El Gobierno cubano estableció un grupo de medidas para lo que llamó “contingencias eléctricas”, con vistas a restringir el consumo de los distintos actores económicos y otras entidades en momentos en que la capacidad de generación no alcance a satisfacer la demanda.
De acuerdo con un decreto publicado este martes en la Gaceta Oficial, que también establece otras medidas para “el control y el uso eficiente de los portadores energéticos y las fuentes renovables”, una contingencia de esa naturaleza puede decretarse cuando por ese motivo “es necesario afectar el servicio eléctrico de forma planificada y sostenida por más de 72 horas”.
Ante esa circunstancia —coincidente con la que la isla ha sufrido de manera reiterada en los últimos años y, en particular, desde hace varios meses— las autoridades adoptarán un conjunto de medidas relacionadas en la normativa, algunas de las cuales ya han ido aplicando durante la actual crisis energética.
Entre estas, cuentan “paralizar los hornos eléctricos y el sistema de climatización en los horarios pico”; “desconectar los frigoríficos, equipos de refrigeración y cámaras frías” en esos propios horarios “siempre que no se afecte el estado de los productos”, y paralizar igualmente los bombeos para el riego agrícola.
En el caso del bombeo de agua para la población, la norma dicta que “donde sea posible, se reordenan los horarios con el fin de evitar su funcionamiento en el pico nocturno”.
Además, fuera del horario de máxima demanda los sistemas de climatización deben mantenerse a una temperatura igual o mayor a los 25 grados Celsius, disposición de la que se exceptúan los climas tecnológicos que por condiciones técnicas demostradas requieran temperaturas menores.
Actores económicos “altos consumidores” deberán generar parte de su electricidad
Menos luces y más multas
Otras medidas decretadas para las contingencias eléctricas son “cumplir con el estudio de acomodo de cargas eléctricas” y “apagar los equipos eléctricos y electrónicos al término de la jornada laboral”.
De igual manera, se debe “reducir la iluminación al 50 % de la capacidad instalada” —una medida que va más allá de un horario en específico y debe ser aplicada tanto por empresas y entidades estatales como por actores privados—, al tiempo que se prevé “desconectar el alumbrado público, dejando solamente el que garantiza la imprescindible seguridad vial y peatonal”.
Los horarios laborales también pueden sufrir cambios. Al respecto, el decreto apunta que “los consejos energéticos determinan de conjunto con los representantes legales de los actores económicos estatales y no estatales, así como las formas asociativas del territorio, el ajuste del horario laboral para desplazar las cargas de máxima demanda”.
El no cumplimiento de estas disposiciones puede ser penado con multas que en el caso de los actores privados ascienden hasta 20 mil pesos. Mientras, los responsables de este tema de las empresas, organizaciones y entidades del Estado serían multados con 5 mil pesos.
La aprobación de las contingencias eléctricas es competencia del Consejo de Ministros, a propuesta del ministro de Energía y Minas. Una vez aprobadas, la Unión Eléctrica establece un “sistema informativo” a través de los medios “para mantener actualizada a la población” durante las mismas, una práctica ya habitual en los últimos años.
Cuba atraviesa una severa crisis que impacta directamente en el sector electroenergético. Las constantes roturas de las plantas generadoras, la mayoría con décadas de explotación, y la falta de combustible, se traducen en prolongados apagones y en un descontento social que ha motivado protestas y críticas sistemáticas al Gobierno.
Este martes la máxima afectación por déficit de generación fue de 1563 MW, mientras que para hoy el pronóstico oficial coloca en 1200 MW la afectación al mediodía y en 1503 MW en el pico nocturno, cuando cerca la mitad del país estará apagado.