El dinero importa. Esta es una frase típica del monetarismo, uno de las corrientes de pensamiento económico del mainstream. Tres opiniones de tres economistas cubanos sobre la inflación en Cuba publicadas hace poco en Cubadebate y los comentarios asociados son la motivación de este artículo.
Los historiadores del pensamiento económico cubano le debemos a la ciencia un trabajo que resuma y sintetice todo lo que se ha escrito en estos últimos treinta años sobre la economía nacional porque nunca antes se ha escrito y publicado tanto de temas económicos, desde diversos ángulos, con diferente profundidad y prolijidad y en distintos medios. Han sido tratados un gran abanico de temas que incluyen algunos más conceptuales asociados a las relaciones de propiedad; otros de alcance global como los asociados al desarrollo, sus estrategias y políticas; temas institucionales; macroeconómicos; hasta otros muchos enfocados en aspectos sectoriales.
Los asuntos monetarios, poco tratados en los primeros treinta años después de 1959 por razones obvias, aparecieron con fuerza desde que el dólar comenzó a circular en nuestro país allá en los inicios de los años noventa.
Hay una amplia lista de autores que han abordado estos temas, algunos con más rigurosidad teórica, sistematicidad y profundidad, otros como parte de su análisis acerca de los problemas de la economía cubana. Algunos de esos trabajos han sido más públicos, otros no lo han sido tanto, ya sea porque han formado parte de documentos de uso restringido, porque han sido circulados vía correo electrónico entre colegas, o tesis de diplomas, maestrías y doctorados que como parte del trabajo científico han quedado circunscritos a esos ejercicios.
También es posible constatar que los trabajos sobre los temas inflacionarios son más frecuentes de hace unos años a la fecha, como era de esperar dada la magnitud y el impacto de la inflación en la realidad cotidiana, en la economía nacional y en la de cada cubano. La inflación ha deshecho los salarios, la economía familiar y también la de las empresas, ya sean estatales o privadas.
En todo caso, lo que cualquier estudio del pensamiento económico cubano certificaría sin temor a equivocación alguna es que los temas monetarios se han convertido en recurrentes en el pensamiento económico sobre la realidad nacional y su presencia no es comparable a ningún período anterior. Pero también esos estudios constatarían la existencia de más coincidencias que discrepancias y de un conjunto de propuestas de soluciones.
Es cierto también que en el caso cubano la inflación viene aderezada por la existencia de al menos tres monedas y tres tasas de cambio; por la segmentación del mercado por tipos de monedas; por la perdida de relevancia del mercado en pesos cubanos especialmente para la adquisición de bienes industriales; por la reencarnación del CUC en el MLC que parece una versión peor que su predecesor; por la pérdida de confianza en esa otra moneda o unidad de cuentas o compromiso de pago que se denomina CL—un algo absolutamente incomprensible—; por no tener ninguna institución financiera internacional que apoye la reforma emprendida; por estar bloqueados por la administración estadunidense.
La alta preferencia por el dólar físico versus su débil oferta es quizás el motivo más evidente para disparar la tasa de cambio que alimenta la espiral inflacionaria. Parecería rara esa preferencia atendiendo a que ese dólar no puede ser bancarizado, o puede ser “convertido a MLC”, sin embargo, hay factores que influyen en la demanda. La necesidad de dólares físicos para logar entrar ilegalmente en Estados Unidos es uno de ellos y no parece de los menores. Hay estimaciones de que en el 2021 entre 30 000 y 40 000 cubanos lograron llegar a ese país de forma ilegal, una buena parte por la frontera mexicana. ¿Cuánto cuesta esa travesía? Pongamos que la mitad de esos 40 000 compatriotas hayan pagado su viaje con dólares constantes y sonante, pongamos que se requieren entre 5 000 y 10 000 dólares para ello, pues entonces puede estimarse que entre 100 millones y 200 millones de dólares se han utilizado para esos fines.
Habría que añadir a la demanda de dólares aquella proveniente de los cubanos que importan bienes —nuestros fenicios— para vender en el mercado nacional en pesos cubanos inconvertibles. Años atrás se estimaba en una cifra de centenares de millones de dólares. Este es otro elemento que presiona al alza la tasa de cambio informal. Pueden existir alternativas que disminuyan esa fuga de dólares, aunque ninguna debe repetir la fallida variante de las tiendas en MLC.
Si se atiende además a que las dos fuentes de dólares físicos mas importantes del país, remesas y turismo, están menguadas, entonces se explica mejor la subida de la cotización informal del dólar.
La otra “moneda” la “MLC plástica” se ha convertido en primera bailarina por razones obvias, y también en la “peor de todas”. Su alta cotización frente al dólar y el cup está asociada a esa segmentación de mercados, al desabastecimiento de los mercados de consumo en pesos cubanos y a la tremenda dificultad para “recargar la cuenta”. Pero, sin dudas, la inconvertibilidad del peso cubano vuelve a jugar un papel decisivo en su cotización.
Si bien es cierto que la inflación es un fenómeno monetario, sus causas, al menos una buena parte de ellas, no lo son. Reconociendo lo anterior y por lo tanto la necesidad de impulsar medidas de corte estructural, parece inaplazable intervenir en el mercado cambiario, adoptar una tasa de cambio al menos flexible entre franjas y lograr un grado de convertibilidad del peso cubano que le devuelva parte de la confianza de la población.
Convertir las buenas ideas y sugerencias en políticas adecuadas, tomadas a tiempo, aplicadas correctamente, corregidas en el momento necesario es siempre el más complejo de todo este ejercicio.
Es siempre mucho más fácil decirlo que hacerlo. No es un camino de certezas por el que se va a transitar, nada garantiza el éxito, ni el mejor de los expertos en diseño, pero no tomar el riesgo es desde mi perspectiva mucho peor.
Profesor. Si se tuviera q declarar el costo de producción y margen de ganancias de los productos y servicios a las instituciones competentes q ocurrirá en el mercado con los expeculadores? Siempre se habla de precios y control de estos, pero casi nunca de la face q lo pudiera provocar. Poca producción, mayor demanda y grandes ganancias. Si declaró costo de producción y margen de ganancias nunca por encima de un 15% creo q pudiéramos obligar al productory al comerciante. No existirá un precio unico si no varios. Multemos la causa y no el efecto.
Absolutamente de acuerdo…..Una asignatura ¨pendiente¨en nuestra Economía es ¨la contabilidad de costos¨…la contabilidad…
Profesor, comienza usted a perder un poco la divina paciencia con los decisores o será sensación equivocada mía, muy significativo que usted señale “la reencarnación del CUC en el MLC que parece una versión peor que su predecesor”, y esto está en completa concordancia con la administración que hoy toma decisiones, de lo que he leído del tema coincido con usted en que “esos estudios constatarían la existencia de más coincidencias que discrepancias y de un conjunto de propuestas de soluciones.”, inclusive ese trabajo en donde se exponían las tres opiniones de economistas cubanos sobre la inflación en Cuba publicado hace poco en Cubadebate tuvo otra columna de opinión de un economista cubano redicado fuera de Cuba que salió ese mismo día en LJC y muy significativo que también existían cierto nivel de coincidencias en sus visiones más generales de la posible solución. Pero profesor el peso cubano CUP no tiene cambio y no tiene vuelto porque simplemente no es moneda, como muy bien señala Mauricio de Miranda en su escrito en LJC, el peso cubano incumple con “las funciones del dinero como medida de valor y como medio de circulación, y ni siquiera puede constituir un depósito confiable de valor”, así que hasta mientras tanto esa condición no cambie seguirá siendo el “último de la cola”.
Para colmo de desaciertos en el diseño de política económica y bancaria post “ordenamiento” cuando se autoexcluyeron en poder influenciar de alguna manera en la tasa de cambio real, primero que todo al fijar la tarea ordenamiento una tasa de cambio fija alejada de la realidad de aquel 1 de enero del año pasado y segundo por dejar de intervenir en el posible cambio bancario del dólar americano cuando se decidió no hacerlo transferible al “mercado plástico en MLC” que claramente terminara imponiéndose, pues se está a merced de la oferta y demanda en un país colapsado económicamente, pero creo existe muy amplio consenso en que ha de cambiarse, mas temprano que tarde, si se pretende actuar de alguna manera en esa tasa de cambio real que el mercado libre ya hoy es mas de 4 veces el cambio oficial,
Pero le aseguro que siempre es muy interesante y esperado sus comentarios, pero tenga algo más de calma que las soluciones llegaran pronto porque como van no se puede seguir por mucho mas sin que un próximo “alarido social” muestre nuevamente el descontento social latente.
La realidad es que,ninguno sabe lo que está haciendo,ninguno de esos economistas que trabajan para el gobierno hubieran tenido trabajo en otro país,cuando uno ve a un ministro hablando del precio del pan por TV,es que no sabe ni dónde esta parado,ellos viviendo muy bien y el pueblo,a la espera de algo que nunca llegará.
Un aspecto que no he logrado que nadie me de una explicación convincente:
1- No se aceptan depósitos de USD en las cuentas MLC, porque por culpa del bloqueo, esta moneda no se puede “bancalizar” (palabra nueva para mi, no soy economista)
2- En las tiendas CUP se vende, largas colas mediante y con derecho 1 vez al mes, pollo “Product of USA”. Se ha dicho oficialmente que ese pollo hay que pagarlo a los productores norteamericanos al “cash” pues no existen los créditos, también por culpa del bloqueo. Y por supuesto, a los americanos hay q UE pagarles en USD, no en Euros ni en Libras Esterlinas ni en otra moneda
3- Entonces…por qué no me aceptan mis USD, aunque sea para comprar pollo????
Porque los EEUU con su política no pueden imponer al país que los USD solo sean para comprarle sus pollos, cuando pudiera eventualmente comprar lo que quisiera en otro lugar, de nuevo nos impondrían condiciones de en qué uso mi dinero porque les da la gana.
Buena esa, estoy de acuerdo con la duda.
Esto es el reflejo de los dos Gobierno que existen en Cuba el militar que opera en MLC, y el demagogo testaferro que no sabe qué hacer aparte de reprimir.
No habrá solución sin darle el valor real al CUP. Hay que definir una tasa de cambio real..