Desgastados por tres años de indecisión en Londres, los líderes de la Unión Europea (UE) concedieron este jueves a regañadientes un poco más de tiempo al ejecutivo británico para que salga del bloque, postergando el proceso durante varias semanas, pero sin eliminar la amenaza de un Brexit caótico.
Después de una reunión que se alargó hasta la noche, el bloque señaló que el Reino Unido podía postergar su salida –programada para el 29 de marzo– hasta el 22 de mayo, siempre y cuando el Parlamento apruebe la próxima semana el acuerdo negociado por la primera ministra Theresa May.
Si el pacto, que ya fue desechado en dos ocasiones previas, es rechazado nuevamente, el Reino Unido tiene hasta el 12 de abril para “indicar los pasos a seguir”. May accedió al plan, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
La profunda incertidumbre entre los dirigentes reunidos en una cumbre de la UE en Bruselas sólo era superada por la intensa ansiedad de los políticos, empresas y ciudadanos brtitánicos. El ejército de ese país incluso montó un puesto de comando en un refugio subterráneo bajo el Ministerio de Defensa en Londres para ayudar a coordinar un plan “sin acuerdo”.
La cumbre del jueves inició con inquietantes advertencias por parte de los líderes de la UE sobre la posibilidad de un Brexit sin acuerdo de por medio.
El presidente francés Emmanuel Macron advirtió que era responsabilidad de los legisladores británicos aprobar un acuerdo para el Brexit y asegurarse de que el Reino Unido no salga estrepitosamente sin un acuerdo con el bloque.
“En caso de que se vote ‘no’… seguro llevará a todos a un no acuerdo”, advirtió Macron. “Se acabó”.
Parlamento le da la espalda otra vez a Theresa May y su plan para el Brexit
La Cámara de los Comunes está dividida, tanto al interior de sus partidos políticos como entre ellos, sobre si salir de la UE y cómo hacerlo. En dos ocasiones rechazó el acuerdo que May negoció con los líderes del bloque europeo a finales del año pasado.
“Todos estamos esperando, esperamos ver cuál es la intención de los británicos”, dijo el presidente del Parlamento de la UE Antonio Tajani. “Todos estamos preocupados”.
Esta semana, May finalmente reconoció que están en un punto muerto con el Brexit y pidió a la UE demorar la salida del Reino Unido hasta el 30 de junio, esperando que fuera tiempo suficiente para obtener la aprobación parlamentaria para el pacto en un tercer intento y luego aprobar las leyes necesarias para una salida ordenada.
Pero en lugar de disminuir, aparentemente la oposición al acuerdo de May está creciendo entre los políticos británicos, después de que la premier culpó al Parlamento del estancamiento sobre el Brexit.
Durante un discurso televisado la noche del miércoles, May acusó a los legisladores de “disputas internas”, “politiquería” y “procedimientos arcaicos”, pero no reconoció ningún error personal en la creación de la disputa.
Una legisladora del Partido Conservador, al que pertenece May, describió el discurso como “tóxico”. La legisladora Anna Soubry dijo que fue “el comunicado más deshonesto y divisivo de cualquier primer ministro”.
En respuesta, May cedió en su tono y llamó a los legisladores a respaldar su plan y se negó a descartar una salida sin acuerdo en caso de no tener el apoyo necesario.
“Lo que importa es que reconozcamos que el Brexit es la decisión del pueblo británico. Necesitamos cumplirles”, dijo la primera ministra a su llegada a Bruselas. “Sinceramente espero que sea con un acuerdo negociado”.