El Consejo de Estado de Cuba aprobó este viernes ocho decretos-leyes con los que reconoce y amplía la gestión de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), las cooperativas no agropecuarias y el trabajo por cuenta propia como actores económicos de la Isla.
La normativa sobre las MIPYMES, autorizadas por el Gobierno en junio, facilita su inserción en el ordenamiento jurídico y define los criterios para su creación, según la información publicada en el sitio web del Parlamento cubano.
Estas pueden ser de propiedad estatal, privada o mixta, y se clasifican en: micro empresa —cuyo rango de ocupados es de 1 a 10 personas—, pequeña empresa —de 11 a 35 personas— y mediana empresa —de 36 a 100 personas—, añade la nota.
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No obstante, las MIPYMES seguirán siendo ilegales en los sectores considerados “estratégicos” para el Estado cubano como salud, telecomunicaciones, energía, defensa, prensa y otros que ya estaban vetados para los trabajadores autónomos en el país, refiere la agencia EFE.
Las MIPYMES privadas tampoco podrán constituirse en ciertas actividades permitidas para autónomos como programador de equipos de cómputo, tenedor de libros, traductores e intérpretes, y otras, recogió en su momento el diario oficial Granma, añade la agencia española.
Por otro lado, las autoridades cubanas eliminaron el carácter “experimental” de las cooperativas no agropecuarias, un actor surgido a finales de 2010 tras la ampliación del trabajo privado emprendida como parte de las reformas del expresidente Raúl Castro para “actualizar” el modelo centralizado de la Isla.
El nuevo decreto-ley reconoce a la cooperativa como “una entidad económica, de carácter empresarial, que se constituye a partir de la asociación voluntaria de personas que aportan dinero, otros bienes y derechos; para satisfacer necesidades económicas, sociales y culturales de sus socios propietarios y con fines sociales, sustentada en el trabajo de estos y en el ejercicio efectivo de los principios del cooperativismo universalmente reconocidos”, señala el sitio de la Asamblea Nacional..
También se le reconoce “personalidad jurídica y patrimonio propios”, así como “derecho de uso, disfrute y disposición sobre los bienes de su propiedad”, la cobertura de los gastos con los ingresos que obtiene y el deber de responder por las obligaciones que contraiga con sus acreedores.
En cuanto al trabajo por cuenta propia, el Consejo de Estado aprobó un decreto-ley que “actualiza las disposiciones generales para su desarrollo, regula el procedimiento para tramitar las autorizaciones a través de la Oficina de Trámites creada a tal efecto, y adecúa su sistema de organización y control”, entre otros aspectos.
De igual forma, otra norma aprobada este viernes establece “las infracciones relativas a esta actividad, las sanciones, medidas aplicables a los infractores, las autoridades facultadas para imponerlas y las vías para resolver las inconformidades que se presenten”.
Además, se emitió el decreto-ley “Del Régimen Especial de Seguridad Social para los Trabajadores por Cuenta Propia, los Socios de las Cooperativas no Agropecuarias y de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas Privadas”, con el objetivo de “protegerlos en materia de los beneficios de la seguridad social”, según explicó la ministra de Trabajo y Seguridad Social Marta Elena Feitó, al tiempo que se acordó modificar la ley del sistema tributario, a partir de las disposiciones ahora aprobadas.
De estos dos últimos decretos-leyes, la información publicada en el sitio web de la Asamblea Nacional no ofrece más detalles, la cual precisa que “cda una de las disposiciones aprobadas con sus normas complementarias se publicará oportunamente en la Gaceta Oficial de la República de Cuba”.
Datos oficiales refieren que los llamados “cuentapropistas” representan actualmente el 13 % de la población ocupada en Cuba, donde la empresa estatal socialista es el principal actor económico. La economía del país caribeño se contrajo un 11 % el año pasado a consecuencia de la pandemia de coronavirus, el impacto de las sanciones de Estados Unidos y las dificultades e ineficiencias internas.
EFE / OnCuba