El recién inaugurado hotel Grand Packard, el Oasis de Varadero, el Kurhotel Escambray y la Compañía Inmobiliaria Aurea S.A., forman parte de las adiciones del Departamento de Estado a la relación de entidades cubanas restringidas para las compañías y ciudadanos estadounidenses.
La ampliación de la lista negra, dada a conocer este miércoles, incluye una treintena de hoteles y empresas, incluidas cinco subentidades que ya se encontraban en el listado y que han sido objeto de una actualización.
Las adiciones y enmiendas entrarán en vigor este jueves, poco más de un año después de la publicación de la lista original el 8 de noviembre de 2017, como parte de las medidas del gobierno de Donald Trump para limitar los negocios y los viajes de los estadounidenses a Cuba.
La empresa Residencial Tarara S.A., la de Servicios de Telecomunicaciones a los Órganos de la Defensa (SERTOD) y el conjunto de plazas comerciales de la compañía Gaviota en diferentes polos turísticos de la Isla, son otras de las añadidas ahora, junto a 16 hoteles, entre ellos el SO/ Havana Paseo del Prado, que ni siquiera ha abierto sus puertas todavía.
En tanto, fueron motivo de enmienda por haber cambiado de nombre los hoteles Fiesta Americana Holguín Costa Verde, Fiesta Americana Punta Varadero, Labranda Cayo Santa María, y la Empresa de Certificación de Sistemas de Seguridad y Protección, también conocida como ACERPROT.
John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump, ya había adelantado el 1 de noviembre en Miami que el Departamento de Estado agregaría más empresas a la lista, en respuesta al apoyo de La Habana al gobierno de Venezuela.
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Hasta ahora, el listado afectaba a unas 180 entidades, principalmente empresas controladas por los servicios militares, de inteligencia y de seguridad de Cuba. Entre estas, resalta el conglomerado empresarial del Ejército, el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), de amplio presencia en el comercio minorista cubano, y el grupo de turismo de esa entidad: Gaviota, que controla alrededor de la mitad de las habitaciones en establecimientos turísticos de la Isla.
La ampliación del Departamento de Estado eleva hasta 205 las entidades y subentidades restringidas, aunque las operaciones relacionadas con los cruceros y aerolíneas estadounidenses continúan eximidas.
A raíz de la publicación del listado original, el economista Juan Triana dijo a la agencia EFE que pese a las restricciones, los negocios de Gaesa no sufrirían demasiado, ya que sus intercambios con empresas estadounidenses eran “casi insignificantes”.
Triana explicó que aunque el conglomerado tiene “un peso importante, sobre todo en el turismo” no controla cadenas hoteleras como Cubanacán o Gran Caribe, y que, además, “el 70 por ciento de la economía cubana se sustenta en sectores fuera de su control, como el azucarero, el níquel, la producción de ron o tabaco, la biotecnología o la explotación de petróleo”.
No obstante, el Departamento de Estado advirtió este miércoles que seguirá “actualizando periódicamente” la lista, en medio de un marcado retroceso de las relaciones bilaterales, tras el “deshielo” promovido por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro.
El que fuera asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, lamentó la medida en un tuit, en el que aseguró que “no hay ninguna razón para creer que estas sanciones cambiarán al Gobierno cubano”, y describió la política de Trump como “retorcida y estúpida”.
There is zero reason to believe these sanctions will change the Cuban government. There is a 100 percent certainty that the US embargo is hurting the Cuban people. What a sick and stupid policy. https://t.co/R0giXKPjgo
— Ben Rhodes (@brhodes) November 14, 2018
EFE / OnCuba
Llenar Cuba de un par de millones de americanos daria mejor resultado,casi de 60 años de presion y nada,el pueblo cubano tiene que sentir que su supervivencian depende de los EEUU,entonces las cosas pudieran cambiar,miles de americanos durmiendo en casa de cubanos,dificil de controlar lo que se habla.