En el ojo de la tormenta, el gobierno español enfrenta su mayor crisis de credibilidad tras la publicación de audios y documentos que revelan una compleja red de corrupción en el centro de gravedad del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), salpicando directamente al presidente Pedro Sánchez y a su círculo más cercano.
Las grabaciones, obtenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y entregadas al Tribunal Supremo, han destapado conversaciones explícitas sobre comisiones ilegales, tráfico de influencias y favores a cambio de contratos públicos, en un escándalo que ya es considerado el más grave desde la llegada de Sánchez al poder en 2018.
La trama y los protagonistas
El epicentro del caso gira en torno a tres figuras clave: José Luis Ábalos, exministro y exsecretario de Organización del PSOE; Koldo García, su asesor y presunto operador en la sombra; y Santos Cerdán, hasta hace poco secretario de Organización del partido y considerado uno de los hombres de mayor confianza del presidente.
Pido disculpas a toda la ciudadanía, a los militantes y simpatizantes del PSOE.
No existe la corrupción cero. Pero sí debe existir la tolerancia cero cuando esta se produce.
Seguiré trabajando por lo que siempre he defendido: la política limpia y la regeneración democrática. pic.twitter.com/ynZGk2ftGs
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 12, 2025
Las grabaciones revelan cómo, desde 2014, la red operaba en Navarra y se expandió con la llegada de Sánchez a La Moncloa, extendiéndose a nivel nacional.
En los audios, Koldo García narra cómo llegó a negociar con representantes internacionales, incluyendo gestiones para que el presidente Sánchez hablara con Juan Guaidó, entonces líder opositor venezolano, a cambio de favores relacionados con una petrolera pública venezolana en Estados Unidos.
“Puede llegar a cobrar 500 000 euros al mes durante tres años por mediar en un acuerdo petrolero”, afirma García en una conversación con Ábalos. El exministro, entre incrédulo y resignado, responde: “¿Estamos hablando de 500 000 euros al mes?”.
Las conversaciones, que alternan entre la gestión de comisiones y anécdotas sobre el uso de trabajadoras sexuales- algunas de ellas, según los audios, contratadas en entes públicos bajo su supervisión, muestran el grado de desparpajo y confianza con el que los implicados discutían la repartición de “mordidas” y favores.
“El hijo de puta de Santos me ha utilizado durante 15 años y no me ha dado nada. Y a mí me debe 130 más otros 100. El hijo de puta del Santos se ha quedado con dinero que lo ha hecho delante de mía”, se escucha decir a García, en referencia a Cerdán.
Reacción del gobierno y la presión política
Ante la magnitud del escándalo, el presidente Sánchez compareció públicamente para pedir “perdón” y anunció una auditoría externa de las cuentas del PSOE, en un intento por frenar la debacle política.
Sin embargo, la respuesta ha sido considerada insuficiente por aliados y opositores. “Lo que Sánchez no ha podido ofrecer es reparación (devolver todo el dinero robado) y garantías de no repetición”, criticó la eurodiputada de Podemos Irene Montero, quien además advirtió que “cada vez la distancia con este Gobierno es mayor”.
Para Irene Montero y Podemos, el caso no es un problema exclusivo del PSOE, sino del bipartidismo que, a su juicio, perpetúa la corrupción y la falta de transparencia.
“Es un debate bipartidista en el que nos quieren hacer elegir entre lo malo o lo peor, ya que el PSOE y el PP coinciden en las principales decisiones políticas”, afirmó Montero, quien también criticó la política exterior del gobierno respecto a Israel y el rearme militar.
Por su parte, el alcalde socialista de León, José Antonio Diez, se sumó a las voces críticas dentro del propio PSOE.
“No se puede mirar hacia otro lado, diciendo que no sé nada o que las responsabilidades son de otros. No sé cómo habrán llegado al partido, pero al señor Ábalos y a Santos Cerdán no los nombré yo, ni fueron conmigo recorriendo en coche España para ganar unas primarias, alguien tendrá algo que ver”, manifestó el funcionario.
El escándalo ha reavivado el debate sobre la corrupción sistémica en España y la necesidad de una regeneración democrática, una promesa con la que Sánchez llegó al poder tras la moción de censura contra Mariano Rajoy y el Partido Popular (PP), también marcado por casos de corrupción.
La calle contesta
La indignación ciudadana se ha traducido en protestas en las calles. Más de un millar de personas, convocadas por el partido Vox, de ultraderecha, marcharon este viernes en Madrid para exigir la dimisión de Sánchez, coreando consignas como “Pedro Sánchez, a prisión” y “No es un presidente, es un delincuente”.
El líder de Vox, Santiago Abascal, pidió el apoyo de dos diputados de otros grupos para presentar una moción de censura, ya que su partido cuenta con 33 escaños y el mínimo necesario es 35.
JxCat espera reunirse con Sánchez “en los próximos días” para valorar el “nuevo escenario”.
La dimisión de Santos Cerdán ha dejado en el aire quién será el principal interlocutor socialista con la formación.
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— Telediarios de TVE (@telediario_tve) June 14, 2025
El Partido Popular, otra de las fuerzas de la derecha, ha descartado presentar una moción, aunque su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha sido presionado para que actúe ante la gravedad de la situación.
Entretanto, el informe de la UCO, Unidad Central Operativa, que supera las 500 páginas, detalla la supuesta implicación de Santos Cerdán en la gestión de comisiones en adjudicaciones de obras públicas a favor de Ábalos y García.
Las grabaciones han sido reproducidas ampliamente por los medios, amplificando el escándalo y aumentando la presión sobre el Ejecutivo.