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En una historia que se repite, este miércoles, a las 9:14 de la mañana, el Sistema Eléctrico Nacional de Cuba (SEN) sufrió una nueva “desconexión total”. El detonante de la nueva caída esta vez fue —o, más bien, volvió a ser— una “salida imprevista” de la termoeléctrica Antonio Guiteras, el principal bloque unitario del país.
De acuerdo con Rubén Campos Olmo, director de la planta matancera, “una señal falsa de vapor sobrecalentado provocó que se desarmara el esquema automático de la caldera, y con ello ocurriera la salida del bloque térmico”. Aunque problema pudo ser resuelto posteriormente, según informó el propio directivo, ya el mal estaba hecho.
La desconexión de la Guiteras restó de golpe alrededor de 200 MW al SEN, que se encontraba en una frágil situación debido a la paralización previa de ocho unidades térmicas por averías o mantenimientos, entre ellas la unidad 1 de Felton, otra de las grandes generadoras de la isla.
Lo que sucedería a continuación era previsible. El SEN, que también acusaba la pérdida de más de 200 MW por déficit de combustible y de casi 300 por limitaciones en las plantas en funcionamiento, se vino abajo como un castillo de naipes y volvió a dejar a oscuras toda Cuba.
Solo unos días antes, una avería en una línea de 220 kV entre Nuevitas y Las Tunas había desconectado la región oriental y lanzado un aviso. Al explicar lo sucedido y abordar el incumplimiento de las previsiones oficiales para el verano, Alfredo López, director general de la Unión Eléctrica (UNE), admitió que la actual situación electroenergética “es muy dura”. Y no se equivoca en su diagnóstico.
La prolongada crisis energética de la isla —provocada por la antigüedad y mal estado de las termoeléctricas, el crónico desabastecimiento de combustible y la falta de divisas para hacer frente a este crítico escenario, catalizado por las sanciones de EE.UU.— se ha venido agudizando en el último año, a pesar del montaje de nuevos parques fotovoltaicos y la estrategia recuperativa del SEN blasonada por las autoridades.
Los récords de afectaciones máximas superiores a los 2000 MW alcanzados en meses recientes y los apagones de 20 y más horas en diversas localidades cubanas no dan margen a la duda.
En este crítico escenario, desconexiones generales como la de ayer no resultan entonces una sorpresa y empiezan ya a naturalizarse con resignación en el imaginario social de los cubanos, y también en la narrativa gubernamental, que pone su mayor énfasis en el esfuerzo —innegable, por demás— de los trabajadores del sector para superar la crisis, más que en la crisis misma.
Las caídas y la fragilidad del SEN
En menos de un año, entre los meses finales de 2024 y lo que va de 2025, Cuba ha sufrido cinco desconexiones totales.
Esa cifra habla por sí misma de la fragilidad del SEN en este período, resultado —por demás— de un proceso acumulativo que no se remonta siquiera al comienzo de la actual crisis, sino mucho más atrás y tiene su base en la larga deuda de mantenimientos capitales y recambios necesarios, a la par de malas decisiones, que sufre la envejecida infraestructura de generación en el país.
Si nos situamos en la crisis energética de los últimos años para intentar una cronología de los colapsos del sistema, a fuerza de ser justos habría que remontarse a finales de septiembre de 2022. Entonces, el paso del huracán Ian no solo dejó gran parte de la región occidental sin corriente por las afectaciones sufridas, sino que también provocó una caída general.
En esa ocasión la causa fue la “inestabilidad” provocada por las diferencias de carga y generación entre el occidente y el oriente del país, en un momento especialmente complejo por el evento meteorológico. El restablecimiento del SEN debió realizarse en ese difícil escenario y aún así muchas personas no tuvieron electricidad hasta que no se lograron resarcir los daños del huracán.
No fue hasta dos años después, en octubre del año pasado, que se produjo la siguiente desconexión total, aunque antes —y después también— ocurrieron fallos y caídas parciales como las que dejaron sin electricidad al centro y al oriente del país en febrero de 2023.
Cronología de las desconexiones
Desde el trimestre final de 2024 hasta la fecha, las caídas generales del SEN han sido las siguientes:
1- 18 de octubre de 2024: Como la de este miércoles, una “salida imprevista” de la termoeléctrica Guiteras fue la causa del colapso ocurrido sobre las 11:00 de la mañana, un día después de que el Gobierno proclamara una “emergencia energética nacional” en medio de un severo pico de apagones. La recuperación se extendió por casi cinco días, con otras caídas mientras se trabajaba.
2- 6 de noviembre de 2024: Menos de un mes después de la caída anterior, el SEN volvió a colapsar durante el azote del huracán Rafael. La desconexión sucedió poco antes de las 3:00 PM, debido a “un disparo al unísono de varios circuitos ante la incidencia de los vientos”, según la UNE. Como sucedió durante el paso de Ian, las labores de restablecimiento estuvieron marcadas por los daños del meteoro.
3- 4 de diciembre de 2024: Otra vez la Guiteras resultó responsable de la desconexión. El apagón masivo se produjo en plena madrugada, a las 2:08 AM, debido a un “disparo de la automática” de la central matancera. Esta vez, sin embargo, la recuperación fue más rápida y en solo un día pudo enlazarse el sistema gracias a la entrada de las principales plantas generadoras.
4- 14 de marzo de 2025: La cuarta caída general en seis meses y la primera de 2025. Ocurrió a las 20:15 PM y su causa no fue esta vez un fenómeno meteorológico ni una rotura en alguna de las principales termoeléctricas del país, sino una avería en la subestación del Diezmero, en La Habana, la cual provocó una “alta oscilación” en el SEN. La reconexión completa tardó dos días.
5- 10 de septiembre de 2025: Por tercera vez un fallo en la Guiteras desemboca en un apagón general en Cuba, el quinto en poco menos de un año. Doce horas después, la mayor parte del país seguía a oscuras, aunque se generaban 500 MW, cifra que ascendió a 1000 MW a las 6:00 AM de este jueves. Poco después se logró reconectar casi todo el país, aunque aún quedaban sin integrarse algunos territorios.
Casi toda Cuba ya está enlazada al SEN, según la Unión Eléctrica
Recuperación y ¿próximas caídas?
La estrategia de recuperación seguida ahora es la misma que en los colapsos anteriores. Esta se basa en armar microsistemas en las distintas provincias, principalmente a partir de la generación con diésel y fuel, y también a partir de las plantas de Energás.
Luego las provincias se conectan a nivel regional en la medida en que se fortalecen sus sistemas y pueden energizarse las termoeléctricas disponibles, que tardan más en entrar en funcionamiento. Finalmente, cuando las condiciones están creadas, se procede al enlace total.
Se trata de un trabajo arduo y progresivo, en el que se priorizan lugares clave como los hospitales y las plantas de bombeo de agua. Además, el proceso no está exento de retrocesos y nuevas caídas, como la ocurrida ayer en La Habana, que obligó a reiniciar la recuperación en la capital.
Sin embargo, que el SEN logre enlazarse por completo no significa que todas las localidades cubanas tengan electricidad. Todavía podrían persistir dificultades y desconexiones locales, y muchas personas seguirán a oscuras debido al elevado déficit en la capacidad de generación, incapaz de cubrir la demanda a lo largo del día y de la noche desde hace meses.
Ese déficit marca —o, en realidad, oscurece— el escenario electroenergético de Cuba, y sus causas, sostenidas ya durante mucho tiempo, son una perenne espada de Damócles. Mientras no puedan resolverse a través de acciones de efecto sostenido y el SEN mantenga su precaria condición actual, el esfuerzo de los trabajadores del sector eléctrico podría no ser suficiente.
Las próximas caídas pudieran ser cuestión de tiempo.