Cuba cosechó unas 80 000 toneladas de arroz en 2024, apenas un 11 % de lo que consume anualmente y solo un 30 % de lo que producía seis años antes, según información publicada este lunes en el periódico Granma.
Los datos de este cultivo, básico en la dieta cubana, concuerdan con los de otras producciones agrícolas que se han reducido drásticamente en los últimos años, marcados por una grave crisis económica y pese a la aprobación en 2022 de una ley de seguridad alimentaria.
La producción nacional de arroz se había incrementado de forma gradual entre 2012 y 2018, cuando se alcanzaron las 304 000 toneladas (de las 700 000 que precisa anualmente el país), pero desde entonces se redujo “dramáticamente” por “la falta de insumos y de combustible para respaldar las plantaciones”.
“La actividad arrocera sufrió un decrecimiento considerable. Los niveles de siembra y producción fueron muy bajos”, aseguró Orlando Linares, presidente del Grupo Agrícola del Ministerio de la Agricultura (Minag).
Destaca también la caída de la productividad, según estos datos. Si en 2018 cada hectárea producía algo más de dos toneladas de arroz, en 2024 esa misma superficie producía la mitad: apenas sobrepasaba la tonelada.
Para 2025, el Gobierno cubano prevé aumentar el área cultivada y mantener la productividad, para alcanzar unas 100 000 toneladas de arroz.
La caída de la producción en 2024 llevó al Gobierno cubano a importar el 100 % del arroz que ofrece a precios muy subvencionados en la libreta de abastacimiento, algo que volverá a hacer este año, según Linares.
Esto contribuye al importante desembolso de divisas que tiene que realizar el Gobierno cubano, ya que importa en torno al 80 % de lo que el país consume, según datos de Naciones Unidas. Y la isla tiene dificultades para captar esas divisas por la caída del turismo y de las remesas.
Negocios con Vietnam y China
A inicios de año, una de las primeras noticias sobre la producción de alimentos fue sobre el otorgamiento de unas 308 hectáreas a una empresa vietnamita para la explotación de arroz al sur de Pinar del Río. La entrega sería por unos tres años y la intención es que alcance las 5 000 hectáreas.
Ahora, apunta Linares que además de los negocios con Vietnam, “se manejan varios proyectos de colaboración con China, y se trabaja también en los negocios de inversión extranjera”, según Linares.
Según datos facilitados en distintas ocasiones, el Gobierno cubano dedica unos 1600 millones de dólares al año a importar alimentos para la canasta básica de la libreta de abastecimiento y cerca de 2000 millones a comprar fuera del país crudo y derivados.
Cuba entrega tierras por tres años a empresa vietnamita para producción de arroz
La COVID-19, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica nacional han llevado a agravar los problemas estructurales de la economía cubana, que mantiene desequilibrios desde hace décadas.
La isla sufre escasez de alimentos, medicinas y combustibles, así como padece de una inflación desbocada, prolongados apagones diarios y una creciente dolarización que incrementa las tensiones económicas y sociales. Junto a ello, el país vive un éxodo migratorio sin precedentes.
Efe/OnCuba.