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Después de la pausa impuesta por la pandemia a las presentaciones con público —que él aprovechó para entregarse al trabajo de estudio, actividad que sólo interrumpió por varios conciertos en Madrid y Ciudad de México y uno la Isla de la Juventud—, Silvio Rodríguez dará una gira por Latinoamérica.
Después de haber pisado un escenario por última vez hace dos años, regresa por todo lo alto, con una ruta que abarca nada menos que doce conciertos en cinco países, entre septiembre y octubre próximos: Chile, Argentina, Uruguay, Perú y Colombia. El punto de partida, como es costumbre en su carrera, será La Habana.
“La fecha exacta y el lugar los anunciaremos tan pronto lo sepamos. Solo puedo adelantar que será en la segunda mitad de septiembre”, reveló el trovador a OnCuba.
De 2020 al presente, Silvio (San Antonio de los Baños, 1946) ha sacado tres nuevos discos: Para la espera (2020), el primero en lanzarse en las plataformas digitales y en el que vuelve a ser hombre y guitarra, después de Amoríos, cuando se había acompañado de un formato estilo jazz band; Silvio Rodríguez con Diákara (2021), grabado originalmente junto a la mítica banda treinta años antes; y Quería saber (2024), en el que, como en sus trabajos anteriores, combina “diversos tipos de música y tratamientos de la música”, y le canta, entre otros temas, a la herida abierta de la emigración.
Además, participó en Heréticas, disco póstumo de Vicente Feliú, y ha hecho colaboraciones con artistas cubanos e internacionales. Actualmente trabaja en otro álbum, que debe ver la luz este año: Cualquiera que nace en Cuba es su título.
Las últimas semanas ha acaparado titulares por las ventas supersónicas de sus próximos conciertos. Se veía venir desde que la noticia de la gira, anunciada en su propia voz e imagen en un video, fuera celebrada por miles de seguidores latinoamericanos de todas las edades.
Desde La Habana, mientras da los toques finales al nuevo disco, Silvio nos dedica unos minutos para adelantar algo de lo que viene y comentar muy brevemente qué le provoca ser, otra vez, blanco de la desinformación.
Es la primera vez que cantarás en Cuba después de la pandemia (2020). ¿Cómo te sientes a propósito de eso? ¿Extrañabas el escenario?
La última vez que hice un concierto público fue en la Isla de la Juventud, en la clausura del primer Festival Isla Verde, evento de espíritu ecológico pensado y dirigido por Jorge Perugorría con amigos y familia. Supongo que fue en 2023, porque este año celebraron el tercero. Desde entonces no he vuelto a hacer presentaciones.
Cuando llegó la pandemia tuvimos que suspender los conciertos en los barrios. Después, la situación económica, la escasez de combustible y la falta de seguridad energética no nos permitieron recomenzar.

También es la primera vez que giran en grupo en varios años. ¿Cuáles son las expectativas? ¿Cómo recibieron la noticia de la venta acelerada de las entradas?
Desde que empecé a cantar profesionalmente, en 1967, nunca había estado tanto tiempo sin hacer presentaciones. Llegó un momento en que llegué a pensar que todo lo que había vivido había sido un sueño; la gente me hablaba de mi trabajo y yo sentía que me estaban confundiendo con otro.
De alguna forma he logrado salir de ese paréntesis involuntario y empezar una recuperación. Llamé a los músicos y todos me respondieron inmediatamente, con mucho afecto.
Inicialmente pensamos en 10 conciertos y, para mi sorpresa, se vendieron en horas. Por eso tuvimos que agregar dos más y ampliar el aforo del penúltimo, que será en Medellín, Colombia.

Estos años apartado de los escenarios no han sido menos prolíficos en tu carrera. Desde el encierro pandémico hasta hoy han visto la luz tres nuevos discos tuyos. Han sido años en los que fundamentalmente has hecho trabajo de estudio. ¿Cómo te relacionas con esa parte estrictamente musical, lejos del público?
Dar a conocer mi trabajo, o sea, grabar y publicar discos, es lo que me ha llevado a los escenarios. Aunque, sinceramente, la parte invisible y puramente creacional es lo que siempre me ha gustado más.
Tuve la suerte de que algunas personas se motivaran con lo que yo hacía; eso es un privilegio inmenso, vivo muy consciente de eso.

¿Cuál será el repertorio de la gira? ¿Qué propuesta musical llevas junto al grupo?
Es imprescindible que hagamos las canciones por las que nos quieren. Eso no se puede traicionar, aunque tampoco me ha gustado acomodarme a lo fácil y siempre introduzco algunas cosas nuevas.
También pensamos renovar un poco el enfoque de algunos temas. Tengo en mente incluir un pequeño coro y también un espacio en el que Malva [Rodríguez], Niurka [González] y yo hagamos dos o tres canciones de viejos amigos.
¿Qué criterio siguió la selección de los países en que te presentarás?
Se trata de países que no visitamos, como mínimo, hace 7 años. La selección fue una propuesta de Alfiz Producciones, firma con la que trabajamos desde hace tiempo.
¿Habías hecho una gira tan abarcadora como la de los próximos meses?
La primera vez que estuvimos en Argentina, Pablo y yo, en 1984, hicimos 17 noches en un estadio llamado Obras Sanitarias.
O sea, he hecho giras más largas e intensas; lo que nunca después de tanto tiempo sin hacerlas.
Sin embargo, estoy seguro de que nos va a quedar bien. Me sobran razones para confiar en nuestro equipo de músicos y técnicos.

¿En qué trabajas estos días? ¿Estás grabando algo, o ya en ensayos para los conciertos que vienen?
Tengo casi terminado un trabajo que se va a llamar Cualquiera que nace en Cuba. Los toques finales a una producción discográfica para mí (y para los que trabajan conmigo) suelen ser agónicos. Ando con las antenas al máximo, cambiando y mejorando cosas. Pero creo que podremos lanzarlo antes de la gira.
Aquí te va la letra de la canción que le da título:
Cualquiera que nace en Cuba
Cualquiera que nace en Cuba
puede llamarse cubano,
aunque le guste la uva
más que el plátano manzano.
Cubano del escabeche
y cubano del lechón.
Cubano como la leche
y cubano de carbón.
Cubano que no adivina,
cubano de lucidez.
Cubano de dama china
y cubano de ajedrez.
Cualquiera que nace en Cuba
puede llamarse cubano,
aunque le guste la uva
más que el plátano manzano.
Cubano con su cubana
y cubano transexual.
Cubano de Centrohabana
y cubano provincial.
Cubano de serenata,
cubano de echar un pie.
Cubano de dar la lata,
y cubano de dar fe.
Cualquiera que nace en Cuba
puede llamarse cubano,
aunque le guste la uva
más que el plátano manzano.
Cubano falsificado
y cubano original.
Cubano insubordinado
y cubano editorial.
Cubano de La Marina,
cubano del Malecón.
Cubano de las sardinas
y cubano tiburón.
Cualquiera que nace en Cuba
puede llamarse cubano,
aunque le guste la uva
más que el plátano manzano.

Muchos artistas jóvenes, de distintos estilos, te piden colaboraciones. Acaba de salir una con el español Pedro Pastor, y está por lanzarse otra, con el rapero argentino Milo J. ¿Es un formato que disfrutas?
En ambos casos las hice porque son muchachos muy talentosos. Y conste que el año pasado hasta publiqué un anuncio en mi blog, diciendo que no iba a hacer más colaboraciones. Es que no me las tomo a la ligera y suelo dedicarles mucho tiempo. Y lo cierto es que cada vez tengo menos, y el que me queda quiero aprovecharlo para terminar mucho trabajo pendiente. Incluso varios discos.
El 25 de mayo publicaste en tu blog la letra de “El necio” (1991), con un titular entre paréntesis: “perdonen la insistencia”. ¿Qué te hizo enviar ese mensaje?
Volví a publicar “El necio” para que quedara claro (a quien lo necesite) que en algunos aspectos esenciales soy el mismo. Como siempre he sido autocrítico algunos se confunden y piensan que si critico estoy claudicando. Eso pasa porque, a fuerza de querer defendernos, le regalamos la crítica a los enemigos del proyecto revolucionario. Fue un error político que estamos pagando caro. Como también seguimos pagando el gran error económico que fue la “Ofensiva Revolucionaria” de 1968.
Pero primero muerto y hecho polvo antes que traicionar a aquel Martí que dijo en su carta póstuma que todo lo que había hecho y haría era para impedir que los Estados Unidos se apoderaran de Cuba y Puerto Rico y que cayeran con esa fuerza más sobre los pueblos de Nuestra América.
Y conste que no me siento enemigo de los Estados Unidos, donde he conocido a mucha gente buena, que no tiene nada que ver con la abusiva política imperial.

¿Qué se mantiene y qué ha cambiado en la necedad a la que cantas, en comparación con 34 años atrás, cuando fue escrita la canción?
Cómo la hice y por qué la hice, no le cambiaría ni una coma: la suscribo entera. Como la hayan entendido otros es asunto suyo.
Mucha gente reaccionó a una supuesta noticia en la que anunciaban que te afincabas en España. No es el único bulo que se ha generado sobre ti últimamente. ¿Por qué crees que sucede y cómo lo asumes?
Sinceramente, vivo muy ajeno a todo eso. Algún amigo de pronto me cuenta un disparate de esos y siempre me da risa.
¿Qué crees sobre esta época en la que la verdad (sin mayúsculas) —o incluso la verosimilitud— es algo tan difícil de establecer para tanta gente conectada a un océano de fuentes de información de cualquier tipo?
Es algo que se veía venir. En “Alabanzas” recuerdo que canté que la voz de las antenas iba a sustituir a los dioses y que llegaríamos a una nueva Edad Media. No sé si habré exagerado.

Después de una pausa has vuelto a publicar con frecuencia en tu blog, Segunda cita. ¿Qué te hizo regresar a la bitácora digital que fue tan activa durante más de una década, tanto por tus publicaciones como por los debates que se daban en el foro de comentarios?
Segunda cita ha tenido tres etapas: la primera, durante algo más de un año, fue completamente abierta. Tuve que empezar a monitorear (en la segunda) cuando empezaron a aparecer groserías y ofensas inadmisibles.
La segunda etapa, la monitoreada, duró hasta el día en que el blog cumplió 12 años. Hubiera querido que siguiera así, pero ya no tenía tiempo (de hecho, los últimos años se me hicieron difíciles).
Entonces llegó esta tercera etapa en que sencillamente publico lo que me parece. En muchos lugares me encuentro personas que añoran la segunda etapa. Yo también la añoro. Pero ya no puedo.

Hace casi medio siglo cantaste: “Y se asesinan palestinos por tandas de miles”; una línea que hoy tiene espeluznante vigencia. Después de 80 años, en Europa se vuelve a hablar de una guerra que estaría próxima a ocurrir. ¿Vivimos un momento de fatídicos déjà vu?
Las armas tienen que dejar de ser. La proliferación de artilugios y artefactos destructivos es una de las señales más claras de lo inhumanos que somos. Abajo las armas.
¿Cómo ves a nuestra islita dentro de este globo en plena convulsión? Sociólogos y otros expertos hablan de una “policrisis” cubana; más allá de una crisis a secas…
Cuba es un pequeño y joven país de apenas medio milenio que aún está luchando por liberarse de algunas de las muchas formas que adopta la dependencia impuesta (léase colonialismo). La geografía, el lugar donde quedamos, no nos ayuda, por lo cercanos que vivimos a un país grande y codicioso, que lleva casi dos siglos tratando de absorbernos. Eso nos ha deformado; mucho tiempo que hubiéramos podido invertir en mejorarnos lo hemos tenido que emplear en defendernos.
Por otro lado, tenemos un mundo en crisis moral aguda; un mundo donde el despojo y el asesinato de pueblos se llevan a cabo con flagrante impunidad.
No hace mucho le decía a alguien que cuando éramos niños nos hacían creer que las personas mayores eran dignas de ser imitadas y que debíamos portarnos como ellos. De la misma forma que mirábamos a nuestros mayores, las naciones pobres solían mirar a los “grandes países” o naciones con desarrollo. Mirando el mundo actual, me doy cuenta de que todo aquello eran grandes ilusiones que nos hacíamos.
Hoy día el ejemplo que dan al mundo los poderosos contradice escandalosamente la consideración al otro, cuando se impone con brutalidad la ley del más fuerte. Es como si no quedara el más mínimo vestigio del señor Jekyll ante la avasallante presencia de Mr. Hyde.
Programa de la gira por Latinoamérica 2025
Chile
Santiago de Chile-Movistar Arena
29 de septiembre
1ro de octubre
5 de octubre
6 de octubre
Argentina
Buenos Aires-Movistar Arena
11 de octubre
12 de octubre
21 de octubre
Uruguay
Montevideo-Antel Arena
17 de octubre
18 de octubre
Perú
Lima-Costa 21
25 de octubre
Colombia
Medellín-Estadio Polideportivo Envigado
31 de octubre
Cali-Arena Cañavalarejo
2 de noviembre