A Antonio “Tony” Baró le llevó nueve años sacar adelante su negocio, un restaurante al que acudían muchos turistas para degustar carne de cerdo, arroz y frijoles al estilo cubano. Pero el nuevo coronavirus lo obligó a cerrar en marzo.
Baró espera reabrir la próxima semana, aunque por un tiempo no habrá comensales extranjeros y deberá conformarse con los clientes locales. La buena noticia es que ahora podrá comprar insumos en el primer mercado mayorista de la isla, que comenzó a operar a fines de julio.
Con una economía en caída, sin turismo, mayores gastos para enfrentar la COVID-19 y la presión de las sanciones estadounidenses, el gobierno cubano ha empezado a desempolvar reformas económicas pospuestas durante años.
La primera fue la autorización para que dueños de comedores y cafeterías puedan comprar a granel; entre otros, cerveza, harina, levadura, camarones, azúcar o aceite con un 20% de descuento.
“Esta iniciativa es muy buena, todavía no cumple las expectativas pero esperemos que sí en un futuro”, dijo a The Associated Press, Baró, de 51 años, al concurrir al nuevo mercado mayorista para realizar los trámites de inscripción requeridos. Él es propietario del paladar -como se denomina aquí a los restaurantes- “El Portal de Calzada”.
La falta de un centro mayorista, largamente añorado por los emprendedores, impulsó la competencia de éstos con la población por los productos alimenticios y alentó un mercado negro. La pandemia profundizó una crisis preexistente que en 2019 se tradujo en el desabastecimiento de alimentos y combustible de la mano de un recrudecimiento de las sanciones de la administración de Donald Trump.
Aunque el gobierno cubano logró mantener bajo control la pandemia con 2775 casos positivos y 88 fallecidos hasta ahora, el nuevo coronavirus ha tenido efectos profundos en la economía. Según una estimación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Producto Bruto Interno de Cuba podría caer un 8% este año, desplome que se sumará a años de crecimiento casi nulo.
Instalado en el residencial barrio de Nuevo Vedado, con un gran cartel que reza “Mercabal” en su portal, el nuevo mercado mayorista ofrece a los emprendedores una docena de productos en pesos cubanos o CUP, una de las tres monedas que circulan en la isla.
Las autoridades informaron que en los primeros cuatro días se suscribieron 213 contratos entre “Mercabal” y los emprendedores y esta semana se abrió una segunda tienda de este tipo en la oriental provincia de Holguín.
Cuba: más de 200 contratos ya en mercado mayorista para negocios privados
“Es una experiencia positiva”, indicó a AP Elba Zaldívar, de 59 años y dueña de una cafetería en Santiago de las Vegas, en las afuera de La Habana. “Pienso que en lo adelante haya más productos… Al final quien gana es la población”.
Por ahora están excluidas otras categorías como los dueños de hostales o alojamientos.
“Las reformas van en el sentido correcto, pero no son todas las que se necesitan”, dijo a AP Mauricio de Miranda, economista cubano y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, en Colombia.
Pese a que algunos pequeños empresarios se mostraron optimistas por las medidas de apertura económica como el mercado mayorista, otros expresaron cautela porque ya han visto demasiadas idas y vueltas en el proceso de reformas económicas.
Los cambios comenzaron en 2010 cuando el entonces presidente Raúl Castro reconoció la necesidad de abrir espacio a la iniciativa privada para dinamizar una economía poco productiva y en crisis, en buena parte por décadas de sanciones estadounidenses para forzar un cambio en su modelo político.
En aquel momento se abrió el mercado inmobiliario, se entregaron tierras en usufructo y se dio luz verde a miles de emprendimientos. También se autorizaron las cooperativas -luego paralizadas- y se permitió a las personas ofrecer servicios al Estado.
De los 150 000 trabajadores independientes que había en todo el país entonces se pasó a 613 000 este año, algo impensado tras décadas de férreo control estatal en la isla, donde la mayoría de los negocios y empresas estaban en manos del gobierno y el empleo era casi completamente público.
A mediados de julio, junto con la tienda mayorista, las autoridades también autorizaron a los emprendedores la importación de insumos y la venta al exterior de productos a través de 36 agencias estatales y volvieron a prometer que permitirían la legalización de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y ampliarían las categorías de trabajo independiente.
Además, anunciaron que se reactivará la conformación de cooperativas, se dará autonomía a las empresas estatales y se aceptará la participación de privados en proyectos de desarrollo local.
No se especificó si finalmente se permitirá a los profesionales algún tipo de ejercicio particular o las fechas para la instalación de las pymes y las cooperativas.
“¿Van a durar las medidas? ¿Son un parche temporal que después el gobierno va a echar para atrás como ha hecho en otras ocasiones? Ese es el mayor miedo que tenemos nosotros”, reflexionó Camilo Condis, un contratista del Estado de 34 años.
Importancia, alcance y retos de las medidas económicas anunciadas en Cuba
Para los analistas está claro que el Estado cubano no abandonará el monopolio en sectores clave como la educación o la salud y que las autoridades continuarán el modelo basado en la empresa estatal socialista para las grandes industrias.
De acuerdo con Miranda, es necesario un paquete de medidas “que se traduzcan en un incremento de la producción de bienes y de servicios, en el mejoramiento del ingreso y del empleo productivo”.
Interesante
Que medida tan desencajada, mientras el pueblo hace colas y les regulan la cantidad a comprar, la dictadura abre una mayorista para que los restauranteros y demas compren a “pululu”. Aunque es logica la apertura de este tipo de mercado, no es el momento.
Pero el pueblo aguanta y no esgrime critica alguna. El modus carneril permanece arraigado.
Efrén ud parece que no conoce la historia de este país para hablar de ” modos carneros arraigado ” carneros son Uds que nunca han criticado los desatinos de las administraciones del imperio , especialmente esta de Mister Trump . ¿ Porqué tu no vienes para liberarnos de esta ” dictadura ? Y no blafamees más esta bueno ya de cuentos
Pssss, Silencio Roble con Comejen, no se me meta con Mr Pelusa de Maiz, dejemelo tranquilo, aqui estamos aplaudiendo sus desatinos mientras avanza triunfante a su reeleccion 2020, su exito no deja dormir a los envidiosos.
Roble, no te demoro mas, preferi ser corto, despues de terminar de “ciberclariar”, coge tu armamento “marafusil” e incorporate a la tienda mas cercana a combatir al enemigo.
Ja, ja, ja, ja…acabaste con la claria…
Y si pierde donde metes la cara?
Extremadamente eufemista el titulo del articulo ,primero no hay tal acelerador, pues el carro de la economia cubana es como un almendron de los cincuenta ya no da mas de antiguedad y de inventos.
Todas son medidas desesperadas y a corto plazo , estos cuentapropistas si bien se benefician no intervienen mucho en el crecimiento del pais al cual le hacen falta medidas bien radicales que nunca se tomarian con la vieja guardia presente
No le den mas vuelta al asunto: La libertad es la base de todo. Denle libertad de actuar al cubano, sueltenle las manos, desbloqueenle la mente y el chorro de dollares sera indetenible. Todo sera alegria, porvenir, desarrollo y prosperidad.
Soy santiaguera y dueña de una cafetería restaurante mi duda es cuando seran creados los mercados mayoristas en santiago de cuba todos los experimentos los hacen en la Habana y el resto de las provincias en espera de resultados por favor que también conformamos un pedacito de cuba
Lo malo del caso es que el Gobierno sólo actúa presionado por las circunstancias.
Cada “paso” que se da para liberar las fuerzas productivas NO OBEDECE a un plan de desarrollo sostenible, sino a que se ve obligado periódicamente a hacer una especie de graciosas y condescendientes CONCESIONES. De ahí los PATRÁYPALANTE a los que nos tiene acostumbrados.
Veremos en qué para esto.