El régimen de precipitaciones experimentó una situación crítica los diez primeros días de septiembre, al representar solo 32 % de la media histórica en toda Cuba, alertó el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez, en una nota publicada por el periódico Granma.
En paralelo, ninguna región alcanzó las cuatro décimas partes de las estadísticas tradicionales, precisó la fuente.
En cuanto a los embalses, el llenado nacional es de 5 041 millones de metros cúbicos (m3), lo que equivale a 55 % de la capacidad total del sistema de represas.
Para el cierre de septiembre, se estima una cifra superior en poco más de 340 000 m3. La insuficiencia en el nivel de agua acumulado en los embalses se acerca a 500 millones de m3, en comparación con el promedio de 5 517 millones para la fecha.
Por otra parte, en siete provincias y 88 embalses el llenado es inferior a la mitad de la capacidad. Cinco de esas instalaciones poseen volumen muerto, por déficit de escurrimiento, lo que significa que sus aguas no pueden ser captadas, alertó el Presidente del INRH.
Respecto a las principales cuencas subterráneas, el directivo desglosó que 12 aparecen en descenso, 43 en ascenso y 46 mantienen estabilidad.
La de Ariguanabo, en La Habana, se encuentra en un momento desfavorable en ascenso; Cuenca Sur, Vento y Jaruco, atraviesan por uno normal, en ascenso.
Problemas con los equipos de bombeo y la crisis eléctrica golpean el abasto de agua en Cuba
Existen 91 obras de capacitación en 61 fuentes de abasto; de ellas, 12 tienen afectación parcial y 79 de forma parcial. Como consecuencia, están perjudicadas, aproximadamente, 39 000 personas: alrededor de 20 000 por insuficiencia habitual, y el resto por sequía.
Para el suministro a la población, está disponible 63 % de la capacidad, muy cercano a la media histórica, agregó Rodríguez.
En el apartado agrícola, el funcionario explicó que tanto en el riego del arroz como en el de la caña, el nivel de agua actual ronda la mitad del máximo.
Se disponen de ocho embalses por debajo de la cuarta parte de sus potencialidades, y en el caso del último cultivo, dos se hallan secos, dato repetido para otras actividades agrícolas, añadió.
El Presidente del INRH indicó que, entre enero y agosto, las lluvias registraron la media de 776 milímetros (mm) en toda Cuba, lo que representa 88 % del promedio.
El occidente de la isla vivió la realidad más favorable, con 962 mm, a un tanto porcentual de coincidir con los números comunes para ese periodo del año, describió.
El oriente cubano, empero, recibió 88 % de las precipitaciones esperadas en la etapa, con 709 mm, y el centro solo las cuatro quintas partes con 696 mm.
Las provincias menos favorecidas fueron Sancti Spíritus (66 %), Las Tunas (72 %) y Camagüey y Holguín (79 %). Un total de 54 municipios mostraron un comportamiento seco, 23 con sequía moderada y 16 con extrema.
Sequías reiteradas
En la última década se han registrado marcados periodos de escasez de precipitaciones, como el que afectó 70 % del territorio nacional de 2014 a 2017, al igual que la sequía meteorológica durante el último trimestre de 2022 y la primera mitad de 2023.
El futuro no se anticipa prometedor. Diversos estudios pronostican que el clima de Cuba tenderá a menos precipitaciones, mayores temperaturas y sequías más intensas, y que para 2100 la disponibilidad de agua podría reducirse en más de 35 %.
La extensión de los periodos secos exigirá una aplicación intensiva de la ciencia, seguimiento, innovación y perspectivas de evaluación ante este extremo climático, sostienen especialistas.
También como consecuencia del cambio climático se proyecta un aumento del nivel del mar, fenómeno que agravará la intrusión salina ante el cual hoy son vulnerables 574 asentamientos humanos y 263 fuentes de abastecimiento de agua, según informes oficiales.
La isla dispone de capacidades para almacenar más de 9 000 millones de metros cúbicos de agua en unos 245 embalses.