Lázaro, ven. No quisiera pedir pan, pero te pido. No quisiera pedir llegar a donde voy, pero te pido. No quisiera pedir una manzana para mis niños, pero te pido. Lázaro, tú nos comprendes, por las llagas y la pobreza. Sabes andar descalzo y hambriento. Me apena pedirte algo que no sea paz, mas, me hala mi humanidad tan simple. Lázaro, sácame de esta esquina donde aúllan cientos de lobos. Llévame a casa, aun en el ala de una paloma ceniza. O en el pico de un gorrión asustado. Durante el viaje déjame hurtar un fruto de aquel cocotero. Déjame llevar algo de regalo a mis hijos. Yo me contentaba con bolitas de cristal. Porque servían para poner de ojos a las muñecas sin vida. Perdón por pedirte ser menos miserable. Perdón por escuchar primero el concierto de mi estómago. Perdón por no acordarme de la patria y la estrella. Es que yo las siento tan cerca cuando mastico el duro pan de la mañana.
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Sin dudas lo mejor en un día como hoy. Eres poesía. Eres cubanidad, pura, dura y bella al mismo tiempo. !Gracias por este regalo simple pero emotivo!. Confieso que no soy religiosa y me has conmovido como si lo fuera, pues soy cubana reyolla y se el valor de la fe en este santo para el pueblo de Cuba.
Cuanto dolor!!!! Gracias Julio por tanta verdad!!!
Emotivo!!
Bello, inspirador…
Genial como siempre!!