ES / EN
- junio 30, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba Sociedad

Mary, la que plancha

Pituca, como le dicen, vive debajo de mi apartamento. Aprendió a planchar desde chiquitica y cambiaba con su hermana la costura por el planchao.

por
  • Isabel Cristina
    Isabel Cristina
abril 1, 2024
en Sociedad
1
Mary, prestigiosa planchadora. Foto: Jorge Ricardo.

Mary, prestigiosa planchadora. Foto: Jorge Ricardo.

Todo el barrio anda estrujao desde que Mary dejó de planchar. Hay quienes hacen lo que pueden y los ves por ahí con cuatro filos en el pantalón y los cuellos de las camisas medio quemados. Otros no se entienden con la plancha y van a todos lados como genios sin magia salidos de la botella.

Yo nunca planché con Mary, porque a mí me enseñaron desde que tenía 8 años. Junto con la costura, el bordado, el crochet, la cocina, el lavado, el fregado y la limpieza, mi mamá me enseñó a planchar. Supongo que para hacerme una persona autónoma, pero también para que asumiera esa labor que a ella le caía tan mal. 

Recuerdo las tongas de ropa que planchaba los domingos. A mi papá sólo le gustaba ponerse camisas de mangas largas. Ese gusto por taparse los brazos le viene de la época en que lo movilizaban para cortar caña. Supongo que a la zafra iba estrujado, pero en su condición de poeta citadino la ropa debía estar lisa.

Yo empezaba por las camisas más difíciles, para salir rápido de ellas. La azul de tela gorda y la que tenía rayitas verdes y rojas no se alisaban “ni a jodía”; había que pasarles un trapo mojado y después darle plancha como loco. Yo, enternecida planchándole las camisas a mi papá, y mis amiguitos del pre metiendo las camisas en la olla de presión para que se estrujaran y poder andar a la moda. 

En la calle no me fijo en la ropa de la gente, pero en el teatro soy una detectora de arrugas. No sé si será por mi rigor como crítica teatral o por tantas y tantas horas frente a las camisas de mi papá. En el teatro cubano la ropa estrujada en escena abunda.

La única vez que he salido de Cuba fue a Dinamarca. Fui invitada a pasar 25 días en el Odin Teatret, el más trascendental referente del teatro de grupo en el mundo e integrado fundamentalmente por mujeres. Allí tuve experiencias inolvidables; una de ellas fue reparar una tabla de planchar. Una de las actividades más importantes que se realizan detrás del telón es planchar muy bien la ropa. Cada actriz lo hace con una calma y una energía asombrosas, como si de esa tarea dependiera el éxito de la función. Las mujeres del grupo hablan seis o siete idiomas y además dominan el arte del planchado como nadie en los escenarios del mundo. 

Cuando fui al Odin ya mi papá había muerto y habíamos regalado todas sus camisas. Yo regresé del “primer mundo“ con una nueva visión acerca de la planchadera. Una visión idílica, teatral, astral. Ahora solo plancho las camisas de uniforme de mi hijo y cada vez que lo hago recuerdo a las actrices del Odin y a Mary, que planchaba la ropa de todo el barrio.

Pituca, como le dicen, vive justo debajo de mi apartamento. Aprendió a planchar desde chiquitica y cambiaba con su hermana la costura por el planchao. Cuando crecieron, su hermana se hizo costurera y ella planchadora profesional. 

Mary, planchadora profesional. Foto: Jorge Ricardo.
Mary, planchadora profesional. Foto: Jorge Ricardo.

Le encantaba su trabajo, aunque a veces Jambrina, que era su esposo, le traía ropa de cuatro o cinco gentes al mismo tiempo y a ella no le gustaba eso. Le decía: “Cuando termine con una, me traes la otra. Sí, porque ese relajo no puede ser”.

Además, ella se daba sus traguitos mientras planchaba en El Cuarto de la Penitencia, como le decía a su puesto de trabajo. Mary planchaba contenta, concentrada en la ropa y en su vasito de ron, que el difunto Jambrina se encargaba de rellenar. Era, según ella, una tarea que relajaba, porque la mente se te pone en blanco, en negro, en azul, en dependencia del color de la ropa que tengas delante. 

En El Cuarto de la Penitencia tenía su tabla y sus planchas. “Tenía que tener planchas de repuesto para cuando el fusil se parara, coger el otro”. Las planchas sustitutas eran varias. La que más usaba era La Encontrada. Le puso así porque el padre de sus hijos, que era “buzo”, la encontró en un latón de basura y se la regaló. Además, tenía una plancha que le costó 17 pesos en una tienda del Estado y otra a la que le puso La Tumbabrazo, porque pesaba como 3 quintales. 

La Irrompible, la que la sacaba de todos los aprietos, era una plancha hecha en la URSS de tipo Y T 1000-1.2 T 4.1 con forma aerodinámica y un peso aproximado de 3 kilogramos. Aunque hace tiempo que dejó de planchar, ella sabe de memoria las características de su plancha vanguardia. Tiene un bombillo rojo circular que indica el acceso de corriente, tres niveles y las graduaciones correspondientes para planchar el caprón, la seda, la lana, el algodón y el lino.

Mary me llevó a El Cuarto de la Penitencia y allí estaba, recostada graciosamente a la pared del closet. Su extraordinaria combinación de negro y plateado provoca la admiración de quien se acerca a esta reliquia. El franco deterioro de su cable es una muestra fehaciente de los embates del tiempo. Esta plancha, me dice Mary emocionada, ha sobrevivido a los bajones de voltaje, a las brasas y al carbón, cuando aún sin corriente eléctrica tuvo que alisar los uniformes de los niños y reforzar los tachones de las sayas de las abuelas. 

La plancha a la que nombró La Encontrada, porque la encontró en la basura el padre de sus hijos.
La plancha a la que nombró La Encontrada, porque la encontró en la basura el padre de sus hijos. Foto: Jorge Ricardo.

Solo una vez quemó una pieza. El calor derritió el bolsillo del pantalón de Félix, vecino del segundo piso y también difunto. Pero el incidente no manchó su expediente de excelente planchadora, ni amainó la fama de su plancha soviética.

Yo he quemado un montón de cosas. Muchas veces pasaba con aquella plancha que “se pasaba” y era como jugar a la ruleta rusa. “A ver si no se quema”, decíamos en la casa antes de comenzar a planchar. 

Pero lo de Mary es maestría verdadera. En aquella época, ella cobraba 5 pesos por pieza. Casi todos los días le llevaban alrededor de 20 y con ese dinerito le daba para vivir honradamente antes de la pandemia y el desorden económico de nuestro país. Le iba mejor planchando que siendo auxiliar pedagógica en un Círculo Infantil, que fue para lo que estudió. 

Hace unos cuantos años que Mary no plancha. Cuando le pregunto por qué, me responde riéndose, con esa cara suya de feliz resignación: “Porque ya me cansé, Isabelita, me cansé. Yo lo que tengo ganas es de tener una mujer en mi casa que me haga a mí las cosas”. 

Su colección de planchas de repuesto.
Su colección de planchas de repuesto. Foto: Jorge Ricardo.

A Mary la quiero cantidad, me gusta verla contenta y con dinerito. Le conté sobre las actrices planchadoras del Odin, para que sepa que también allá en Dinamarca hay que batirse con la plancha, a ver si se embulla.

Ahora ella es mensajera y nos hace los mandados a varios vecinos. Lo bueno para ella es que a la bodega cada vez llegan menos cosas y la planchadera era todos los días.

Ahora Mary tiene más tiempo para descansar y darse sus traguitos por toda la casa, no solo en El Cuarto de la Penitencia. Ella me habla de aquellos tiempos y yo recuerdo a Jambrina con un palo largo en los hombros, como si fuera un andamiaje chino; pero, en vez cubos de agua, llevaba percheros con la ropa planchada.

“Yo tenía tremendo prestigio planchando”, me dice Mary, y yo sé que es verdad, porque en mi barrio la gente le pide a las mil vírgenes que a Pituca le entren deseos de planchar de nuevo. 

Etiquetas: historias de vidamujeres cubanasPortadavida cotidiana
Noticia anterior

Incendio de grandes proporciones en Santa Clara

Siguiente noticia

Sintergia Jazz Collective celebra su primer aniversario

Isabel Cristina

Isabel Cristina

Artículos Relacionados

La Plaza de Morón, denominada Weyler a fines del siglo XIX., sitio muy vinculado a los festejos tradicionales. Foto: Archivo personal de Bárbaro Martínez Hortelano.
Historia

El San Juan de Morón

por José Antonio Quintana García
junio 29, 2025
0

...

Noche de San Juan en la plaza de Can Fabra, Barcelona. Foto: Alex Fleites.
Tradiciones

San Juan en Barcelona, una palabra en el fondo de un cuenco

por Alex Fleites
junio 24, 2025
0

...

En el poblado del Mariel radicó uno de los tres centros de operaciones de la Trocha fortificada. Foto: El Fígaro.
Historia

La Trocha de Mariel a Majana

por José Antonio Quintana García
junio 22, 2025
0

...

Clara Barton, fundadora de la Cruz Roja Americana. Foto: Tomada de redcross.org/Editada en Canva.
Historia

Clara Barton: ángel en guerra

por Igor Guilarte
junio 21, 2025
0

...

Hedels González es cubana y se ha especializado en salud mental en procesos migratorios. Foto: Cortesía.
Migraciones

“Emigrar hacia adentro”: red y refugio para sanar la migración

por Deborah Rodríguez Santos
junio 17, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
sintergia jazz collective ig

Sintergia Jazz Collective celebra su primer aniversario

lester lez fb

Lester Lez en Bellas Artes

Comentarios 1

  1. Martha says:
    Hace 2 meses

    Me encanta planchar, me desconecta mucho del mundo…quisiera encontrar algunos clientes p aportar y ayudar a mi hijo c las cosas de la casa,….pero sólo cerca de mi casa en Plaza de la Revolución o Miramar….por favor escribirme a aleidamesa1935@gmail.com….

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Varias personas dentro de un ómnibus, en La Habana. Foto: Yander Zamora / EFE / Archivo.

    Donativo de China llega al rescate del transporte público en La Habana

    225 compartido
    Comparte 90 Tweet 56
  • El “Llega y pon”, otra cara de Cuba en Casablanca

    182 compartido
    Comparte 73 Tweet 46
  • Etecsa asegura que recibe los primeros beneficios del “tarifazo”

    633 compartido
    Comparte 253 Tweet 158
  • Lázaro Reinoso: el luchador cubano que venció al mejor del mundo

    359 compartido
    Comparte 144 Tweet 90
  • Crisis energética: otras tres unidades salen del SEN y la generación se desploma todavía más

    1263 compartido
    Comparte 505 Tweet 316

Más comentado

  • Foto: Kaloian.

    El desarrollo no está a la vuelta de la esquina

    172 compartido
    Comparte 69 Tweet 43
  • El sector privado y el turismo en Cuba. ¿Por qué no?

    296 compartido
    Comparte 118 Tweet 74
  • Crisis energética: otras tres unidades salen del SEN y la generación se desploma todavía más

    1263 compartido
    Comparte 505 Tweet 316
  • Unas entran y otras salen: termoeléctricas cubanas mantienen su intermitencia a las puertas de julio

    572 compartido
    Comparte 229 Tweet 143
  • Díaz-Canel viaja a Bielorrusia para asistir al Consejo Económico Euroasiático

    19 compartido
    Comparte 8 Tweet 5

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}