Los estadounidenses que regresaban a sus hogares después del Día de Acción de Gracias conocieron nuevas medidas contra la COVID-19 en toda la Unión. Los funcionarios de salud pública se preparan para un empeoramiento de los contagios a nivel nacional debido justamente a las reuniones familiares.
El condado de Los Ángeles impuso una orden de confinamiento para sus cerca de diez millones de habitantes, y el de Santa Clara, en el centro del famoso Silicon Valley, prohibió las actividades deportivas en las enseñanzas secundaria, universitaria e incluso profesional. También decretó una cuarentena para quienes viajaron más de 241 kilómetros (150 millas) fuera del condado.
En Hawai, el alcalde del condado homónimo ordenó que los viajeros que lleguen al territorio sin una prueba negativa de la COVID-19 deberán acatar una cuarentena de catorces días. Incluso quienes resultaron libres de virus en las pruebas podrían ser seleccionados al azar para someterse a una nueva prueba. El estado de New Jersey ha suspendido todas las actividades deportivas para los jóvenes.
El brote en el condado Santa Clara, en California, “es como un tren a alta velocidad. Nuestros pronósticos nos dicen que vamos en camino a descarrilarnos aproximadamente en la tercera semana de diciembre si no aplicamos los frenos desde ahora con toda nuestra capacidad colectiva”, advirtió la doctora Sara Cody.
Expertos en salud pública suplicaron a los estadounidenses permanecer en sus casas durante el Día de Acción de Gracias y evitar reunirse con personas que no vivan en su mismo domicilio. Pero casi 1,2 millones de personas pasaron por los aeropuertos. Otros viajaron por carretera para reunirse con familiares y amigos.
Ahora a los estadounidenses se les exhorta a detectar cualquier indicio de enfermedad y a hacerse la prueba de inmediato en caso de presentar síntomas.
El panorama de complica aún más por la situación actual. Un récord de 96.039 pacientes de coronavirus fueron hospitalizados en Estados Unidos hasta hoy lunes por la noche.
El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que en su estado la capacidad de camas de la unidad de cuidados intensivos podría llegar al 112% durante Nochebuena si continúa la tendencia de aumento de casos de coronavirus.
En Rhode Island, los funcionarios se preparan para usar hospitales de campaña después de comunicarle a los residentes que sus sistemas ya estaban al máximo.
En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo dijo que esta vez los sistemas médicos deben tomar medidas para trasladar a los pacientes a otras instalaciones que tengan espacio. “Ningún paciente quiere estar en un hospital abrumado, porque usted recibe menos atención, el personal es escaso”, dijo. “No vamos a volver a vivir la pesadilla de hospitales abrumados”.