épicas ahí: Mazinger Z, de Gō Nagai; casi todas las de Bruce Lee filmadas entre 1971 y 1973 (Puños de furia, El regreso del dragón, etc.); películas virósicas como Yaltus y Voltus V; filmes donde Jean-Claude Van Damme se supera a sí mismo respecto a su propia violencia (Kickboxer). En el Metropolitan vi todos los Tiburón. Vi a Pedrito Fernández en La niña de los hoyitos —que no era, como su nombre parecía indicar, una película pornográfica—. Vi cintas latinoamericanas demasiado convencidas de su propia genialidad (El lado oscuro del corazón). Vi películas que no debería haber visto: Videodrome, de Cronenberg, a los once o doce años. Recuerdo la escena en la que James Wood, alucinando, se saca del estómago —al cual se le ha abierto una herida que parece una vagina dentada— una pistola. Todavía me perturba Videodrome, la he vuelto a ver y me pregunto cómo pude salir ileso de algo como esto: “La batalla por la mente […] se librará en la arena del video. El videodrome. La pantalla de TV es la retina del ojo de la mente. […] la pantalla de TV es parte de la estructura cerebral. Lo que aparezca en la pantalla de televisión emergerá como una experiencia nueva para quien lo vea. […] la televisión es la realidad y la realidad es menos que la televisión […] Tu realidad ya es en parte una alucinación de video. Si no tienes cuidado se convertirá en una alucinación total. Tendrás que aprender a vivir en un mundo nuevo y extraño.”
Y mientras escribo todo esto pienso que Cuba también ha sido eso: una alucinación total. La película de nuestro país se puede narrar como una sesión de hipnosis. Los nacidos en la década del ochenta saben de lo que hablo: todos tenemos la misma memoria visual. Ejemplo perturbador: la mayoría de nosotros ha visto más de diez veces Alien o Tiburón. Es un dato monstruoso. Generaciones enteras de cubanos no dejan de mirar las mismas cintas. Zombis vivos. Algo que me recuerda, no sé por qué, aquella escena de Siete días en La Habana en la que Elia Suleiman, el director de cine palestino, se interpreta a sí mismo en su viaje a La Habana para entrevistar a Fidel Castro, pero solo lo encuentra —como un poder catódico—en la pantalla del televisor.
Era un cine raro, el Metropolitan. Un cine mutante. Para el escritor cubano Enrique del Risco (Enrisco) fue “un oasis exquisito de aire acondicionado en medio del achicharramiento tropical”. Yo, en cambio, recuerdo el calor. Imposible no comparar los escenarios, imposible no pensar en imágenes contrapuestas. En el esplendor y la ruina. El Metropolitan de Enrisco fue una película que se me escapó, que no alcancé a ver. Un cine amniótico, en una suerte de realidad paralela, lejana. La conjuración de un universo imposible. Porque el Metropolitan hoy es uno más de los cines zombis que endemonian el municipio Playa.
Últimas imágenes: recuerdo que en un Festival de Cine se vio invadido por una plaga de murciélagos que parecían recién salidos de una novela de Stephen King. Que la marquesina daba la impresión de estar en eterna reparación. Los títulos de las películas eran casi anagramas: una vez pasaron “Entreista con el ampiro”, así, sin las uves. Que el baño era el de Trainspotting. Casi ningún interruptor funcionaba: los focos debían encenderse conectando cables pelados. Que la silla de la que vendía las entradas era estilo Frankenstein Tardío. Que tiraban preservativos con agua desde el segundo piso. Que la acomodadora parecía atrapada en una película de los hermanos Marx. Que las butacas manchaban. Que siempre había alguien besando a alguien, masturbando a alguien, llorando por alguien, alguien con los pantalones abajo. Que la oscuridad y el amoniaco del baño eran un narcótico muy poderoso. Que el sonido era horrible: la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los niveles de ruido no deben de exceder los 55 decibeles (dB) durante el día y 45 dB durante la noche, por lo visto la OMS no tenía idea de un lugar llamado Metropolitan. Yo, que de niño tuve temperamento de gallina, temblaba con la cara y los gritos de Jack Nicholson en El resplandor. Y lo mejor: que a las pocas horas salías y te encontrabas con el hecho de que el mundo, tal y como lo conocías, se había acabado.
Pero ¿qué ha sucedido con todos estos cines del municipio Playa?
El Metropolitan: una ruina, el escenario de lunetas rotas y ratones que brillan en la oscuridad.
El Ambassador: un edificio anónimo, una ruina que posee una modalidad infinita de soledad.
El Arenal: una ruina convertida en ruina.
El Cosmos: una ruina convertida en sucursal de la Sociedad Culinaria de Cuba.
El Avenida: reducido a ser un payaso más en el carnaval de las bestias de la farándula local, a la altura de espectáculos impresentables con el siguiente eslogan: “Móntate en mi chivichana”.
Solo el Cine-Teatro Miramar no ha sido superado por la imbecilidad y la ruina; nadie hace noticia por el color de las uñas.
María Zambrano se equivocó al decir que las ruinas constituyen una tragedia sin autor, o cuyo autor es simplemente el tiempo. Ni que estuviéramos en un relato de Borges. Las ruinas son también casos no cerrados. Crímenes archivados. Accidentes en cámara lenta. Y los culpables andan sueltos. Tienen licencia.
¡Buenas tardes señor Padilla! Le felicito por su retrato de época, ha sido muy interesante leerlo, siga así.
Una ves mas se demuestra la inefectividad y consecuencias de control de sistema socialista,que daño le podría hacer a la revolucion que estos cines fueran gestionado por el sector privado,pero ya es tarde,el mundo del cine ha evolucionado mucho y rescatarlos solo traeria perdidas.
buen artículo, muy bien redactado. Verdaderamente es un pena como expesiones de una época degeneran en ruinas. No recuerdo bien, pero una vez escuché decir que en los 50´ Cuba tenia más cines que Nueva York y París….
Orgullosa de mi bella Cuba quiero para ella todo el esplendor, el de antes y el que está por venir!
Vale la critica, siempre que sea constructiva. Ciertamente dan pena ver deteriorarse instalacione que tuvieron y aun pudieran tener un uso social. Lo ideal seria que se rescatara la cultura de ir a los cines, ppero de no ser viable, al menos utilizarlos para cualquier otra cosa, hasta viviendas.
Gilberto, te falto el Roxy (44 e/19 y 21)
Yo naci en el 79 y fui a los mismos cines mas o menos por la misma epoca que el autor de esto… Y no los recuerdo con tanta tristeza y con tanto dolor y rencor… De niño y adolescente yo no reparaba en lo feo y lo roto, sentia, vivia, en fin, que mis viajes a los cines de Playa y el Vedado me alegraban, solo despues de los años, ya en los 2000, empece a fijarme en lo que describe el autor de este articulo, pero de niño y adolescente disfrute esos mismos cines que a el le provocaron tanto sufrimiento… Es obvio que cada cual vive de manera diferente el mismo suceso…
cuanta nostalgia!!! naci y viví gran parte de mi infancia-adolescencia a una cuadra del Metro, como cariñosamente llamabamos al Cine Metropolitan, tendría mil problemas pero para mi era un mundo magico primero y un mundo de sensaciones después que fui creciendo… el primer beso, el primer apretaito… los primeros y al infinito y más allá… jajaja… cuantos recuerdos, King Kong, Tiburón, Fantomas, La Vida Sigue Igual… muchos recuerdos, sobre todo las maltas a granel a $ 0.40 el vaso grande… grandísimo que casi no podías con él después de un buen bocadito de $ 0.80… gracias por tantos recuerdos… lástima de abandono en que se han sumido tantos buenos locales, por no hablar ya de salas de cine… nada, que es más fácil prohibir (las salas de cine 3D) que mantener
En el municipio arroyo vivimos la misma situación que en marianao,que yo sepa solo queda el cine del eléctrico,a lo mejor alguno mas, en santamalia no hay , en los pinos tampoco, en mantilla se fue del aire,en fin desastre total, hace muchos años que no piso un cine
Excelente cierre, manera de escribir bien…menos mal que a OnCuba le quedan sus buenas plumas
Donde es esto en Siria?…ah no!!! Son los “cines” del barrio!!!!
Jajaja y TonyM hablando de crítica constructiva y de rescatar la cultura… Yo te digo a ti que la peor maldición de los cubanos es lo inteligente que somos.
Yo donde vivo ahora no voy mucho al cine. El que me gusta, el de las butacas de cuero, cuesta 16 cabillas, una salida entre la jeva y yo se monta en $32 más taxes, y eso sin las palomitas, que cuestan un huevo, cualquiera pensara que son hechas con maíz cosechado por Hatuey… pero bueno cuando voy la paso bien, como la pasaba en el cine de la Lenin sin aire pero con un ventilador sabroso, no había surround system pero habían unas bocinas rusas atras de la pantalla que los gritos en Resplandor se sentían igual que un conductor de camello gritándote detrás de la oreja que despejaras el pasillo. También me cuadraba la Sala Glauber Rocha, ahí vi Titanic cuando estaba en la secundaria, jejeje esa si tenía aire. Pero bueno esos son los lugares que quedan para la seudo-intelectualidad-progresista, pa que se crean que Cuba Va. Solamente en Cuba pueden inventar cines que no dan dinero pero a la vez pueden mantenerse activos con subsidios estatales.
A mí no me hagan caso, hablen con TonyM, que según él la cosa está en la crítica constructiva y en el rescate de la cultura.
Que pena. Hasta el cine Eyre de mi barrio Lawton era bueno. Quensera de el ahora? Tambien soy de La Lenin y recuerdo que me gustaba mucho su sala de cine, aunque tuve que “meterme” muchas veces y obligado peliculas espantosas o al menos asi las veiamos en esa epoca. Me gustaba mucho el Payret, donde iba mucho a la tanda de las 12 de la noche, el Yara, La Rampa y el Rialto, en los que, aunque tarde ya, pues me fui de Cuba en el ’79 con 17 años, conoci el cine de arte y ensayo. Recuerdo que el Rialto vi en una semana todas las peliculas de Carlos Saura hasta ese momento. En Venezuela segui con esa pasion y fui muchisimo al cine tambien en los 17 años que vivi alli. Casualidad? No se. 17 en Cuba y 17 en Venezuela. No hay nada como ver cine en un buen cine. Sin embargo, ahora vivo en Miami desde el ’95, y aunque no lo crean, por mas que han dicho que las salas son muy buenas, no he ido al cine. Supongo que convergen varias razones. Una debe ser la edad, pues ya no tengo ni 20 ni 30, bueno, ni 40. A eso se suma el avance de la tecnologia con unos televisores espectaxulares y la comodidad del cable y hasta de la Internet, que no tienes que salir de tu casa ni gastar dinero para ver una buena pelicula, hasta las de estreno. Y sobre todo, porque desde que vivia en Caracas nunca me gustaron las salas multicine. No me resigno a tener que ir a un “mall” para ver una pelicula y, o no hacer cola porque no va nadie, o hacet una cola en la que hay gente que va a ver en ese mismo lugar, cualquier otra pelicula que no es la que yo quiero ver, y por tanto diversa en todo sentido. Sere chapado a la antigua, pero no concibo los cines sino como lo qie siempre fueron: salas independientes, con personalidad propia, algunos majestuosos, otros no tanto, pero en ningun caso todos iguales y frios (y no precisamente por el aire acondicionado) como los de ahora.
PD: Miento. Si he ido al cine en Miami, pero muy pocas veces y solo al Tower de la calle 8, que es un cine como los que a mi me gustan.
PD # 2: Era en La Habana, o en Caracas que habia un cine que cuando entrabas todos te estaban mirando porque las puertas estaban a los lados de la pantalla?
Perdonen los errores de ortografia. Es que cambie el Samsung Galaxy Mega “inmenso” que tenia por uno de “tamaño normal” y ahora me cuesta mucho escribir porque al ser mas pequeño, tambien lo es el teclado.
TonyM, quizás no mencionó al Roxy ya que fue remodelado y está irreconocible; tengo entendido q es de SEPSA y funciona como una bóveda.
Con la memorias de los autocines se podría hacer un libro para generaciones de cubanos desconocidos el de Venta tenía el mejor servicio de cafetería en el chicas muy guapas te llevaban en bandejas lo que pidieras hasta instalartelas en las ventanillas delanteras hoy parece ciencia ficción era la época en que proliferaron los piken chiken” con cuartos de pollo y patatas fritas o la dominica la mejor croqueta de Cuba.. Aún se acuerdan de aquello?
Jasan, dirás lo que quieras, pero, y tu propuesta? Ah, sí! cambiar el sistema social, así como ya tu hiciste. Por uno como ese en el que vives, donde hasta para ti, defensor a ultranza de ese sistema, las 16 cabillas que te cuesta el cine te hacen lloriquear y ponerte melancólico recordando otros tiempos en que con calor y sin palomitas, entrabas con la jevita a las tandas de los cines de barrio.
Por si tu comentario logró confundir a alguien, no recrimino la crítica a la situación de los Cines de Barrios pues es la realidad, lo que no aplaudo es que se descargue una verborrea improductiva solo con el ánimo de criticar un sistema social que, con todo y sus imperfecciones, centra como objetivo principal hacer llegar la cultura a toda la población. Que los cines son un desastre, si, pues a por los responsables y a exigir. Da igual si con iniciativa privada, da igual si estatal, pero que funcionen y que el que lo disfrute no termine lloriqueando por el precio, como tú haces ahora
@TonyM:
Como cubano que se las sabe todas al fin, estás hablando cosas que nadie ha dicho.
TonyM, no sé de donde sacas que soy defensor a ultranza de no sé cuál sistema o de que confusión mi comentario puede haber causado. Yo no tengo que dar ninguna propuesta de nada. Yo soy un ciudadano cubano y critico lo que encuentro mal como me de la gana, las veces que me de la gana.
TonyM, el comentario de los $16 dólares fue solamente una viñeta. Si miras el average de salario para la clase media en Estados Unidos te darás cuenta que $16 dólares para ir al cine los puede pagar cualquiera todas las semanas (http://www.npr.org/sections/money/2015/03/19/394057221/how-much-or-little-the-middle-class-makes-in-30-u-s-cities) Que yo tenga otras prioridades (o también opciones) no quiere decir que esté lloriqueando o melancólico.
TonyM, mi problema con tu comentario, es que sutilmente implicas que el problema está en las masas, que de cierta manera han perdido “la cultura de ir al cine”, cuando ciertamente sabes que el problema es que lo cines, al igual que el deporte, necesitan ser subsidiados estatalmente para que el pueblo no se de cuenta que es imposible pagar $16 por la entrada de un cine, o $100 por una entrada a un juego de pelota, y por tanto, que nadie gana dinero suficiente.
TonyM, el sistema social cubano no tiene como objetivo principal hacer llegar la cultura a toda la población, eso es falso, aún si ese fuera el objetivo, la realidad demuestra lo contrario, y que tú repitas esa retórica después de 50 años es bastante deshonesto, o por lo menos, engañoso. Si ves la demográfica del evento cinematográfico de mayor asistencia en Cuba (y posiblemente en la América no anglo-parlante), el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, la mayoría de la gente que va al cine, son gente con escolaridad de nivel medio a nivel superior. En esa demográfica no están ni el albañil, ni el sepsa, ni la cocinera del comedor de la primaria ni el conductor de camello que te mencioné anteriormente. Sin embargo los cines en este país, están llenos todo el tiempo de gente de todas las capas sociales, desde mi hermano menor que está en high school, niños hispanos, negros, blancos, la muchacha que trabaja en la tienda, el enfermero, el camionero, la ama de casa, hasta el que limpia pisos. Todas las semanas, las 52 semanas del año. Aquí te dejo las recaudaciones de los filmes que están pasando esta semana (http://www.flixster.com/movies-in-theaters/). Eso, a pesar de que el cine cuesta $16 al que yo voy y $8 al que va mi hermano menor.
TonyM, los críticos moderados como tú son los que mantienen los cines desbaratados. Siempre hay una solución que no implica cambiar el estado de las cosas, siempre todo se puede resolver dentro del marco de lo que ya está inventado. No será que por casualidad, esta vez, los cubanos nos equivocamos? No sé, tú me dirás cuando arreglen los cines, como las salas de video, y en 3 años estén desbaratados.
TonyM, es una lástima que hayas atacado mi intento de empatizar usando una viñeta cubana, cuando podía haber escrito 10 cuartillas sobre cuanto mejor están los cines, no solo en los Estados Unidos de América, sino en los Estados Unidos Mexicanos, en Canadá, y en una pila de lugares que no son Cuba. Mala mía, rectifico ahora. Los cines en el yuma están echando humo, las películas todas se ven super bien con un clima riquísimo, un sonido espectacular y unas palomitas de maíz que parecen cosechadas por el mismo Hatuey, y a pesar que $16 dólares no son $2 pesos cubanos, voy mucho más al cine en los Estados Unidos de América de lo que fui toda mi vida en Cuba.
No Jasan, no hablo “como cubano que se las sabe todas” sino como cubano que opina sobre todo, que eso si es un virtud, o un defecto, que tenemos casi todos los cubanos, independientemente de que asistan a supercines supervolaisimos isla afuera, o a destartalados cines de barrio, (a los que aun funcionen), isla adentro. Con esto que acabo de decir avalo tu derecho a ejercer tu critica siempre que lo consideres necesario, (evito usar la palabra “gana” porque me remite mentalmente a la necesidad fisiológica de 2do orden, (también llamada “el 2”) y no quiero que pienses que asocio tu comentario con algo así).
Jasan, en cuanto a la razón por la que te considero un defensor a ultranza de ese sistema en el que ahora vives estan en tus opiniones vertidas en el comentario anterior y reafirmadas en este otro (y de hacerme una contra replica a mi comentario de seguro las reafirmaras aún más). La sugerencia de que asociaras a tus criticas una propuesta de solución tenía el único fin de hacer de la critica algo socialmente útil, pues de lo contrario solo sería un desahogo vano. Quien quita y tu propuesta se la panacea esperada?, difícil, pero quién sabe?
Jasan, ahora puedes decir y desdecir lo que quieras, (tamnbien es tu democrático derecho), pero Brother, si lo que cuentas en tu “viñeta” norteamericana no es un llanto…, cito: “El que me gusta, el de las butacas de cuero, cuesta 16 cabillas, una salida entre la jeva y yo se monta en $32 más taxes, y eso sin las palomitas, que cuestan UN HUEVO, cualquiera pensara que son hechas con maíz cosechado por Hatuey”, entonces debo prestarle más atención a mi sobrino de 2 meses, quizás en sus perretas este disertando sobre física cuantica. Por cierto gracias por el link que adjuntaste, encontré otros artículos muy interesante. Pero esas estadísticas no dicen mucho, creo que nada, de los homeles, y me pregunto, podrán gastarse las 16 cabillas cada semana? o solo comparan las palomitas? Sin embargo no quiero dejar de decir en este párrafo, y sin poner ni una comilla, que me sonó muy honesto lo que compartes de tus recuerdos del cine de la Lenin, sin palomitas y con calor remediado por un ventilador.
Jasan, tu problema con mi comentario es que al parecer no lo entendiste, o que te ofendió el que te sugiriera una propuesta para hacer tu crítica constructiva y de ahí en lo adelante todo te sonó sutilmente “ocupado”. Como crees que pueda culpar a la masa, compadre? No, claro que no. Los culpables son los directivos de cultura a instancia municipal, provincial y nacional, que no han dado solución, en este caso particular, al deterioro pasivo de esas instalaciones. En mi comentario lo dije: “Que los cines son un desastre, si, pues a por los responsables y a exigir”. En cuanto a que el salario del cubano medio, sin necesidad de presentar tabla alguna, no da para costear un cine a 16, no digo dólares, ni tan siquiera pesos, es cierto. Justo ahí se manifiesta la intención del Estado de llevar la cultura al pueblo todo, (no digo incluidos los homeles porque acá no los hay). Igual con los juegos de pelota. El Latinoamericano se llena de gente de todos los estratos de la sociedad, desde estudiantes de secundaria hasta el doctor en ciencias, desde el obrero vanguardia, hasta el que en su vida a pinchado y se dedica a vivir del “invento”, desde el que gana apenas 265 pesos cubanos, hasta gente como tú, que vienen de visita y por 0.25 o 0.5USD paga un espectáculo que donde vive le cuesta, cuánto dijiste? Ah, 100 cabillas!! WTF!!
Pero bueno, si a pesar de lo que te digo, (y que se puede constatar, por ti o por quien quiera venir a verlo), aun consideras que nuestro sistema social, quiero decir el de los cubanos isla adentro, (especifico no seas que te ofendas al sentirte incluido), si aún crees que no tiene como objetivo principal hacer llegar la cultura a toda la población. Entonces discúlpame coterráneo por haberte repetido mi “retorica” (aunque en buena lid estamos parejos pues yo leí la tuya, que también cumple más de 50 años).
Por último, y para no hacer este ejercicio más largo. No sé de donde sacas la demográfica de los participantes al Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, pero sin el menor temor le doy crédito al dato que das sobre el nivel profesional de los que asisten. Lo que no entiendo es como es que no te das cuenta que justamente el albañil, el SEPSA, la cocinera del comedor de la primaria, el conductor de camello, entre otros que pudieras haber omitido, están incluidos en esos que portan títulos de nivel medio y algún que otro hasta superior (que si algo si se ha dado acá bien son los profesionales, no serás tu otro de ellos?).
Bueno, solo me resta expresar mi decisión de esforzarme por no ser “un crítico moderado” (que El Señor me libre de eso y de hacer crítica sin propuesta) y decirte, Jasan, que tu viñeta me pareció hasta bonita, bueno, no era un clásico, pero estaba bien. Y de que puedes escribir muchas más cuartillas sobre todo lo bueno que puedas ver y disfrutar el “El Yuma”, para nada lo dudo. Por acá nos quedaremos esforzándonos en arreglar finalmente los cines de barrio, mejorarles el sonido, (si podemos adquirir equipos de sonidos HF “espectaculares” como los de los cines en La Yuma, cuando se acabe el bloqueo). Y mientras seguiremos tomándonos nuestro vino amargo, hasta que seamos capaces de mejorar nuestras cosechas. Por lo pronto, para ti, buen provecho y mejor disfrute.
Coñooooo acere me acuerdo de ir al metropolitan varias veces cuando era niño. Quedaba cerca de mi casa. Hace ya de eso muchos años. Me parecía mucho menos derrumboso en aquellos tiempos. Ahora después de vivir en los estados unidos la mayoría de mi vida y de ser emprendedor veo esas fotos y me parece espantoso. Quisiera poder regresar y compartir lo que he aprendido por acá, para que todos los cubanos sean libres y puedan mejorar sus vidas sin el gobierno jodiendo a toda hora.
A propósito, yo también pasé por la Lenin, pero eso fue antes de irme pal carajo de allá y yo ni sabía que tenían sala de cine. O a lo mejor cuando yo estuve ahí eso ya ni existía.
Hay alguien q se ha escorzado mucho en hacer desaparecer los cines no solo lis que se senalan en este articulo sino en todos Los municipios
en la epoca q menciona y mucho antes
Ir al cine Los jueves dia de cambio de cartelera era una salida, economica y agradable, ademas los que teniamos hijos era el lugar donde lo llevabamos a la tanda de la tarde lo dejabamos y sabiamos que estaban en un lugar seguro, entretenido y tranquilo aunque vieran como mi hijo 15veces Los Piratas del Siglo xx
Se destruyeron lis cines y con ellos los suenos, la tranquiludad de lis padres y los oscuros lugares del primer beso
Para Nelson. Creo que el cine que dices que se entraba por debajo de la pantalla era el Cándido en la Ave 41 en Marianao, se cayó en el 2012. Fui un par de veces de joven y la primera vez que entré me sorprendió mucho no encontrarme la pantalla al frente. http://julioantoniorojasportal.blogspot.com.es/2012/06/derrumbe-del-techo-y-paredes-del-cine.html
Súbito retorno a la infancia y la adolescencia… Recuerdo cuando estrenaron en el Ambassador aquella cinta española titulada Atómica, y en el barrio la vimos todos los días mientras estuvo en cartelera… la entrada al universo “prohibido” del sexo (y a otros mundos igual de atractivos) fue, para no pocos, en la penumbra de esas salas de cine que hoy son como fantasmas estáticos en medio de una sociedad estática
El deterioro de los cines Ambassador y Metropolitan es un crimen teniendo en cuenta la falta de oportunidades de recreacion en Cuba. No obstante reconozco que la industria del cine como la conocemos esta cambiando, por ejemplo el AMC del Mall de las Americas lo estan derribando para hacer un mercado COSTCO. Hoy con la oportunidad de comprar una pelicula por Google Play o el Netflix, casi nadie va al cine, ademas de ser mas caro. Pero no es el caso de Cuba donde estos avances tecnologicos parece que no van a llegar en buen tiempo y hay que recurrir al paquete de la semana y esos espacios se pudieron emplear para promover artistas locales. La debacle total comenzo a finales de los 90, los cines se mantenian porque cuando comenzo la inversion extranjera, muchas compañias hacian publicidad en los festivales de cine y entraba dinerito que permitia su reparacion(quien se acuerda de ” sumate a la hola del nuevo rexona, fresca sensacion, fresca sensacion”, los aires funcionaban, las acomodadoras tenian un uniforme y linterna hasta que llego el comandante y mando a parar con aquello de las debilidades ideologicas y los males del capitalismo etc, etc, etc. A partir de ahi, los Festivales no fueron mas lo mismo, recuerdo que al otro año ya no era igual, los aires no enfriaban y poco a poco se fueron de circulacion, primero el metropolitan, despues el arenal y por ultimo el lido y el ambasador, hasta que los Festivales que eran un fenomeno familiar y del barrio, donde iban las familias, quedo reducido a unos pocos cines en el Vedado, para la farandula cultural y los universtarios porque la viejita del baston ya no podia fajarse con un P4 de playa al vedado.
Yo vivía a dos cuadras del ambassador… creo que mi generación fue la última en disfrutar … la salida de ir al cine en la adolescencia es una pena que los cines ya no le interesen a nadie en Cuba ya que creo que eso no sólo es en playa.. para mí es una de las grandes maravillas de arte .. tengo bonitos recuerdos y esperaba con ancias los festivales de cine pero a esta altura eso se ha perdido . Ahora con le inculco a mi pequeño lo que es ir y disfrutar una peli … en el país en el que vivo que en Cuba quizás no lo podía haber hecho.
En el Metropolitan vi 16 veces Vampiros en la Habana cuando era pequeña, que triste verlo así.
El cine metropolitan actualmente se esta reparando y sera la sede del centro promotor del humor. El arenal esta recien reparado y es la sede de.la compañia opera de la calle