Una delegación del nuevo gobierno de Colombia, liderada por el canciller Álvaro Leyva, viajó este jueves a La Habana para iniciar acercamientos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con el fin de reanudar los diálogos de paz, que estuvieron estancados entre 2018 y 2022 durante la Presidencia de Iván Duque.
Así lo confirmaron a EFE fuentes cercanas al proceso, las que detallaron que entre los viajeros está el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y el senador Iván Cepeda, que durante muchos años ha apoyado las negociaciones de paz con los grupos insurgentes.
Luego Leyva confirmó la información con una foto de la delegación que publicó en sus redes sociales: “La paz total no es solo nacional sino va más allá de las fronteras. Comparto foto tomada en la mañana de hoy minutos antes de partir hacia la República de Cuba”.
La paz total no es solo nacional sino va más allá de las fronteras. Comparto foto tomada en la mañana de hoy minutos antes de partir hacia la República de Cuba. pic.twitter.com/81HY8qioZR
— Álvaro Leyva Durán (@AlvaroLeyva) August 11, 2022
“Danilo está autorizado para hacer contactos, es su labor, su función. Vamos a cotejar, hay muchos rumores, comunicados, expresiones a favor de treguas, de posibilidades de paz, pero ahora se trata de ver si es cierto”, dijo, por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, a periodistas.
Agregó: “La labor de Danilo en este momento es auscultar en la máxima extensión posible de la violencia en Colombia, hasta dónde es cierta la posibilidad de procesos de paz, de acogimiento a la Justicia en muchos casos, de reinicio de negociaciones y de treguas bilaterales que puedan disminuir sustancialmente la violencia en Colombia. Ya tendremos una evaluación de esa actividad”.
Este viaje se conoce luego de que el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien asumió el cargo el domingo pasado, reafirmara que buscará retomar los diálogos de paz con la guerrilla y señalara que en las próximas semanas se sabría si esas negociaciones se seguirán llevando a cabo en Cuba.
Las negociaciones del Gobierno colombiano con el ELN comenzaron en 2017 en Quito, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, y en 2018 fueron trasladadas a La Habana donde aún se encuentran los principales dirigentes de la guerrilla, a pesar de que durante el Gobierno de Duque se paralizaron definitivamente.
Petro ha dicho que quiere retomar el protocolo ya establecido en las negociaciones que “permite la continuación de los diálogos del ELN allí (en La Habana)”, pero debe ser el Gobierno de Cuba quien acepte volver a auspiciar los diálogos, así como Noruega su papel de garante o añadir nuevos países a este propósito.
En ese sentido, Petro ha manifestado también que “España ha expresado disposiciones alrededor de ayudar en el proceso de paz colombiano”, en línea con el ofrecimiento que también ha hecho Chile para acoger las negociaciones.
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Posición de la guerrilla
El máximo comandante del ELN, Eliécer Herlinto Chamorro, alias “Antonio García”, afirmó en una entrevista con el noticiero CM&, publicada esta semana, que las negociaciones de paz deben reanudarse en el punto en el que se quedaron estancadas.
“Quien la rompió (la negociación de paz) fue el Gobierno de Duque, ahora el nuevo Gobierno y el Estado colombiano deben ponerse a salvo de dicho incumplimiento. Es lo básico. Por lo tanto, (debe ser el) punto de partida para reiniciar las conversaciones”, expresó el jefe guerrillero.
El ELN, que ha crecido en fuerza durante los últimos años, ya ha mostrado en varios comunicados que quiere volver a la mesa de negociaciones para buscar la paz con el Gobierno de Petro.
Las conversaciones quedaron en suspenso desde 2018 por la exigencia del Gobierno de Duque al ELN de liberar a todos los secuestrados que tiene en su poder y renunciar a esa y todas sus actividades criminales.
Tras el atentado contra la escuela de cadetes en Bogotá en 2019, que dejó 22 muertos y 68 heridos y fue cometido por el ELN, el Gobierno colombiano pidió a Cuba la entrega de los negociadores que están en La Habana, pero la Isla invocó protocolos diplomáticos para no acatar esa solicitud.