En otro episodio que refuerza el carácter genocida de la ocupación en Gaza, fuerzas de Israel abrieron fuego y lanzaron proyectiles contra una multitud de palestinos que aguardaban la llegada de camiones de alimentos en un punto de distribución en Khan Younis, en el sur del enclave.
El ataque dejó más de 50 muertos y de 200 heridos, según fuentes médicas locales, en lo que organizaciones internacionales describen como la jornada más mortífera en las recientes semanas de reparto de ayuda, reportó la agencia estadounidense Associate Press (AP).
Miles de palestinos, muchos de ellos desplazados y en situación de extrema necesidad, se congregaron desde temprano en la intersección este de Khan Younis, a la espera de la llegada de camiones cargados de harina y otros insumos básicos.
La escasez de alimentos, agravada por el bloqueo israelí y el colapso de los sistemas tradicionales de ayuda, ha obligado a la población a arriesgar sus vidas diariamente para obtener algo que comer.
Testigos relataron que la multitud era principalmente de mujeres, niños y ancianos, quienes se vieron sorprendidos por una explosión seguida de ráfagas de disparos y fuego de tanques israelíes.
“Sobreviví de milagro”, contó Mohammed Abu Qeshfa, uno de los presentes, quien describió escenas de pánico y desesperación mientras las personas caían abatidas a su alrededor.
Proyectiles contra civiles
Según informes de la Defensa Civil y hospitales locales, el ataque comenzó cuando drones israelíes lanzaron misiles sobre la zona, seguidos de disparos de artillería desde tanques apostados a unos 400 metros de la multitud.
El hospital Nasser, el principal centro médico aún operativo en la región, se vio desbordado por la llegada de decenas de cadáveres y heridos, muchos de ellos en estado crítico y con heridas irreconocibles.
Los relatos de los supervivientes son desgarradores. “No queremos harina, no queremos comida. No queremos nada. Solo queremos que dejen de matarnos”, declaró una mujer en el hospital Nasser.
Otros describieron cómo los disparos alcanzaron a personas que simplemente esperaban su turno para recibir una bolsa de harina, mientras los cuerpos yacían en el suelo sin que nadie pudiera socorrerlos.
“¿Por qué dispararon contra los jóvenes? ¿Acaso no somos seres humanos?”, exclamó Samaher Meqdad, quien buscaba a sus dos hermanos y un sobrino entre los heridos y fallecidos.
El Ministerio de Salud de Gaza confirmó que al menos 59 personas murieron en el ataque y más de 200 resultaron heridas, la mayoría por impactos de bala y metralla. Fuentes médicas advirtieron que la cifra podría aumentar debido a la gravedad de muchos heridos y la falta de recursos médicos para atenderlos.
Desde finales de mayo, más de 400 palestinos han muerto y más de 3000 han resultado heridos mientras intentaban acceder a puntos de distribución de alimentos, según datos oficiales.
Los hospitales, desbordados y sin suministros, se ven obligados a atender a los heridos en el suelo, mientras la desesperación crece entre la población.
Sistema montado por Israel y Estados Unidos
El punto de distribución atacado formaba parte de un nuevo sistema de ayuda gestionado por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una organización privada respaldada por Israel y Estados Unidos, que reemplazó a las agencias de la ONU tras el colapso del sistema tradicional de asistencia.
Sin embargo, la ONU y organizaciones humanitarias han denunciado que este sistema es insuficiente, peligroso y viola los principios de neutralidad, ya que obliga a los palestinos a acudir a zonas controladas militarmente y expuestas al fuego israelí.
Israel sostiene que la limitación del acceso a alimentos y la supervisión estricta de la ayuda son necesarias para evitar que Hamás se apropie de los suministros. Este argumento es rechazado por la ONU y grupos de derechos humanos que acusan a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra, lo que agrava la catástrofe humanitaria en Gaza.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, condenó el ataque y exigió una investigación independiente. Türk apuntó que “el uso del hambre como arma y los métodos de guerra de Israel están causando un sufrimiento indescriptible en Gaza”.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch reiteraron que la comunidad internacional debe actuar para detener la matanza de los palestinos en Gaza y garantizar el acceso seguro a la ayuda humanitaria.
A punto del colapso
El sistema de salud de Gaza se encuentro a punto de colapsar, saturado por decenas de personas muertas o heridas cerca de sitios de distribución de ayuda, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), citada por despachos de prensa.
“Estamos caminando por la fina línea gris entre la capacidad operativa y el desastre completo, todos los días”, graficó el doctor Thanos Gargavanis, cirujano de trauma de la OMS y oficial de emergencia en el enclave.
El balance de muertos debido a la ofensiva lanzada por Israel contra la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados por Hamás y sus aliados el 7 de octubre de 2023, roza ya el umbral de los 55 500, mientras que los heridos sobrepasan los 129 000, según afirmaron este martes las autoridades del enclave.