El Gobierno cubano aseguró este lunes que la excarcelación de presos iniciada en enero por mediación del Vaticano culminó de manera “exitosa”.
Como parte del proceso, lanzado en paralelo a las últimas medidas de la Administración Biden sobre Cuba, fueron excarceladas 553 personas, según confirmó en una intervención televisiva Maricela Sosa Ravelo, vicepresidenta del Tribunal Supremo Popular (TSP) de la isla.
“El proceso concluyó de manera exitosa. En enero se presentaron 378 solicitudes al tribunal y en el mes de febrero 175 solicitudes, que hacen el computo de las 553 personas que se le iba a solicitar a los tribunales la excarcelación”, explicó Sosa Ravelo.
El informe de la televisión dedicó la mitad de sus casi cinco minutos a recalcar que los beneficiados por esta medida no han sido liberados, sino que han recibido una “excarcelación anticipada” y que aún no han “terminado de cumplir su condena”, reseña la agencia EFE.
En el período de condena restante en el que permanezcan excarceladas, estas personas deberán cumplir ciertas obligaciones, como comparecer regularmente ante un juez, seguir con las sanciones accesorias y hacerse cargo de la responsabilidad civil.
Además, deben mantener “un comportamiento social acorde a nuestras normas de convivencia socialista”, refirió la magistradas.
De lo contrario, podría haber consecuencias. “Estos beneficios podrían ser revocados ante incumplimiento de las obligaciones de los excarcelados y regresarían entonces al establecimiento penitenciario para completar el tiempo pendiente de la sanción”, advirtió el informe.
El Vaticano ve la liberación de presos en Cuba como “un signo de gran esperanza”
Con Biden y con Trump
El proceso de excarcelación fue anunciado por el Gobierno cubano el pasado 14 de enero, apenas horas después de que Joe Biden, en sus últimos días como presidente, excluyera a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida con importantes consecuencias financieras para la isla.
Aunque La Habana ha sostenido que las excarcelaciones fueron una medida “unilateral y soberana”, la Administración Biden aseguró entonces que se trataba de un acuerdo mediado por el Vaticano y que entre los beneficiados estarían activistas y participantes en las protestas antigubernamentales de julio de 2021, las mayores de la isla en décadas.
Las autoridades cubanas —que no reconocen la existencia de presos políticos en la isla— señalaron que el proceso se llevaría adelante atendiendo al “espíritu del Jubileo Ordinario de 2025 declarado por Su Santidad” y solo explicaron los 553 beneficiados eran personas “sentenciadas por diversos delitos”, sin precisar cuáles ni ofrecer una lista y un calendario de implementación.
Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, Cuba fue reincorporada entre los patrocinadores del terrorismo y, según algunas ONG, citadas por EFE, las excarcelaciones fueron pausadas en ese momento, aunque La Habana no hizo ninguna comunicación al respecto.
La semana pasada esas mismas organizaciones indicaron que al parecer el proceso se había reactivado, apunta el medio español. Hasta entonces, dichas ONG había registrado la salida de alrededor de 200 personas catalogadas por ellas como presos por motivos políticos, la mayoría participantes en las protestas de julio de 2021.
También habían dado cuenta de la excarcelación de una cantidad no precisada de reclusos sentenciados por delitos comunes.
Entre los nombres más conocidos incluidos en este proceso se cuentan los líderes opositores cubanos Félix Navarro y José Daniel Ferrer, parte los disidentes encarcelados en 2003 durante la llamada “primavera negra”. También los activistas Luis Robles, Tania Echevarría —miembro del grupo Damas de Blanco— y la manifestante trans del 11J Brenda Díaz.
En cambio, EFE resalta la ausencia entre los beneficiados de otros conocidos como los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo.